> Funeral Vudú: Panteón sumerio de los dioses Anunnaki

viernes, 15 de noviembre de 2019

Panteón sumerio de los dioses Anunnaki


El panteón sumerio de los dioses Anunnaki, es el reflejo de una de las religiones y culturas más antiguas e intrigantes de todo el planeta; Sumeria, nación que comenzó a desarrollarse alrededor del año 6.000 antes de nuestra era, entre los ríos Tigris y Éufrates, actual Irak. Los textos sagrados de esta increíble y muy avanzada nación, nos hablan de unos poderosos dioses que llegaron a nuestro planeta desde las estrellas, liderados por "Anu", el "rey de los cielos". 

En esta publicación veremos a los principales dioses de este panteón, su significado, características y rol. 



Introducción

Los sumerios fueron por excelencia los padres de la ciencia antigua y del misterio, crearon las matemáticas, las artes, la astronomía, la agricultura, las leyes, la ingeniería, la arquitectura, y fueron los responsables de grandes descubrimientos científicos que aún desconcertan a los historiadores modernos, por ejemplo, ellos crearon el sistema sexagesimal y el duodecimal, crearon los primeros calendarios solares y lunares, dividiendo el año en 12 meses, también fueron excelentes astrónomos, incluso conocían el movimiento eclíptico de planetas como Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, crearon la aritmética, la geometría, el álgebra, la escritura, el planteamiento urbanístico, estudiaron el eje de rotación de la tierra, descubriendo por ende los solsticios y equinoccios, y hasta establecieron que un círculo tenía 360° miles de años antes que los babilonios y griegos.

Dentro de esta increíble y amplia gama de descubrimientos y avances científicos, los sumerios también desarrollaron una cultura que giraba en torno a dioses, los cuales llegaron desde los cielos para crear al hombre a "imagen y semejanza", y gobernar el planeta. Estos dioses fueron llamados "Anunnaki", los cuales eran súmamente poderosos y avanzados tecnológicamente, además imponían autoridad y respeto, incluso muchos de ellos eran temidos.

La palabra Anunnaki es traducida de diferentes maneras, aunque las más aceptadas por los académicos son:

1. "Descendencia de Anu en la Tierra"
2. "Descendencia de los Cielos a la Tierra"
3. "Los que descendieron del Cielo a la Tierra",

Dado que "A-nun-na" significa "Descendencia de Anu/Cielo", y "Ki" significa Tierra.

Los textos sagrados afirman que estos dioses convivieron con los sumerios y sus antepasados, y que siempre fueron figuras de dominio y autoridad. Cabe destacar que el ser humano no veía precisamente a los Anunnaki como seres divinos, todopoderosos y omnipresentes, como hacen las religiones modernas con sus dioses, sino que más bien, veían a los Anunnaki como seres de carne y hueso, pero súmamente poderosos, dotados con una increíble tecnología, además de  contar con atributos físicos diferentes, comenzando por una estatura muy superior al del ser humano. Estos dioses incluso se transportaban por medio de vehículos voladores, a los cuales, los sumerios en su arcaica comprensión e interpretación de la tecnología de estos seres, llamaron simplemente: "botes del cielo", además tenían grandes armas de destrucción, con las cuales causaron terribles estragos, como se ha registrado en los textos sagrados, también poseían laboratorios, a los que se les llamó "fábricas de carne", y fue en una de estas fábricas de carne, específicamente una ubicada en Nippur; la ciudad del dios Enlil, en donde el hombre fue creado a través de un extraño procedimiento, que más bien parece una intervención genética si lo analizamos correctamente, en donde estos seres "mezclaron la arcilla con la sangre y carne de los dioses", siendo el resultado "implantado en la matriz de las diosas parteras" (inseminación artificial), que más tarde darían a luz a "siete machos y siete hembras". Este procedimiento, sin embargo, fue muy arduo y complejo; los primeros hombres eran deformes y padecían graves anomalías genéticas, como invalidez, ceguera, problemas en las articulaciones, problemas cardíacos y pulmonares, incluso hermafroditas, hasta que finalmente el dios Enki fusionó artificialmente los cromosomas 2 y 3 para permitir que la "fórmula de la creación" resultase exitosa, creando el humano perfecto a imagen y semejanza. 

Otra importante característica de la religión sumeria, son sus historias ambientadas en tiempos súmamente remotos, por ejemplo, el texto sagrado "Tablilla Real Sumeria", nos habla sobre los primeros dioses y patriarcas que llegaron a gobernar nuestra Tierra, siendo el primero en el año 241.200 a.n.e, comenzando con una elegante frase que abre la narración:

"Después de que el reinado descendiera del cielo..."  

Y así nos vamos topando con otros textos sagrados cuyas historias están ambientadas en tiempos estratosféricamente remotos, como en la tablilla "Debate entre ovejas y grano", en donde incluso se hace una referencia a los "humanos primitivos" de aquel entonces, los Homo erectus, por ende, esta historia se ve ambientada alrededor del año 400.000 a.n.e:

"La gente de aquellos días no sabía sobre comer pan. Ellos no sabían sobre usar ropa; anduvieron desnudos por toda la Tierra. Como ovejas, comían hierba con la boca y bebían agua de las zanjas"

Son excesivos los textos sagrados que nos describen importantes acontecimientos protagonizados por los dioses Anunnaki, destacando textos como la "Tablilla de Atrahasis", "Tablilla de Gilgamesh", "Enki y el Orden Mundial", "Enûma Elish", "Tablilla de Ziusudra", "Lamentaciones Sumerias", "Enki y Ninmah", "Tablilla de Adapa", "Tablilla de Erra", "Tablilla de Ludlul bel nemeqi", "Realeza en el Cielo", "Enki y Ninhursag", las ya nombradas "Tablilla Real Sumeria" y "Debate entre ovejas y grano", y muchas, muchas más, junto con múltiples rodillos, relieves y cilindros cuyos contenidos resultan igual de revelador e impactantes.

Panteón sumerio de los dioses Anunnaki

AN/ANU


El Rey Anu es el mayor jerarca de los dioses, y la máxima autoridad en el "Reino de los Cielos". Su nombre en escritura cuneiforme es: "𒀭". 

Anu se posicionaba en la cúspide de todos los panteones mesopotámicos. Su figura representaba la imagen de un antiguo patriarca que tenía autoridad suprema sobre todos los reinos y dioses, gozando de respeto, poder y dominio. Confirió la realeza en la Tierra y trajo consigo las dinastías divinas, es por ello que se le veía como una figura ancestral, además es el poseedor del "anûtu" o de los "meh", que significa "poder celestial": las ciencias ocultas que luego traspasaría a su hijo Enlil, y éste las dejaría al cuidado de su hermano Enki.

Algunos epítetos importantes de Anu fueron: 


  • "el que toma decisiones"
  • "el antepasado de los dioses"
  • "dios de poder inmutable"
  • "rey de los cielos". 
  • "señor del cielo"

Bajo su mandato fue que estos dioses se instalaron en el planeta Tierra. Pero antes, cabe decir que Anu llegó al poder luego de haber derrocado y desterrado al rey anterior: "Alalu", a quien enfrentó en un violento motín luego de haberle servido durante nueve períodos como paje real:

"Nueve fueron los períodos durante los cuales Alalu fue rey en el Cielo. En el noveno período, Anu le dio batalla y lo derrocó. Alalu fue expulsado ante Anu, y descendió a una tierra oscura. Descendió a una tierra oscura, y Anu tomó su asiento sobre el trono”.

 

[De aquí por ende, provendría el nombre "Anunnaki"]

Históricamente, los templos en honor a Anu se extendieron por toda Mesopotamia, siendo el "Templo del Cielo de Uruk" (𒂍𒀭𒈾) uno de los más antiguos de los cuales se tenga registro, ya que fue cimentado alrededor del año 3.500 a.n.e. Otros cultos importantes se establecieron en Lagash, Sagir, Sipar y Kish, incluso antiguos reyes como "Lugar Zaksi" (𒈗𒍠𒄄𒋛, 2359 a.n.e) y Sargón de Acadia (𒈗𒁺, 2334 a.n.e) ya declaraban su devoción a Anu, teniendo también castas de sacerdotes. Por otro lado, se han descubierto vestigios de templos en honor a Enki, su hijo, con una antigüedad de 5.400 años a.n.e, por ende, es lógico pensar que también existiesen templos dedicados a Anu con tal datación.

En comparación con otros dioses, Anu tiende a estar lejos de la imagen de las personas y de los asuntos terrenales, considerándose una figura distante de los hombres. Anu rara vez descendía del Reino de los Cielos; su morada. Cuando los Anunnaki llegaron a la Tierra, Anu eligió a su hijo primogénito: Enlil, como máxima autoridad, encargándole la misión de controlar este nuevo mundo, y bajo el mando de Enlil existían dinastías menores de reyes y gobernantes. Esto nos da señales de la distancia que tuvo Anu con la Tierra.

Sin embargo, los textos sagrados muchas veces mencionan que los Anunnaki se reunían en asambleas y concejos para tomar decisiones importantes, o bien; para discutir asuntos delicados o de interés, y era precisamente bajo estas circunstancias en donde Anu descendía del Reino de los Cielos para tomar participación, cumpliendo un rol de "juez", ya que Anu era finalmente quien tenía la última palabra, y quien tomaba las decisiones.

La literatura sumeria no documentó el nacimiento de Anu, pero sí se menciona que pertenece a la cuarta generación de dioses desde Lahmu y Lahamu, y que es hijo de Anshar y Kishar. Se narra que su esposa fue Antu, y que tuvo varios hijos, incluso con diferentes mujeres. Sin embargo, dos de ellos fueron los que tuvieron un rol protagónico dentro de todo aspecto de la religión mesopotámica: Enlil, el primogénito, heredero al trono y segunda autoridad entre los dioses tras su padre, y Enki; el menor, príncipe noble del conocimiento celestial.

Los tres; Anu, Enlil y Enki, formaron la sagrada trinidad sumeria. 

Su número dentro de la escala jerárquica de los 7 sabios Anunnaki, que va de 10 en 10, era el 60, es decir, el número máximo.  

Nombre sincretizado por otras culturas: Urano, Caelus

ENLIL


Enlil es el hijo primogénito del rey Anu, y su nombre en escritura cuneiforme es "𒀭 𒂗 𒆤".

Enlil fue descrito en los textos sagrados como la deidad suprema que dirige y gobierna a todos los humanos que están en la superficie de la Tierra, además de ser el máximo líder de los dioses Anunnaki, solo por detrás de su padre en la escala jerárquica. 

Después de Anu, Enlil fue el más poderoso de los dioses mesopotámicos, cuyas decisiones no podían ser cuestionadas ni desobedecidas.

A menudo se le describe como un dios guerrero y estratega, de gran astucia e inteligencia al momento de gobernar eficazmente sus territorios, pero al mismo tiempo era un dios colérico, violento, belicoso e iracundo, el cual gobernaba muchas veces sin piedad. Es por ello que Enlil era una figura súmamente respetada, y los hombres lo veían con admiración, y al mismo tiempo con sumisión y miedo.

Enlil se transformó rápidamente en la deidad más importante y adorada de toda Mesopotamia, no solo por ser la simiente principal de Anu, sino que también, por ser el líder indiscutido y absoluto de toda la Tierra: nada acontecía sin su permiso, voluntad o conocimiento. Su poder y autoridad era tan grande, que ningún otro Anunnaki podía ni siquiera llegar a pensar en revelarse contra él. Así lo expresa su mismísimo himno sumerio:

"Enlil, que se sienta ampliamente en un trono blanco, en un trono alto, que perfecciona las leyes del poder, la supremacía y el reino, los dioses de la Tierra se inclinan por miedo a él, los dioses del cielo humildes ante él".

Él era el único dios con acceso directo a Anu, que controlaba el Reino de los Cielos, y era muy respetado por esta posición, pero al mismo tiempo, muchas de sus decisiones parecen ser finales, sin tener en cuenta la opinión de Anu (excepto en las Asambleas), por lo que puede parecer poco claro cuál es la influencia que ejercía Anu sobre Enlil.


Por todas estas razones, Enlil se posicionó como el mayor dios del panteón sumerio, aunque su culto no reemplazó al de su padre, incluso ambas adoraciones iban de la mano en las principales metrópolis de Mesopotamia, pero dado a la ausencia, desinterés y tranquilidad de Anu por los asuntos terrenales, y como Enlil era quien se encargaba de regir el planeta, fue éste último tomó un rol protagónico y se transformó en el principal dios de la religión mesopotámica.

Su santuario principal era el complejo del templo "E-Kur", situado en una de las Ciudades Santas más antiguas del mundo: "Nippur", que de hecho significa "Ciudad de Enlil", la cual data del año 4.500 a.n.e, siendo el centro religioso más grande de Sumeria. En Nippur Enlil construyó su palacio y estableció su corte real. Otros lugares de culto en su honor fueron "E-Adda" (Casa del Padre) en Lagas, "E-Ugal" en Dur Kurigalzu, y el templo "E-am-kur-kur-ra" (Casa del Toro Salvaje). La esposa de Enlil es Ninlil, y sus hijos son Ninurta, Ningirsu, Nanna y Namtar.

Los textos sagrados describieron a Enlil con una personalidad dual, la cual, dependiendo de las circunstancias, varía desde ser un dios justo, benefactor, generoso y recto, hasta uno tirano, arrogante, malicioso y destructor. Esta personalidad le sirvió para imponer respeto y autoridad entre todos los seres vivos, es por ello que el hombre lo veía con sumisión, devoción y temor, dedicándole bellos himnos y poemas, al mismo tiempo, todos los dioses estaban a su servicio.

Sus principales epítetos o apodos fueron: 

  • "Joven Guerrero"
  • "El Valiente"
  • "El Soberano"
  • "Dios de los Ejércitos"
  • "Toro Salvaje"
  • "Rey de la Tierra".

Dado su carácter violento y firme, se le otorgó la "corona de cuernos de toro", de allí uno de sus epítetos. Además, Enlil poseía las "Tablas del Destino" (𒁾𒉆𒋻𒊏), que estaban dotadas con el poder celestial de los sabios y antiguos Anunnaki. Estas tabletas le conferían todos los secretos del universo, y le permitían alzarse como autoridad máxima ante cualquier ser vivo existente. Estas tablas también le permitían ver acontecimientos del futuro, siendo uno de los objetos sagrados más preciados. Enlil poseía un enorme poder, además era inteligente, astuto y contaba con el apoyo de Anu y de los grandes Anunnaki, es por ello que las castas y religiones adoradoras de Enlil se expandieron rápidamente por todas las naciones, transformándose en el dios más famoso e importante de las religiones antiguas, sin importar su carácter belicoso, violento y hasta incluso tiránico, dado que Enlil recompensaba a las naciones que le adoraban, y prueba de ello son los registros históricos que recogen sus generosas hazañas y carácter benefactor, junto con bellos poemas e himnos.

Dada la enorme influencia y popularidad de este dios, Enlil se transformó rápidamente en el predecesor y modelo de las deidades posteriores de varios pueblos antiguos del Cercano Oriente y Asia Menor, y así es como fue sincretizado por otras culturas bajo el nombre de: 

  • Baal
  • Él
  • Yahvé-Jehová
  • Zeus
  • Júpiter 

Así es, Enlil es la raíz de todos los dioses supremos de las antiguas religiones; su imagen fue adaptada, moldeada y sincretizada por diversas culturas, y su nombre fue conocido en diferentes idiomas.

Por ejemplo, Baal y Él fueron los dioses más importantes y supremos de Asia Menor y el Cercano Oriente, y según los estudios académicos, ambos están asociados a la imagen de Enlil, puesto que presentan los mismos rasgos y atributos, además de protagonizar acontecimientos similares, junto con ello, los cultos de adoración eran prácticamente los mismos. De igual modo, Zeus (dios griego) y Júpiter (dios romano), también son deidades cimentadas en la imagen de Enlil, compartiendo los mismos atributos, características e historias, solo que moldeadas según las necesidades religiosas y filosóficas de cada nación. Lo más impactante, es que si realizamos un profundo análisis de "mitología comparada", entre creencias, religiones y textos de diferentes culturas, notaremos fácilmente que la verdadera identidad del dios judío, Yahvé o Jehová, también es Enlil, y es innegable el hecho de que la biblia tomó narraciones, anécdotas e historias mucho más antiguas (principalmente de Mesopotamia), modificando su contenido, cambiando personajes, tergiversando su significado y editando a conveniencia, esto a partir de la  monarquía tardía del reino de Judá (600 a.n.e). Tanto Yahvé como Enlil comparten los mismos atributos y características, incluyendo la personalidad benefactora y violenta, ambos son los protagonistas de las mismas historias, como por ejemplo, ambos enviaron el Diluvio Universal para destruir al hombre, ambos también enviaron plagas, pestes, destruyeron ciudades enteras, ambos comparten los mismos apodos, y ambos participaron en la creación del hombre por medio de la arcilla (de la cual Enlil también tomó participación, aunque en menor medida que Enki) etc. Si desea conocer los paralelismos existentes entre ambos dioses, Enlil y Yahvé, haga click en el enlace de abajo:



De hecho, el Antiguo Testamento es uno de los libros sincretizados  que mejor describe la verdadera personalidad de Enlil, al que los judíos llamaron Yahvé. Si desea conocer todas las pruebas irrefutables que evidencien el engaño de la Biblia, haga click en el siguiente enlace: 


Por otro lado, Enlil fue el responsable de traer a la Tierra a una raza esclava llamada "Igigu" (en sumerio: "Ojos Penetrantes" o "Vigilantes"), quienes se dedicaban a diferentes tipos de trabajos, como la desviación de los cauces de agua y la extracción de minerales preciosos, además de trabajar la tierra y de abastecer a las nuevas colonias con suministros. De hecho, esta raza esclava trabajó bajo las órdenes de Enlil durante 2.500 años, hasta que finalmente decidieron romper sus cadenas y revelarse contra su opresor. Ante esta situación, Enlil quizo castigar y asesinar a todos los Igigu, pero fue calmado y disuadido por su corte real, y más tarde, por su propio hermano Enki, quien defendió plenamente la rebelión de los Igigu, argumentando la dura y miserable vida que han debido soportar durante tantas generaciones. Se convocó una asamblea de dioses para discutir este asunto e intentar solucionar el problema, fue aquí donde Enki tuvo la idea de crear una nueva raza esclava que pudiese reemplazar a los Igigu. Es así como Enki daría inicio al proyecto para crear al ser humano moderno y calmar la furia de Enlil. Sin embargo, la historia daría un giro inesperado, puesto que Enki más tarde sentiría un profundo afecto y cariño por sus creaciones, protegiéndola de los otros dioses y entregándoles sabiduría, incluso impartió los secretos de los Meh, lo cual causó la furia y el rechazo de Enlil, que a partir de este minuto se transformó en su enemigo y adversario. Debido a esto, Enlil tomó una actitud más agresiva y violenta con los hombres, sobre todo cuando éstos comenzaron a adorar a Enki.

Enlil decidió azotar a los humanos con pestes y hambrunas, también destruyó ciudades enteras con sus armas de destrucción, e incluso envió un diluvio universal con tal de eliminar de la faz de la Tierra a todos los hombres. Sin embargo, Enki interfirió secretamente en todos sus planes, siempre intentando proteger al hombre y preservar la vida de su creación. Debido a esto, Enki terminó transformándose en el protector y amigo de la humanidad.

El número de Enlil dentro de la escala jerárquica de los dioses Anunnaki, era el 50, es decir, solamente un número por debajo de Anu, quien poseía el 60.


Enki / Ea   


Enki, también llamado Ea, es el hijo menor de Anu y hermanastro de Enlil, su nombre en escritura cuneiforme es: "𒀭𒂗𒆠". Como mencioné anteriormente, Anu, Enlil y Enki forman la Sagrada Trinidad Sumeria, y son los tres dioses más grandes, importantes y antiguos del panteón mesopotámico.

Enki era un dios generoso, benevolente y protector, compasivo por naturaleza. Famoso por ser el señor de la sabiduría, de la magia, de la creación, del conocimiento celestial y de las ciencias divinas. A menudo se presenta a Enki como el más astuto y sabio de todos los dioses, quien además encuentra soluciones a los problemas más graves e incomprensibles, pudiendo resolver lo que aparentemente está más allá de cualquier capacidad. En casi todos los textos mesopotámicos, Enki o sus obras jugaron un papel decisivo, teniendo que resolver los problemas más complejos e irresolubles, así como dilemas morales y situaciones de vida o muerte. Muchos dioses y humanos recurrían a Enki ante situaciones difíciles, y confiaban plenamente en su ingenio, astucia, sabiduría, compasión y habilidades. De hecho, los textos describen que Enki era la mano amiga que siempre estuvo para ayudar a cualquiera que lo necesitase. Enki nos enseña a ver las cualidades en los hombres y en la naturaleza para que podamos juzgar mejor nuestros actos y nuestros destinos.

En efecto, Enki es el dios mago, el artífice, el sumo-sacerdote, el hacedor, el filósofo, el místico, el señor de la sabiduría y de todos los conocimientos celestiales, poseedor del verbo creador y de un poder atemporal, el cual se expresaba por medio de su sabiduría, ingenio, humor, bondad, poder creativo y la capacidad de resolver los problemas más complejos. En efecto, Enki era un dios que organizaba y reorganizaba el mundo, e intentaba hacer del planeta un lugar bueno para los dioses, y al mismo tiempo, para los hombres, teniendo siempre benevolencia y compasión con ellos. Enki nunca se niega a ayudar a quien se le acerca, reflejando un altruismo que está al servicio de todos los seres vivos. 

También se nos narra que únicamente le bastaba con mirar a los ojos para penetrar el alma y la mente de cualquier ser vivo, además, Enki;

 “conocía el profundo corazón de los Anunnakis”. 

La sabiduría y el dominio de Enki en las más diversas artes, ciencias, conocimientos y oficios, lo convierten en un verdadero erudito o maestro, el cual no dudaba en traspasar estos conocimientos a sus hijos: el hombre. Enki era impulsivo y enérgico, alegre, cauteloso, un buscador de la verdad, maestro de la magia y la sabiduría, una figura mística que dominaba las artes y las ciencias divinas. Enki le entregó al hombre las ciencias, los oficios y los conocimientos celestiales, incluso llevaba constantemente a los humanos a su precioso jardín ubicado en la región de Dilmún (el Edén original):

“Una tierra virginal y prístina, donde los leones no mataban, y los lobos no cazaban a los corderos” 
En este lugar, Enki impartía sus enseñanzas a pesar de la oposición de los otros dioses, es por ello que fue tachado como "traidor" y "opositor", sobre todo por parte de su hermano Enlil.

Enki mostró una preocupación inmensa por el bienestar del hombre, transformándose en un padre protector y bondadoso, incluso, el primer sumo-sacerdote y maestro instruído en el Jardín de Dilmún, fue "Adapa", a quien Enki consideraba su hijo. 

Algunos epítetos que los hombres le dieron en forma de agradecimiento y admiración, fueron:


  • "Señor de la Verdad"
  • "Padre Protector"
  • "El Bondadoso"
  • "Padre Creador"
  • "El Prudente"
  • "El Hacedor"
  • "Gran Serpiente"
  • "Príncipe Noble del Conocimiento Celestial". 


Siendo una gran deidad mesopotámica, Enki/Ea tuvo muchos templos y capillas en varias ciudades importantes de esta región: Ur, Uruk, Nippur (donde se narra que incluso él mismo bajó a construir el templo) etc. Pero su principal lugar de culto era la ciudad de Eridú, otra de las Ciudades Santas más antiguas del planeta. Se han encontrado santuarios a Enki que datan del año 5400 a. C, por lo que junto a Anu y Enlil, son los tres dioses más antiguos de toda la historia. Mucho antes de la creación del hombre, cuando los Anunnaki habían llegado a la Tierra, Anu también designó una parte de este planeta para que estuviera bajo el mando y control de Enki, y como Enlil era el dueño de la superficie, Enki fue por consiguiente el dueño y señor de las profundidades y las aguas. Por ello es que siempre se representó a Enki con corrientes de agua y peces naciendo de sus hombros. En efecto, los textos mencionan que la principal morada de Enki estaba bajo tierra, a la cual llamó "Apsu" (𒍪 𒀊): un mundo intraterrestre o subterráneo de grandes dimensiones, dotado con palacios, templos sagrados, guardianes, aguas frescas y castas de sabios, como los "Kuliltû" (mujer pez) y los "Kulullû" (hombre pez); deidades bondadosas que posteriormente le entregaron conocimientos al hombre. (Nota: eran llamados "hombres pez" puesto que a los ojos del ser humano, estos seres emergían desde los océanos, ríos y profundidades del Apsu). Del Apsu también emanaba el agua de la vida, la cual irrigaba a los asentamientos de Mesopotamia. Es por ello que Enki también fue llamado "Dios de las aguas dulces", y su palacio del Apsu era llamado "Casa del Agua", (razón por la cual muchos templos dedicados a Enki se levantaron cerca de ríos y lagos, además, éstos eran adornados con piscinas, piletas y fuentes de agua dulce que representaban "agua bendita").


Cuando se le da a elegir entre servir a la voluntad de los dioses o las necesidades de la gente, Enki siempre elige los intereses humanos, y siempre opta por el camino de la compasión, el perdón y la sabiduría.

La enemistad entre Enki y Enlil provocó la llamada "Guerra de los Dioses", siendo Enki y su legión expulsada, Sumeria destruída, y Enlil apoderándose de este planeta (hasta la actualidad) bajo las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo, islamismo).

El número sagrado de este gran dios y salvador, es el 40. Y sus símbolos sagrados son el cordero, el águila y el pez.

Otras culturas conocieron a Enki bajo el nombre sincretizado de:

  • Prometeo
  • Lucifer
  • Quetzalcóatl
  • Diferentes concepciones egipcias (fue desglosado): Ptah-Osiris-Thot

En la publicación de aquí abajo, usted podrá conocer en detalle la historia y conexión del gran dios Enki, con las figuras de Prometeo y Lucifer, quienes preservaron el antiguo secreto milenario de las tablillas mesopotámicas originales:


Nanna / Sin


Nanna, también llamado Sin, hijo primogénito de Enlil y Ninlil. Dios y señor de la astronomía, la astrología, y los secretos del cielo. Su nombre en cuneiforme es: "𒀭𒋀𒆠".

Sus principales centros de culto se encontraban en Ur y Harran, y los registros más antiguos de su adoración datan del año 3.000 a.n.e, influyendo posteriormente en la Arabia preislámica. El rey Sargón de Acadia nombró a su hija, la princesa Enheduanna (𒂗𒃶𒌌𒀭𒈾), como Suma Sacerdotisa del dios Nanna, y quien expandió su culto en esa región, escribiendo himnos, cánticos y poemas. Gracias a este labor, Enheduanna pasaría a la historia como la primera mujer escriba y escritora de todos los tiempos. Ur-Nammu (𒌨𒀭𒇉), otro de los grandes reyes sumerios, y quien se caracterizó a su vez por unificar y reconstruir Mesopotamia, iniciando una nueva etapa de esplendor, fue devoto de Nammu, e incluso construyó grandes zigurats en su honor alrededor del año 2.100 a.n.e.

Nanna estaba subordinado a su padre, el gran dios Enlil, y fue retratado como un anciano de barba larga y azul (generalmente hecha con lapislázuli), que cruza el cielo nocturno en su barco luminoso, en ocasiones cabalgando sobre un toro alado. Su representación más característica fue la media luna y el trípode (que puede ser un candelabro). En los sellos cilíndricos se le representa como un anciano con una barba ondulada y el símbolo de la media luna.

Este dios fue muy importante ya que le enseñó a los hombres los ciclos y fases lunares, y por ende, el calendario lunar. También era admirado por su sabiduría y por ser la simiente de Enlil. También era conocido como el "Maestro del Tiempo". Nanna aparece en muchos himnos y textos rituales como una deidad vinculada a la fertilidad. El origen de esta función podría estar relacionado con la proximidad entre el ciclo de la luna y el ciclo menstrual.

Su esposa fue "Ningal" ("Gran Dama", hija de Enki y Ninḫursaĝ), y ambos engendraron a "Utu" e "Inanna", quienes también se convertirían en importantes figuras de culto dentro del panteón mesopotámico. De hecho, Nanna y sus hijos formarían la sagrada trinidad sumeria menor. 

Su número sagrado dentro de la jerarquía Anunnaki, es el 30.


Ninḫursaĝ / Ninmah / Damgalnuna


Ninḫursaĝ es otra de las deidades más importantes dentro del panteón sumerio, puesto que estuvo involucrada directamente en la creación del hombre, siendo la asistente (y esposa) de Enki. Su nombre en escritura cuneiforme es: "𒊩𒌆𒉺𒂅". También se le conoció como "Nintu" (madre del nacimiento) y "Belet-Ili" (señora de los dioses).

Ninḫursaĝ estuvo presente en la asamblea de los dioses Anunnaki, para cuando éstos querían encontrar una solución ante el problema de los Igigu. En la asamblea, los dioses votaron unánimemente para que Enki liderase este proyecto, siendo Ninḫursaĝ su asistente. La creación del humano se realizó específicamente en la ciudad de Nippur, en la cual los sumerios describieron que existía una “fábrica de carne”, que no era más que un laboratorio. Enki y Ninḫursaĝ mezclaron "la sangre y la carne de los dioses" con la "arcilla", y luego inseminaron artificialmente a las diosas parteras, para que éstas pudiesen gestar al hombre durante 9 meses. Sin embargo, los primeros resultados de este experimento fueron negativos, las fórmulas genéticas no permitieron obtener individuos sanos, sino que hombres enfermos y con fallas genéticas. Se nos dice que los primeros humanos tenían “pies inválidos”, “piernas paralizadas”, “dificultad en articular las manos”, “seres que no podían retener la orina”, “hermafroditas”, “columnas vertebrales débiles" etc. Pero la sabiduría inmutable de Enki permitió que este proyecto resultase exitoso, y que el hombre naciera sano. Aquí vemos nuevamente la astucia e inteligencia de Enki, quien logra dar solución a los problemas más complejos. Se nos dice que el código genético utilizado por Enki, era una "fórmula mágica". Ninḫursaĝ se encargó vigilar la gestación del hombre. Cuando llegó el mes de dar a luz, ella realizó una cesárea a cada una de las diosas parteras, puesto que los textos nos dicen que: 

"Ninḫursaĝ desenvainó un filo y descubrió algo bajo el vientre" ¡Su rostro brillaba de alegría! Después se cubrió la cabeza y procedió a cortar los cordones umbilicales. De las catorce matrices reunidas por la sabia experta: siete produjeron machos, y siete produjeron hembras”.

 

Continuando con el hilo anterior; este acontecimiento también fue narrado por la religión griega, ya que en sus textos sagrados se nos dice que Prometeo (Enki), creó al ser humano de la arcilla en compañía de la diosa Atenea (Ninḫursaĝ). 

Por su participación activa en la creación del hombre, Ninḫursaĝ fue bautizada bajo el epíteto de "Mami" o "Mama", que significa "Madre" en sumerio, y por ende cobró popularidad como la "Diosa Madre". 

Sin embargo, con el pasar de los milenios, Ninḫursaĝ traicionó a la humanidad al haber apoyado la decisión de Enlil en querer destruir al hombre con un diluvio. Tras ver la masacre desatada por su cuñado, Ninḫursaĝ se arrepintió de haber tomado tal postura, lloró triste y amargamente durante horas, y ofreció sus disculpas mientras la conciencia y la culpa le carcomían. Incluso maldijo el día en que apoyó el diluvio, y fue una de las primeras deidades en volver a la Tierra para enmendar sus errores, sobre todo cuando descubrió que la humanidad aún seguía viva gracias a la ayuda de Enki. Ninḫursaĝ se transformó en la diosa de las cosechas, la agricultura y la fertilidad, ayudando nuevamente a construir el mundo de los hombres.

Sus principales santuarios estaban ubicados en las ciudades de Kiš, Lagaš, Nimrud y Tell Ubaid, y el registro más antiguo de su adoración data alrededor del año 3.200 a.n.e.

Como mencioné anteriormente, Ninḫursaĝ es también la esposa de Enki, y entre los varios hijos que tuvieron, se destaca principalmente a "Marduk".


Inanna / Ishtar


Innana, también llamada Ishtar; diosa estratega, patrona de la política, la guerra y los grandes reyes, su nombre en cuneiforme es: "𒀭𒈹".

Inanna es una mujer independiente que hace lo que quiere, a menudo sin tener en cuenta las consecuencias de sus actos, y manipula, amenaza o intenta seducir a otros para solucionar las dificultades que crea su comportamiento. Inanna fue representada con frecuencia como una diosa guerrera fuertemente armada, casi siempre acompañada de un león, denotando coraje. 

Inanna es la imagen de una mujer joven y hermosa, la cual está plenamente consciente de su poder y de sus atributos femeninos. Se enfrenta a la vida con valentía, astucia, e incluso muchas veces con cierta imprudencia y arrogancia, sin temor a lo que digan los otros dioses, en especial los del sexo masculino. De carácter violento y siempre ansiosa por el poder; se para junto a sus reyes favoritos mientras los guía en el campo de batalla. De este modo fue como llevó a "Sargón el Grande" (2.270 a.n.e) al poder, transformándolo en el rey supremo de toda Mesopotamia. 

De hecho, el rey Sargón siempre declaró ser devoto de Anu e Inanna, proclamándolos como la fuente de su autoridad, y durante su mandato de 56 años se construyeron múltiples templos en su honor, además de himnos y poesías.

Inanna es igualmente aficionada a hacer la guerra como a hacer el amor: "La batalla es un festín para ella". El aspecto bélico de la diosa tiende a expresarse en contextos políticamente cargados en el que se elogia a la diosa en relación con la autoridad real y el poderío militar. Sus rituales involucraban actos sexuales y prostitución sagrada, muchos de ellos llevados a cabo en importantes fechas, como los equinoccios de otoño. Inanna era una diosa amante, una guardiana del amor libre cuyo ardor vengativo no conoce límite.

A pesar de ser una mujer independiente y de fuerte carácter, Inanna también se unió al lazo del sagrado matrimonio, casándose, a petición de su hermano con el dios Tammuz. Sin embargo, Inanna nunca fue una esposa ejemplar debido a su rebeldía innata y pasión incontrolable, a menudo rechazaba a su esposo, de igual modo se negó a transformarse en madre.

En el texto; "El Descenso de Inanna al País sin Retorno", se narra la muerte de Tammuz como consecuencia de las acciones de Inanna, quien viajó al "reino de los muertos" (el Irkalla) con el objetivo de expandir su poder, y al mismo tiempo, intentar derrocar a la reina Ereixkigal (𒀭𒊩𒆠𒃲), a quien consideraba su mayor rival. Sin embargo, Inanna resultó asesinada en tal contienda. La noticia llega a los oídos de los grandes Anunnaki: Anu, Enlil, Nanna y Enki, los tres primeros se niegan en ayudar a Inanna, argumentado que ella misma fue la responsable y culpable de su propio destino, sin embargo, Enki se mostró preocupado, y fue quien socorrió a la diosa, resusitándola con el agua de la vida. El problema es que nadie puede salir del Inframundo ni escapar de la muerte, y dado que Inanna fue resucitada; se requería que otra alma reemplazáse su lugar en el Inframundo. En efecto, Inanna vuelve temporalmente al mundo de los vivos, custodiada por siete demonios guardianes del infierno para asegurarse de que la búsqueda de un "sustituto" vaya bien. Inanna termina escogiendo a su esposo Tammuz, quien sería atrapado, torturado y asesinado por los demonios, pudiendo Inanna volver a la vida.

Los textos siempre mostraron a Inanna de esta forma: luchando constantemente por obtener más poder del que se le había asignado. Por ejemplo, en una ocasión, Inanna se acerca al mismísimo Enki para quejarse de que no tiene suficiente poder ni autoridad. Enki responde diciéndole que ella ya tiene suficiente, y que él no necesita asignarle uno nuevo. En otro relato, Inanna viajó desde Uruk hasta Eridú para ver a Enki e intentar robarle los Meh, para ello, se encargó de emborracharlo y dormirlo. Luego, Inanna huye de Eridú en su "Barco del Cielo" y Enki envía a sus guardianes para detenerla, dado a su astucia, Enki decide compartir un poco de estos secretos con ella. En otro texto, Inanna pretende apoderarse del Templo del Cielo de Uruk, lo cual llegó a oídos del propio Anu. Anu se sorprende de la arrogancia y del deseo de poder de Inanna, y le concede parte del Templo, llevando a sus sacerdotisas. Quien no soportó la actitud arrogante y ambiciosa de Inanna, fue el mismísimo Enlil, quien encolerizado con la diosa, destruyó completamente el Reino de Acadia, relato que quedaría plasmado bajo el nombre de "La Maldición de Agadé", reduciendo la tierra de Inanna a cenizas.

Inanna tenía templos en Nippur, Lagash, Shuruppak, Zabalam, Ur y su centro de culto principal; Uruk, compartiendo el Templo de los Cielos con Anu.

Nombre sincretizados por otras culturas, casi todas relacionadas a una dualidad que armoniza el amor, el sexo y la guerra:

  • Astarte 
  • Astarot 
  • Afrodita 
  • Venus
Utu / Shamash


Utu, también llamado Shamash, hijo de Nanna y hermano de Inanna, señor del disco solar y patrón de la justicia, quien le entregó la ley a la humanidad. 

Los documentos más antiguos que le mencionan, datan alrededor del año 3500 a.n.e. Sus templos principales, ambos conocidos como "E-babbar" ("Casa Iluminada"), estaban ubicados en Sippar y en Larsa. Utu fue una deidad generosa y amable, en diferentes textos se le ve como una figura que tiende a ayudar a quien lo necesite, contrastando con la figura arrogante y violenta de su hermana, además tiene un apego con los asuntos del hombre.

Por lo general, Utu es representado como un anciano de largas barbas, de cuyos hombros emanan rayos de luz. También se le representa con la imagen del disco solar. La mayoría de los textos sagrados sobre Utu, enfatizan en su carácter amable y generoso. Y un aspecto principal de su personalidad, fue el interés directo con los asuntos de los humanos. Uno de los primeros reyes legendarios de Uruk se describe así mismo como un "hijo de Utu", y Utu actuó como protector especial de varios reyes. También se presentó para hablar con Ziusudra tras el diluvio universal de Enlil, guiando su arca. En el "mito de Etana", el héroe le pide a Utu que ayude a su esposa para dar a luz, al mismo tiempo, un águila y una serpiente enemistadas también están pidiendo su ayuda. El dios se encarga de cada solicitud de manera justa y cuidadosa. También combatió junto a Gilgamesh para derrotar a "Humbaba" (𒄷𒉿𒉿), dios demonio de Enlil. Utu también intentó ayudar a Tammuz cuando éste era arrastrado por los demonios del País sin Retorno, en consecuencia de los actos de su hermana. Finalmente, Utu bajó de los cielos para entregarle al hombre las leyes y la justicia.

Utu tiene una relación cercana con Tammuz, y fue él el responsable de convencer a Inanna para que lo escogiera como esposo. Resulta que Inanna tenía dos pretendientes; Enkimdu, el agricultor o granjero, y Tammuz, el pastor. Ambos dioses realizaron ofrendas con sus mejores productos, con la intención de ganar el favor de la diosa. Al principio, Inanna prefiere a Enkimdu, pero Utu gradualmente la persuade de que Tammuz es la mejor opción, argumentando que, por cada regalo que el agricultor puede darle, el pastor puede darle uno mucho mejor. Al final, Inanna se casa con Dumuzid. Este relato fue una de las dos historias mesopotámicas que influyeron la creación del mito judío de "Caín y Abel" (el otro es: "Debate entre Verano e Invierno), ya que ambas historias se centran en un agricultor y en un pastor que compiten por el favor divino, y, en ambas historias, la deidad en cuestión finalmente elige al pastor.

También se describe que Utu se movía a través de los cielos mediante su carro divino.

Su número sagrado en la jerarquía Anunnaki es el 20.


Marduk


Marduk, primogénito de Enki y Ninhursag, señor de la gloriosa palabra de poder, guardián de la Tierra, maestro de la magia y rey sacerdote-guerrero por naturaleza, comandante de los cuatro vientos y patrón de Babilonia. Su nombre en cuneiforme es: "𒀭𒀫𒌓".

Marduk es una de las deidades mesopotámicas más poderosas del panteón. Famoso por dominar las ciencias mágicas y por ser un guerrero de atributos innatos, quien lideró exitosamente la guerra contra la diosa Tiamat, venciendo también a los ejércitos de Kingu. Debido a esta labor, los grandes dioses le otorgaron 50 nombres de poder. 

Fuentes escritas informan sobre la sabiduría de Marduk, su arte de curación y su poder contra hechizos y enfermedades. A menudo es llamado "Pastor de Dioses", debido a su rol como juez y mediador. En su honor, se construyeron los más grandes y complejos Zigurats de la antigüedad, convirtiéndose en obras cumbres de la arquitectura mesopotámica, tal como es el caso del "Esagila" (𒂍𒊕𒅍𒆷: "Templo cuya cima es elevada"), y el "Etemenanki" (𒂍𒋼𒀭𒆠: "El templo de la creación del Cielo y de la Tierra"), éste último sirvió como inspiración para el mito de la "Torre de Babel", debido a sus gigantescas dimensiones y gran altura.

El Enuma Elish cuenta la historia del ascenso de Marduk al poder. Al principio de los tiempos, el universo era un caos arremolinado e indiferenciado, que se separaba en dos deidades: Apsu y Tiamat. Estas dos deidades luego dieron a luz a todos los demás dioses. Tiamat amaba a sus hijos, pero Apsu no. Finalmente, Apsu tomó la decisión de matar a todos los dioses y de destruir todo rastro de la creación. Tiamat horrorizada ante los propósitos de su esposo, se le contó a Enki. Enki consideró que la solución era asesinar al dios Apsu, y astutamente, así lo hizo. Sin embargo, Tiamat nunca esperó que Enki tomáse tal decisión, y por eso le declaró la guerra a todos los Anunnaki, levantando un ejército de caos para ayudarla. Al frente de sus fuerzas, colocó al dios Kingu, su nuevo consorte. Marduk lideró la guerra contra estos dioses y salió victorioso.

Su creciente popularidad se debió principalmente a que Marduk fue visto como una deidad accesible, que se preocupa por los seres humanos y su sufrimiento. Junto con Enki y Utu formaron una trinidad de dioses que protegen al hombre ante cualquier desgracia, enfermedad y maldición. Nuevamente, aquí tenemos la imagen de una sagrada trinidad. 

Marduk fue popular en Babilonia, sin embargo, sus orígenes son aún más antiguos puesto que su imagen proviene del dios  sumerio "Asaruludu", quien fue elevado como dios supremo de Babilonia bajo el nombre de "Marduk".


Nammu


Nammu, la matriarca de los Anunnaki y diosa primigenia. Fue consorte de Anu y ambos engendraron a Enki. Su nombre en cuneiforme es: "𒀭𒇉"

Los registros más antiguos sobre su culto datan del año 3500 a.n.e., principalmente en la región de Ur. Siendo venerada durante miles de años, no es de extrañar que antiguos reyes declarasen su devoción y entrega, como "Ur-Nammu" (2112 a.n.e), monarca de grandes hazañas, quien se refirió a sí mismo como un "servidor de la diosa nanmu"El rey de Uruk, Lugal-KISAL-si (2340 a.n.e), dedicó un templo a la diosa.

Se sabe muy poco sobre Namma, además de que pertenece a la generación más antigua de deidades mesopotámicas, y que está asociada con el panteón de Eridu. Es conocida principalmente por su papel de diosa madre. Siempre se le representó con rasgos y atributos de reptil, incluso posee un cráneo alargado, muy común en la representación de los dioses reptil de Mesopotamia, de hecho se han encontrado estatuas con más de 6.000 años de antigüedad de estos seres.

La imagen de Nammu sosteniendo a un Enki lactante sobre sus brazos, ha sido inspiración para varias religiones posteriores, como la figura de María y Jesús o Isis y Horus, personajes que reflejan a una madre devota y protectora con su hijo, quien es el salvador y benefactor de la humanidad.


Ishkur / Adad


Ishkur, también llamado Adad, emisario de Enlil y responsable de azotar a la humanidad con pestes y sequías. Su nombre en cuneiforme es: "𐎅𐎄𐎆".

Se consideró capaz de causar inundaciones y devastación generalizada, y a menudo su rabia era representada mediante las símbolos del toro y el rayo. En monumentos y sellos de cilindro,  se le presenta como un dios guerrero quien siempre porta armas y armadura. En los himnos y poemas en su honor, predominan los aspectos sombríos de su carácter.

Cuando Enlil quizo deshacerse de la humanidad, Ishkur fue su principal emisario, encargándole la tarea de provocar sequías y escasez de alimentos, además de destruir los campos y las cosechas. Los textos narran que los efectos de su ira fueron devastadores. Por suerte, Enki logró intervenir a tiempo, y de manera astuta persuadió a Ishkur de que cesáse tal tarea, llegando incluso a compadecerse del ser humano. De este modo, Ishkur enmendó sus errores devolviéndole la paz y la prosperidad a los hombres, ganándose el epíteto de: 

“El que hace crecer las plantas y el que las destruye”, 

 

(haciendo alusión a su función de dios destructor pero compasivo, quien destruyó las cosechas y los campos pero que luego ayudaría a recuperarlos). 

Cuando Enlil retorna a la Tierra y observa el fracaso de Ishkur en su tarea de azotar a la humanidad, se irrita y encoleriza profundamente. Enlil decide despojar a Ishkur  de su cargo y lo envía de regreso al Reino de los Cielos. Debido a este suceso, Enlil decide destruir y castigar a la humanidad personalmente, causando estragos peores que los de Ishkur.

Por su personalidad dual, de dios violento y poderoso, pero al mismo tiempo compasivo y piadoso, Ishkur también fue adorado, respetado y temido en muchas ciudades importantes de Mesopotamia. Sus principales centros de cultos estaban en las ciudades de Bit Khakhuru, Ebla y Mari.


---- o ----

No hay comentarios.:

Publicar un comentario