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domingo, 14 de junio de 2020

Antiguos Demonios del Medio Oriente y Mesopotamia



Los pueblos de la antigua región mesopotámica, actual Medio Oriente, tuvieron una empedernida y muy arraigada creencia en los espíritus, demonios, y otros tipos de entidades sobrenaturales, las cuales de alguna u otra forma se entrelazaban con la vida del ser humano. Sin lugar a dudas, el panteón de cosmovisiones religiosas y filosóficas de esta región resulta ser bastante compleja e interesante, y no solo por poseer, por ejemplo, los Dioses más antiguos jamás conocidos por el hombre, sino que también por presentar una amplia gama de conceptos arquetípicos que nos demuestran los primeros acercamientos del hombre con lo esotérico y paranormal. Es por ello que en esta ocasión veremos algunos demonios que formaron parte de las creencias mesopotámicas y que muchas veces conectan con nuestro subconsciente.


Alû


Alû es un espíritu vengativo y malicioso, de gran poder, quien perturba los sueños de sus víctimas pudiendo incluso causar la muerte. Sobre su aspecto se describe que no tiene rasgos faciales; ni nariz, ni orejas, ni ojos, ni boca, más bien, es una sombra completamente negra, sin género ni sexo identificable. Alû vaga por la noche y se encarga de aterrorizar a las personas mientras duermen, presentándose en sueños, provocando terrores nocturnos, inconsciencia y pánico. Actúa de manera similar a los íncubos y súcubos, que se manifiestan en las parálisis del sueño. Los textos describen que este demonio podía envolver a los hombres como una prenda, y que oprimía el pecho de sus víctimas. Aquí estamos claramente ante una representación arquetípica de entidades regresivas del bajo astral, los cuales se manifiestan a través de los sueños (terrores nocturnos, parálisis del sueño).


Sibitti - Sebittu


Los Sibitti son un grupo de siete entidades demoníacas que sirven y trabajan para el señor Erra (Nergal); un Dios de plagas, epidemias y destrucción, y que en muchas ocasiones azotó a la humanidad con pestes y escasez, muchas de ellas a petición de Enlil y Anu, como se lee en el libro de Atrahasis y en la Epopeya de Erra, respectivamente. En acadio, Sibitti significa "los siete", y se les describe como entes maliciosos sumamente destructivos y temibles; ansiosos por asesinar personas y causar caos y hambre. Ellos funcionan como la antítesis de los "Apkallu"; el grupo de siete sabios benévolos creados por el Señor de la sabiduría, el conocimiento y la magia; Enki, y quienes se encargaron de dotar a la humanidad con luz y sabiduría. En efecto, los Sibitti funcionaban como corrompedores y destructores de la humanidad, y eran quienes ejecutaban las órdenes de Erra, por lo que también se consideraban armas vivientes. Este grupo de demonios fue creado por Anu, y fue él quien designó el rol y la función de cada uno de estos seres, como podemos leer a continuación:


"Cuando Anu, el rey de los Dioses, sembró su semilla en la Tierra; él le dio a Erra siete demonios, y los llamó Sibitti. Se pararon frente a él, para que él ordenara sus destinos. Anu convocó al primero, y eligió su destino: 'A donde sea que vayas difunde terror, no tendrás igual'. Le dijo al segundo: 'Arde como el fuego, chamusca como la llama'. Él le ordenó al tercero: 'Parece un león, deja que el que te vea quede paralizado de miedo'. Le dijo al cuarto: 'Deja que tus brazos feroces sean como una montaña desmoronándose'. Le dijo al quinto: 'Explota como un viento, ronda por la circunferencia de la tierra'. Le dijo al sexto: 'Sal a todas partes como un diluvio y no perdones a nadie'. Y al séptimo lo acusó de ser un veneno viperoso: 'Mata lo que sea que viva'. Después de que Anu había ordenado destinos para todos los Siete Demonios, se los dio a Erra, el guerrero de los Dioses, diciendo: 'Déjalos ir a tu lado, cuando el clamor de las poblaciones humanas se vuelvan molestos para ti, y provoques así; su destrucción, para masacrar a la gente de cabeza negra [los humanos] y derribar el ganado. Que sean tu armamento feroz, déjalos ir a tu lado'".

Edimmu


Los Edimmu son una de las primeras manifestaciones reconocibles que podríamos clasificar como "fantasmas", ya que los textos antiguos describen que estos seres son espíritus difuntos que volvieron a la vida, y que presentan una naturaleza incorpórea, muchas veces casi invisible, por lo que también eran llamados "espíritus del viento". Para que un alma difunta se transformase en un Edimmu, bastaba con no haber recibido un correcto entierro y/o ritual funerario, o que incluso sus cuerpos hayan sido abandonados a la deriva. En su odio a los humanos; los Edimmu causaban terrores nocturnos, absorbían la energía vital de los vivos, causaban enfermedades, e incluso; obligaban a sus víctimas a cometer crímenes por medio de voces. La furia de estos entes se calmaba a través de talismanes o ceremonias.

Aka Manah


En el antiguo iraní (avesta); "Aka Manah" significa "pensamiento malvado", aunque también se le llama "espíritu maligno" (Aka Mainyu) o "espíritu destructivo" (Angra Mainyu ). Se narra que este demonio induce a cometer el mal, incitando crímenes y perturbando a sus víctimas por medio de voces, también inhibe la capacidad de tomar decisiones justas, causando que un mortal no pueda discriminar entre el bien y el mal. Él introduce así la discordia y, como consecuencia, el mal en el mundo físico. Aka Manah pervierte los pensamientos de un hombre y lo hace miserable. Se lo describe con largos colmillos y cuernos, vistiendo una falda corta tradicional que oculta parcialmente su cola, y posee grandes garras tanto en pies como en manos, aunque también puede tomar diferentes cuerpos. Una característica única de Akvan es que siempre hace lo contrario de lo que se le pide, un rasgo que, si se conoce, puede usarse a favor. En los Gathas del zoroastrismo, se le describe como un Dios que debe ser rechazado, y que es todo lo contrario a los "spenta mainyu", que significa "espíritus generosos".

Asag


El Señor de las enfermedades. Su nombre proviene del sumerio "asakku", que precisamente significa "enfermedad". Se le describe con una apariencia grotesca y tan horrible, que solo su presencia era suficiente para que los peces hiervan vivos en los ríos cercanos. Su piel es escamosa y rocosa, con dedos terminados en garras, muchas veces se le asocia a la imagen de un dragón. También causaba sequía y terribles fiebres. Esta pútrida criatura erradica la vida con el simple sonido de sus pasos, y se decía que le acompañaba un ejército de criaturas que parecían rocas. En los textos sumerios, Asag fue destruido por el Señor Ninurta, pero esto ocasionó que las aguas del Kur (inframundo) subieran, inundando el mundo y causando hambre.


Aeshma


Aeshma es un terrible demonio que forma parte de la tradición zoroástrica, y también se le conoce en el judaísmo bajo el nombre de "Ashmedai", y en español: "Asmodeo". Él es un demonio que se caracteriza por tener una furia incontrolable, de hecho; su nombre significa "ira", y su epíteto es: "el de la maza sangrienta" y "rey de las sombras". Este ser induce a la codicia, la furia, la lujuria y el descontrol. En el Libro de Tobit, Asmodeo es hostil a Sarah, la hija de Raquel, y se encarga de impedir que ella se case o tenga relaciones sexuales con sus futuros maridos; asesinándolos a todos (siete en total). Aeshma también es conocido por robar las almas que ascienden al cielo, con ayuda de Astovidatu; un demonio de la muerte y patrón de los asesinos, quienes lo adoran especialmente. En las diferentes tradiciones folklóricas del judaísmo, se describe que el rey Salomón le adoró y sirvió, además de usarlo como fuente de sabiduría y como ayuda para poder construir su templo, aunque más tarde; el demonio lo traicionaría y derrocaría.


Gallûs


Los Gallûs son demonios maliciosos y opresivos, y se describe que son los guardianes del inframundo sumerio; también se encargan de torturar las almas de los difuntos y de velar para que nadie pueda escapar. Los mitos los retratan como criaturas despiadadas que aseguran que nadie con tal destino escape del inframundo. Estos demonios son nombrados por ejemplo en la tablilla llamada "El descenso de Inanna al Inframundo", en donde se puede apreciar el rol de estos entes como guardianes y torturadores. En la tablilla citada, la Diosa Inanna (Ishtar) es condenada al Inframundo, pero tiene la posibilidad de escapar si otra alma toma su lugar. Así que a Inanna se le permitió salir temporalmente del Inframundo para poder encontrar un sustituto en el exterior; pero siempre escoltada por los Gallûs, quienes le impedían escapar o pedir ayuda. Finalmente, la Diosa escoge a su esposo Dumuzi para que tome su lugar. Por consiguiente, los Gallûs se adueñaron de su alma, lo llevaron al inframundo y lo torturaron. En la tablilla "El sueño de Dumuzi", los Gallûs persiguen a este Dios y lo oprimen para que no pueda escapar. En tiempos posteriores, los Gallûs fueron conocidos bajo diferentes nombres, y es posible que el demonio griego "Gello" tenga aquí su origen.


Lilith


Lilith es probablemente el demonio más popular y polémico de todos, y también del que más se ha escrito a lo largo de milenios. Este demonio femenino fue nombrado en los antiguos textos sumerios bajo el nombre de "LIL.LU" o "Lilītu", hace más de 4.000 años atrás, y posteriormente aparece también con el nombre "Lilith" en los textos hebreos, de donde deriva su actual denominación. LIL.HU significaría algo como "Diosa de los vientos" o "aliento de viento", ya que como mencioné anteriormente; era muy común que los demonios o espíritus fuesen asociados al viento, debido a su naturaleza incorpórea y/o invisible, y por supuesto; destructiva a la vez. En los textos sumerios más antiguos se menciona que este demonio era una especie de espíritu femenino y oscuro, que habitaba al interior de un árbol llamado Huluppu. Luego, se caracterizó a Lilith como una entidad similar a los Incubus o Succubus: atormentando a las personas por la noche, causando terrores nocturnos, parálisis del sueño, abortos, pesadillas e incluso la muerte. También se dice que habita en tierras desérticas y espacios abiertos del campo, y que es especialmente peligrosa en las noches o en la oscuridad; atacando principalmente a mujeres embarazadas, niños y bebés. Sus senos están llenos de veneno, y no de leche, y también depreda a los hombres, robándoles su energía sexual. Ella hace una aparición solitaria en la biblia hebrea como un demonio del desierto, como se lee en Isaías 34:14:


"Los gatos monteses harán compañía a los chacales, las cabras se llamarán unas a otras. Allí habitará Lilith que espanta de noche, y encontrará sitio para descansar".

En las biblias modernas, principalmente cristianas; la palabra "Lilith" ha sido borrada y reemplazada por "fantasma", "espíritu nocturno", "monstruo nocturno" o "aves nocturnas", entre otros derivados, como búhos y lechuzas, que también se asocian a esta y otras entidades mesopotámicas. Esta traducción inexacta se debe a que los cristianos querían desligarse de la conexión de los judíos con otras culturas, a las que ellos consideran "paganas". Pero como he demostrado fehacientemente en muchas otras publicaciones; el judaísmo deriva de religiones y tradiciones todavía más antiguas, y fue normal que tomasen un poco de ellas para fabricar sus propios mitos y cosmovisiones. Pero originalmente, en hebreo, el pasaje de Isaías nombra tal cual a Lilith, y al parecer; era tan conocida dentro de la sociedad hebrea que no hubo necesidad de dar una explicación sobre su identidad en aquel pasaje. 

Si bien Lilith no se menciona nuevamente en la Biblia, ella resurge en los Rollos del Mar Muerto de Qumran, apareciendo en la "canción para un sabio", un himno posiblemente usado en exorcismos: 


“Y yo, el sabio, escucho la majestad de su belleza para aterrorizar y confundir a todos los espíritus de los ángeles destructores, y los espíritus bastardos, y los demonios, Lilith, búhos y chacales, y los que golpean repentinamente para desviar el espíritu de la comprensión, y para desolar su corazón ".

En la Edad Media Lilith reaparece gracias al misticismo judío y la Cábala, en donde se dice que fue la primera esposa de Adán, pero que luego, rechazándolo; abandonaría el Jardín del Edén en busca de otros amantes, transformándose en un demonio y en la matriarca de los ángeles caídos. 

El pensamiento de que Lilith fuese la primera mujer de Adán, se basa en el hecho de que el primer relato de creación, cuando dios hizo al ser humano del polvo: claramente se dice que dios creó a dos de ellos; "hombre y mujer los hizo", y es muy poco probable que aquí se estuviera hablando de Eva, ya que ella se creó tiempo después, a partir de las costillas de Adán. Por lo tanto, el Génesis presenta dos historias de creación que se contradicen entre sí; en la primera (Génesis 1:27), Dios creó al hombre y a la mujer del polvo, y en el segundo, mucho después (Génesis 2:22) Dios usa la costilla de Adán para crear a Eva. La pregunta es: ¿qué le sucedió a la mujer creada del polvo en Génesis 1? Los ocultistas y místicos judíos afirmaron que esta primera mujer fue Lilith, y a partir de allí se elaboró una serie muy variada de mitos y cosmovisiones, incluyendo grandes jerarquías de demonios. También funcionó como antítesis de Eva, representando sensualidad, pasión, sexualidad y desobediencia, mientras que Eva representa maternidad, modestia, sumisión y obediencia.


Pazuzu



Pazuzu es una de las entidades demoníacas más antiguas de la historia, ya que sus primeros registros datan del génesis sumerio, hace más de cuatro mil quinientos años. Su nombre en escritura cuneiforme es "𒀭𒅆𒊒𒍪𒍪", y significa "Aquel que Sabe". Se le describe como un ente demoníaco de gran poder y grotesco aspecto, capaz de infundir miedo y horror absoluto. Pazuzu es el dueño y señor del Inframundo, un Dios-demonio de carácter perverso y malicioso que fue respetado y conocido por una multitud de pueblos mesopotámicos. Pazuzu era la más terrible de todas las entidades demoníacas, señor de las fiebres y hacedor de plagas. En Sumeria, los sacerdotes conducían rituales para apaciguar su furia y fabricaban amuletos para invocar protección. En cuanto a apariencia, Pazuzu está dotado de cuatro alas, un rostro de reptil o aveces de felino, una boca que siempre expone las encías y dientes, cuernos, piernas de águila, una barba completa que se despliega por la barbilla, y un falo prominente con forma de serpiente. 

Una antigua inscripción al reverso de una estatua neoasiria de Pazuzu, la cual fue encontrada en Irak y que desde 1872 se encuentra en el Museo del Louvre, Francia, nos dice:

"Yo soy Pazuzu, hijo de Hanpa, rey de los espíritus malignos del aire, los cuales emergen violentamente de las montañas, causando muchas desgracias"

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