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viernes, 8 de noviembre de 2019

Satanás NO existe, el Diablo NO existe


Teológicamente hablando: no existe ninguna prueba sólida que pueda argumentar la existencia de un ser llamado "Satanás", ni mucho menos de uno llamado "Diablo", ya que éstos jamás aparecen en las escrituras originales.

Las concepción errónea de esta creencia, se debe a  una serie de modificaciones y deformaciones que las escrituras bíblicas han sufrido a lo largo de la historia, principalmente llevadas a cabo por acción de la Iglesia Católica Romana y Medieval: castas que han tergiversado muchos pasajes bíblicos para poder tener control sobre sus seguidores, sobretodo en aquella época oscura en donde la Iglesia controlaba absolutamente cada aspecto de la sociedad, siendo la hoguera el destino de quiénes cuestionasen dicha autoridad y potestad.

De hecho, y aunque parezca extraño: los judíos (que comparten el Antiguo Testamento con los cristianos) no apoyan la existencia de este ser, puesto que los judíos no creen en Satanás, ni tampoco creen en el Diablo, ellos mismos saben que este es un invento realizado por la Iglesia Cristiana y que no tiene ningún sustento teológico, más que las deformaciones perpetuadas con el tiempo. 

En esta publicación veremos pruebas irrefutables y concretas, teniendo a la biblia como principal fuente detractora.


Índice de la investigación:

  1. Introducción
  2. Satanás no existe, el Diablo no existe: pruebas bíblicas
  3. ¿Cuál es la visión judía (original) de "Satanás"?
  4. El nacimiento de Satanás: Cómo la Iglesia construyó la imagen del Diablo


Introducción


En la Edad Media, un altísimo porcentaje de la población era analfabeta: no sabía leer ni escribir, tampoco existían escuelas, bibliotecas ni universidades públicas, a diferencia de lo que ocurría por ejemplo en la Antigua Grecia, en donde el saber, la educación y la ciencia eran un derecho para toda la población.  En cambio, la Iglesia Cristiana eliminó y suprimió todo derecho educacional, y por supuesto; la capacidad de pensar libremente. Los únicos que podían tener acceso a la educación, eran los altos oligarcas junto con el poder eclesiástico, es decir; los clérigos y monjes, y estos obviamente recibían una formación basada netamente en las escrituras bíblicas, las cuales después enseñaban a una sociedad, que en su ignorancia y desconocimiento, creían plenamente lo que escuchaban. Sumado a esto, la corrupción papal de aquel entonces era abominable y grotesca, y no es coincidencia que sus altos mandos estuviesen involucrados en la tergiversación de los textos bíblicos.

Generalmente, las personas comunes vivían en precarias condiciones, soportando abusos y maltratos por parte de los estratos jerárquicos más altos, sumado a los cuantiosos y diversos tipos de impuestos que debían pagar, (al parecer aún vivimos en la Edad Media), sumado a ello: las malas condiciones sanitarias de la población favorecían la rápida difusión de epidemias, enfermedades y pestes (la iglesia prohibió ducharse puesto que estar desnudo era un pecado, además de ser costoso). Los intelectuales, pensadores y científicos eran perseguidos, y quienes mostraban el acto más mínimo de desobediencia (aunque no se pudiese demostrar su culpabilidad con ninguna prueba) sufría horribles torturas, vejaciones y ejecuciones, sumado a ello; las guerras eran pan de cada día. La Edad Media se caracterizó por ser un caldo de cultivo en donde todo se consideraba herejía y pecado, los castigos eran crueles y súmamente dolorosos, y por lo general terminaban ocasionando graves infecciones, y finalmente la muerte. La población estaba desterrada a un abismo oscuro, cargado de ignorancia, sumisión y desconocimiento.  

Sin embargo, dentro de todo este ambiente impregnado de caos y terror, la Iglesia Católica gozaba de lujos, poder e impunidad. Casi las únicas personas que sabían leer, eran los clérigos y monjes, y eran ellos quienes controlaban todo el saber de este período. La Iglesia manejaba la política, la sociedad, la economía, y se codeaba con los monarcas más poderosos de la época, y son múltiples las fuentes que nos enseñan el alto nivel de corrupción de estas comunidades. Bajo este contexto, la Iglesia logró adoctrinar a la población, cegándola por completo, una población a la que no podemos comparar con otra cosa que un triste ganado. 

Imaginen que un sacerdote, que representaba la autoridad y el poder máximo de la época, fuera a la casa de una persona común y corriente con un cuadro abominable de Satanás, y le dijera a los pobres campesinos analfabetas que si no seguían a la iglesia y sus mandatos, o que si no diezmaban, "Satanás el Diablo" los torturaría a ellos y a sus hijos por el resto de la eternidad:



Generalmente, la Iglesia utilizaba el miedo como arma de control y manipulación: el miedo al infierno, el miedo a la furia de Dios, el miedo al pecado, y finalmente, el miedo al Diablo y sus secuaces demonios. El arte se transformó en una herramienta para lavar cerebros; el Diablo o Satanás era retratado de las más horribles formas, y se amenazaba continuamente a la población con su furia. Pero... ¿de dónde viene este personaje? 

Lamento decir que la Biblia no es un libro inspirado por dios, de hecho; se encuentra lejos de ser un libro divino. 

Si hacemos un exhaustivo y muy profundo análisis de "mitología comparada", entre creencias, religiones y textos de diferentes culturas, notaremos fácilmente que el contenido de la Biblia se encuentra cargado de plagio y sincretismo, y; por más fe que usted tenga, (probablemente impuesta desde nacimiento por su familia o círculo cercano), es innegable el hecho de que la biblia tomó narraciones, anécdotas e historias mucho más antiguas, modificando su contenido, cambiando personajes, tergiversando su significado y editando a conveniencia. Esto comenzó por los judíos a partir de la monarquía tardía del Reino de Judá (600 a.C. aprox) y se intensificó a principios de nuestra era, con el nacimiento de la religión cristiana romana y luego medieval.

Nota: Si usted quiere conocer las pruebas más solidas e irrefutables que argumenten lo anterior dicho, puede visitar esta investigación haciendo click en el siguiente link:


¿Por qué menciono esto? Porque a diferencia de la gente medieval, que estaba sometida bajo el yugo de la Iglesia Católica, y que por ende, no podían leer la Biblia por sí mismos ya que simplemente se les prohibía (al estar en manos únicamente de la elite medieval); los intelectuales y estudiosos de los últimos siglos sí han podido tener acceso a todas las escrituras bíblicas, y analizarlas libremente. Por otro lado, la ciencia moderna ha realizado descubrimientos arqueológicos extraordinarios, logrando hallar diferentes papiros, documentos, tablillas y libros que durante milenios se creían perdidos e inexistentes. Estos descubrimientos nos han permitido acceder a las creencias y religiones de culturas tremendamente más antiguas que el cristianismo y el judaísmo.

Gracias a ello podemos quitarnos el velo de los ojos y saber realmente lo que se oculta en la supuesta "palabra de dios", la cual más bien ha funcionado como arma de manipulación y control de masas, causado un daño terrible a la historia de la humanidad (masacres, genocidios, exterminios, persecuciones, siglos de oscurantismo y anticiencia).

Por ello es que recomiendo empedernidamente leer la investigación ya citada, ya que hoy me centraré exclusivamente en cómo la Iglesia ha inventado el mito de "Satanás" o "El Diablo", incluso utilizaré la mismísima biblia como fuente principal.

Cabe decir que yo soy retractor y fiel crítico de las religiones abrahámicas (judaísmo, islamismo, cristianismo), pero, para poner en evidencia precisamente este engaño, es necesario acudir y estudiar la teología judía del antiguo testamento, puesto que éstos son los escritos originales que los cristianos más tarde modificarían, naciendo así el Nuevo Testamento. 

De hecho, si usted realiza una búsqueda simple en internet, y sobretodo en páginas judías, se encontrará con comentarios como estos:

“Los judíos no creemos en el diablo, satanás, lucifer, ángel caído o como quiera que le gusten llamar a ese ser, por la simple y sencilla razón de que NO se le menciona en ningún escrito sagrado para el judaísmo, como es la Toráh”. 

“En la creencia cristiana, Satanás es un ángel caído que tiene libre albedrío y se rebela contra Dios. El punto de vista judío es muy diferente… la palabra Satanás en hebreo literalmente significa  “adversario”.

“(Pregunta) Tengo una pregunta acerca de las referencias a Satanás en el Antiguo Testamento. Mencione en mi clase que Satanás es una figura de la tradición judeo-cristiana y uno de mis alumnos judíos rotundamente dijo que los judíos no creen en Satanás ni en el infierno y que la referencia a Satanás no existe en la Toráh. 
(Respuesta) Su estudiante está en lo correcto al decir que ninguno de esos nombres se encuentra en la Tora”. 

“En la Torá tampoco sale ningún oponente de Dios. En Isaías tampoco -el asunto de Lucifer no es tanajíco sino una "interpretación cristiana" obra de Jerónimo y su Vulgata-” “El concepto de "satanás" como ente particular no existe en el Judaísmo”.

Todo esto lo analizaremos ahora en completa profundidad y detalle.

Satanás no existe. El Diablo no existe
Pruebas bíblicas


En ningún versículo bíblico aparece escrito el nombre Satán o Satanás, y eso lo comprobaremos a lo largo de esta investigación.

Claro, usted puede tomar ahora mismo un ejemplar de la biblia y verificar que sí se encuentra escrito el nombre Satanás, y de hecho, en múltiples pasajes, pero recuerde, y por ello dije todo lo anterior en la introducción: las biblias actuales han sido profanadas y manipuladas a conveniencia de los líderes religiosos.

Entonces, ¿A qué se debe esta confusión? o más bien: ENGAÑO.

En el Antiguo Testamento (escrito en lengua hebrea), aparece la palabra "שָּׂטָן", cuya pronunciación es "shatan", y de aquí proviene su correspondencia a otros idiomas, como "satán" en español, y "satanás" en griego.


Sin embargo, la palabra shatan es sencillamente un adjetivo, cuyo significado es "opositor", además proviene del verbo hebreo "לְשָׂטָ֖ן", que significa "oponerse". En efecto, esta palabra jamás se utilizó en la Biblia Hebrea como nombre propio, puesto que es un adjetivo cuyo significado es simple: "opositor". También tiene otros sinónimos, dependiendo del contexto: 

  • "adversario" 
  • "enemigo" 
  • "acusador"
  • "rival"

Por lo tanto, la palabra satán podría ser empleada por cualquier persona que se opone o enemista con otra. Recalco, satán no es un nombre, es un adjetivo cualquiera. Por ejemplo, en un partido de fútbol, cada equipo participante es un "satán" del otro.

Para entenderlo mejor y con base teológica, citaré un versículo bíblico en donde se utiliza la palabra satán: Números 22:32. En este pasaje, un Ángel enviado por el Señor se declara asi mismo como "satán", al reprender la actitud agresiva que tuvo un hombre llamado Baalam, quien estaba azotando a su asna. Primero en español:
"y el ángel del Señor le dijo: ¿Por qué has golpeado a tu asna tres veces? Mira, yo he salido como adversario, porque tu camino me era contrario"
Para poder entender este versículo y ver claramente el uso de la palabra "satán" como adjetivo, debemos analizar el pasaje en hebreo, su idioma original, el cual dice:
אָנֹכִי֙ יָצָ֣אתִי שָּׂטָן כִּֽי־יָרַ֥ט הַדֶּ֖רֶךְ לְנֶגְדִּֽי
Si pueden notar, en el pasaje hebreo se usó la palabra "שָּׂטָן", que como mencioné anteriormente, se translitera al español como "satán", que significa adversario, opositor, rival, enemigo, acusador. 

¿Acaso estamos hablando de que el Ángel enviado por el Señor para reprender a Baalam, era el "mísmismo Satanás el diablo"? NO. En este pasaje el Ángel del Señor se presentó como "satán", porque estaba en contra de la actitud violenta y desmedida que Baalam tuvo con su asna. 

Por lo tanto, si mezclamos ambas lenguas, sustituyendo la palabra en español "adversario", por el original "שָּׂטָן" en hebreo, tenemos:
”Mira, yo he salido como "שָּׂטָן" (satán=adversario, opositor), porque tu camino me era contrario”.
Incluso aquí adjunto una transliteración de este versículo bíblico, para que se vea el uso de satán como adjetivo. He encerrado la palabra satán en el cuadrado rojo. Aprecie como el traductor le dio el significado de "adversario" a satán, porque es eso lo que realmente significa (recuerde que el hebreo se lee de derecha a izquierda):




Zoom:



En otros idiomas, la palabra satán también fue traducida como adversario u opositor, siempre empleándose como adjetivo, jamás como nombre personal. Sería ilógico e increíblemente estúpido pensar que el señor envió a Satanás para reprender a Baalam, simplemente el ángel dijo ser satán, porque era un adversario u opositor de la actitud de este personaje. 

En inglés:
"Behold, I have come out as an adversary (adversario), because your way was contrary to me".

En francés:
"Voici, moi, je suis sorti pour m'opposer (opositor) à toi, car ton chemin est pervers devant moi".
En italiano:
"Ecco, io sono uscito come tuo nemico (enemigo) perché la via che batti è contraria al mio volere"

Todos los idiomas, al igual que el español, tradujeron la palabra satán como adversario/opositor/enemigo, ya que es esa la raíz etimológica empleada en la biblia.

Otro ejemplo bíblico en donde se usa la palabra satán: 

1 Reyes 11:14, en español:
"Entonces Jehová levantó un adversario contra Salomón, Hadad el Edomita; éste era del linaje real en Edom".
En hebreo:
וַ יָּ֨קֶם יְהוָ֤ה שָׂטָן֙ לְ שְׁלֹמֹ֔ה אֵ֖ת הֲדַ֣ד הָ אֲדֹמִ֑י מִן זֶּ֧רַע הַ מֶּ֛לֶךְ ה֖וּא בֶּ אֱדֹֽום׃


En el caso anterior nuevamente se utilizó la palabra satán para describir a un adversario, en este caso a Hadad, un enviado de Yahvé para reprender la actitud del rey Salomón, quien adoraba a otros dioses.

De hecho, la Biblia narra que Salomón tuvo dos satán, es decir, dos enemigos o adversarios: Hadad el edomita y Rezon el sirio, ya que en 1 Reyes 11:23-25 leemos:
"Dios también levantó por adversario contra Salomón a Rezón, hijo de Eliada, el cual había huido de su amo Hadad-ezer, rey de Soba. Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después fueron a Damasco y habitaron allí, y le hicieron rey en Damasco. Y fue adversario de Israel todos los días de Salomón; y fue otro mal con el de Hadad, porque aborreció a Israel, y reinó sobre Siria".
Aquí adjunto la transliteración original, del versículo 23 y 25 en donde vemos claramente que se usó la palabra satán como adjetivo, al igual que en toda la biblia:



Otro pasaje bíblico en donde evidenciamos su uso: 1 Reyes 5:4:
"Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues no hay adversarios ni mal que temer".
En hebreo:
וְ עַתָּ֕ה עַתָּ֕ה יְהוָ֧ה אֱלֹהַ֛י לִ֖י מִ סָּבִ֑יב אֵ֣ין שָׂטָ֔ן וְ אֵ֖ין פֶּ֥גַע רָֽע׃



¿Cuál es la visión judía original de "Satanás"?

La Teología judía jamás ha enseñado la existencia de un ser llamado Satanás, y sus argumentos contrastan enormemente la cosmovisión cristiana que estamos acostumbrados a oír. Incluso ellos niegan tajantemente que Yahvé o Dios pueda tener un enemigo como el Satanás cristiano, a quien ven como un simple y maléfico invento. 

Usted se podría sorprender aún más de lo que dice la teología judía con respecto a la imagen de este ser. Para ello, he recopilado información de fuentes judías oficiales y de alto prestigio entre los círculos hebreos, como "jewsforjudaism", "jewinthecity" y "enlacejudío", junto con diversas publicaciones hechas por rabinos y estudiantes judíos de la biblia. Ellos tienen dos cosmovisiones sobre satán:

  • La primera es la misma que mencioné arriba: satán es simplemente una palabra, más precisamente un adjetivo, el cual significa en su idioma original: opositor, enemigo, adversario, acusador. Cualquier persona podría ser un satán (o satanás del griego) si se enemista con otra, incluso los ángeles de Yahvé fueron un satán cuando se opusieron a la actitud de ciertos humanos, al igual que los enemigos del rey Salomón. En el Tanaj (Biblia Hebrea) jamás se utilizó la palabra satán como nombre propio, ni mucho menos para referirse a este supuesto enemigo de dios. Prueba de ello son los múltiples pasajes bíblicos en donde se utiliza la palabra "שָּׂטָן" como adjetivo, la cual proviene del verbo "לְשָׂטָ֖ן", que significa "oponerse", y por lo tanto: "opositor".   

El segundo argumento es más sorprendente para quienes no estén familiarizados con la teología hebrea, y esto nos da a entender que los cristianos efectivamente tergiversaron y modificaron los textos originales. Incluso, los cristianos más fanáticos tratan a los judíos de ser "satánicos" o de adorar a "Satanás" por esta visión (¡que de hecho es la visión original!).

Todo radica en la postura que tienen los judíos sobre cierto ángel de Yahvé: "el ángel acusador", el cual es nombrado en el "Libro de Job" y en el "Libro de Zacarías" (que analizaré más abajo). Efectivamente, tanto la teología judía como cristiana enseñan que los ángeles tienen diferentes roles y asignaciones, y que todos sirven a la voluntad de Dios. Sin embargo, estos pasajes bíblicos son la principal fuente de conflicto entre ambas religiones; para los cristianos, es prueba de la existencia de Satanás, para los judíos, este ángel no es el diablo ni tampoco es un ser malvado, al contrario; cumple con la voluntad de Dios, además también recalcan que la biblia utilizó la palabra shatan como adjetivo y no como nombre propio, por lo que no podríamos hablar de una especie de "diablo":
  • En los textos originales de Job y Zacarías (que ya analizaré más abajo), aparece un ángel al que se le llama "acusador", y para referirse a él, los escribas bíblicos utilizaron el adjetivo hebreo "שָּׂטָן", y dado al contexto de ambas situaciones, se traduce esta vez como "acusador". Para los judíos, el ángel acusador es en realidad un ángel como cualquier otro, un siervo de Dios con un trabajo asignado que hacer. Su trabajo es algo así como el fiscal de distrito: procesa nuestros pecados en la sala del tribunal celestial. Eso no lo hace malvado, tampoco es un ángel caído ni rebelde, es simplemente un ángel de Dios que tiene el objetivo de oponerse y acusar, es por ello es que se utilizó la palabra שָּׂטָן y no otra, cosa que también vimos Números cuando el ángel de Yahvé se opuso a Baalam, en ambos pasajes se utilizó la misma palabra como adjetivo. No hay un solo verso en todo el Tanaj que indique que el acusador alguna vez creó el mal o que desobedeció una orden de Dios. El acusador es un siervo obediente de Dios, no es un ángel rebelde ni un espíritu malvado, es de hecho un serafín de los más altos rangos que cumple en todo momento la voluntad de Dios. Para el judaísmo, la tentación es buena. Es la única forma que tiene el alma de superarse, su único objetivo en este mundo. El alma viene a este mundo a vivir el libre albedrío. Por consiguiente, los judíos tampoco creen en el infierno, y consideran una sandez que los cristianos digan que este tal Satanás es el rey supremo del infierno, dos mentiras de la mano. 
Dado que las escrituras originales jamás han hablado del infierno ni de Satanás, el arte cristiano es un rotundo y completo FRAUDE:


Rebatiendo contraargumentos cristianos: Job y Zacarías

Para defender la existencia de Satanás, los cristianos suelen citar el Libro de Job y Zacarías, los cuales contraargumentaré. 

El Libro de Job:

Primero que todo debo decir que hay un gran problema: el Libro de Job ya es de por sí un texto profanado e impuro, del cual no podemos fiarnos. ¿Por qué? Porque el Libro de Job es un plagio, y un trabajo de sincretismo realizado por los judíos tardíamente, quienes se basaron en un texto mucho más antiguo titulado "Ludlul bel nemeqi" (de origen acadio), también conocido académicamente como el "Job Babilonio", y no es coincidencia, ya que en él también se narra la historia de un hombre justo y creyente, que sufre el abandono y los castigos injustificados de su dios, sufriendo casi las mismas desgracias y enfermedades. Los paralelismos entre ambos son increíbles, incluso las estructuras en sí (además de que ambos son poemas). Sin embargo recordemos que los textos acadios son al menos 2.000 años más antiguos que cualquier texto judío, y esto lo analicé en la investigación ya citada. Por lo tanto, la reputación y credibilidad del Libro de Job deja mucho que desear, al ser un trabajo sincretizado.

De todas formas realizaré un contraargumento basándome en los estudios judíos y en la misma biblia.

En Job leemos varias veces el nombre "Satanás", aquí adjunto fragmentos (del versículo 6 al 9 del capítulo 1) de la típica biblia cristiana:
"Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios?"
Los rabinos judíos argumentan que aquí no se está hablando de "Satanás el Diablo", sino que de un mismísimo ángel de Yahvé: "el ángel acusador", quien tenía la misión de acusar y de oponerse a Job, siempre, subordinado bajo las órdenes de Yahvé, puesto que el acusador es un ángel leal y obediente.

Primero detengámonos a analizar el inicio del capítulo, ya que resulta extraño y curioso por cómo se dieron los eventos, pensemos: Si de verdad estuvieramos hablando de Satanás: ¿Qué haría Yahvé charlando tranquilamente con su máximo enemigo, traidor y rival? Incluso, ambos archirrivales maquinaron casi una "apuesta" para probar la fidelidad de Job, sometiéndolo a brutales castigos y torturas. No tiene sentido que el Diablo Satanás tenga tanta cercanía y confianza con Yahvé, y viceversa, como para juntarse y planear todo esto, tampoco tiene sentido que Satanás el Diablo, descrito como un ser arrogante, vanidoso y rencoroso, se presentáse voluntariamente ante Yahvé como un "hijo de Dios", puesto que el versículo dice: "Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Diosentre los cuales vino también Satanás¿Por qué Satanás iría a presentarse como un hijo de dios? Y otra cosa más: ¿Qué hubiera pasado si Yahvé nunca hubiera nombrado a Job? ¿Acaso el mismísimo Diablo hubiera perdido su tiempo y dignidad asistiendo como un hijo de dios por nada? Todo parecía estar pactado previamente, y dado las circunstancias no podría tratarse de este supuesto Satanás el Diablo.

Incluso, el primer diálogo entre ambos es extraño si pensamos que realmente se trata de Satanás: "Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job [...]". ¿Por qué Yahvé dice: no has "considerado"? ¿Acaso había entre ambos un previo acuerdo?

Todo lo anterior se nos es respondido en los capitulos siguientes, cuando la mujer de Job le dice (2:9):
"Su esposa le dijo: “¿Sigues manteniendo tu integridad? ¡Maldice a Dios y muere!"
A lo que Job responde en el versículo 10: 
"Job respondió: —¡Mujer, no digas tonterías! Recibimos el bien de Dios, pero; ¿no recibiremos también sus males? Así pues, a pesar de todo, Job no pecó ni siquiera de palabra.
El anterior versículo es muy importante, porque Job no culpó al tal Satanás de sus pesares y desgracias. ¿Acaso Job dijo: “esto es obra de Satanás"? El mismo Job le dice a su esposa que estaba dispuesto a recibir lo bueno y lo malo de su dios. Job era consciente que nada pasa en el mundo sin que Dios lo determine, y que sus desgracias fueron planeadas por él, no por un Diablo ni Satanás. Tampoco culpa al ángel acusador puesto que éste simplemente sigue las órdenes divinas de Yahvé. Yahvé es el único responsable de esta tragedia, y el hecho de que "Satanás" se presentase voluntariamente como un hijo de dios no tiene sentido.

Por otro lado, los rabinos argumentan que en el Tanaj, Yahvé no tiene ningún oponente ni rival personal, más que otros dioses adorados por los hombres como Baal o Moloch, pero nunca se habla de Satanás.  

Y finalmente, tenemos la prueba definitiva de que se usó la palabra satán como adjetivo, el pasaje de Job pero en hebreo
"Un día los seres divinos/hijos de Elohim/jueces se presentaron ante Adonai, y el acusador vino también con/entre ellos. Adonai le dijo al acusador: "¿Dónde has estado?" El acusador respondió a Adonai: "He estado vagando por toda la tierra". Adonai le dijo al acusador: “¿Te has fijado ya en mi siervo Job? ¡No hay nadie como él en la tierra, un hombre irreprochable y recto que teme a Dios y elude al mal! El acusador respondió a Adonai: “¿Job no tiene buenas razones para temer a Dios?
Y eso es precisamente lo que dice la teología judía; el Satanás de Job no es más que un ángel de Yahvé, al igual que el de Zacarías:

Zacarías 3:1-2:
"Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová, quien ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?"
El pasaje anterior ha sido modificado para la conveniencia de la iglesia cristiana, puesto que la biblia hebrea jamás utilizó la palabra Satanás como nombre personal. Aquí adjunto el versículo tomado del hebreo:
"Después me mostró a Iehoshua [Josué], el sumo sacerdote, el cual estaba delante del enviado de Adonai; y el acusador estaba a su mano derecha para acusarle. Y Adonai dijo al acusador: Adonai te reprenda, oh acusador. Adonai, quien ha escogido a Ierushalaim [Jerusalén], te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?"
Primero, debemos entender que el versículo de Zacarías responde a otro versículo anterior, el cual se encuentra en el libro de Esdras 10:18. Aquí, el profeta Esdras acusa a Josué por permitir que sus hijos tuvieran esposas paganas, además Josué no hizo nada por enmendar su error. Por su parte, el libro de Zacarías empieza con tres visiones, la primera trata sobre la destrucción de Jerusalén, la segunda sobre su restauración y propagación, y la tercera, entre otros asuntos, el acusamiento de Josué. Por lo tanto, la profecía de Esdras se cumplió en Zacarías, y el "acusador" le informó a Yahvé la situación. 


El nacimiento de Satanás:
Cómo la Iglesia construyó la imagen del Diablo

Dicho ya todas las pruebas irrefutables que rechazan la idea de que éste ser exista, es momento de pasar a un tema muy particular: la imagen, figura y representación de Satanás.

Todos sabemos como durante milenios, se ha retratado la imagen de Satanás: repugnante, rodeado de fuego, piel roja, con cachos, cola, un tridente, patas y cabeza de cabra o de alguna otra bestia repulsiva, entre otras características, las cuales abundan en el arte cristiano:


Pero todas estas características físicas también responden al sincretismo realizado por los cristianos, ya que los líderes religiosos se encargaron de dotar a "Satanás el Diablo" con los atributos y características de dioses y demonios de otras culturas, con el objetivo de precisamente crear una imagen que representase el mal supremo, y que por supuesto: causara terror en la población de aquel minuto. Retomo el ejemplo del principio: pensemos en un sacerdote, que representaba el poder y la autoridad máxima dentro de una sociedad, dictando una cátedra apocalíptica a los campesinos analfabetas de aquel momento, incluyendo cuadros y dibujos con esta típica representación del Diablo, diciendo que si no se unían y acataban los dogmas de la iglesia, o que si no pagaban el diezmo, este ser grotesco los torturaría a ellos y a sus hijos por el resto de la eternidad:




Una de las fuentes principales y más antiguas que los cristianos tomaron para moldear la imagen de Satanás, fue la apariencia y atributos de un dios-demonio llamado "Pazuzu", un arconte perteneciente al panteón Anunnaki de la Antigua Mesopotamia, quien era un ser muy temido y respetado. Pazuzu es descrito como un poderoso demonio alado, también conocido como el "rey de los demonios" y señor de los inframundos. 

Una de las fuentes más antiguas en donde se nombre a Pazuzu, es la siguiente:
"Soy Pazuzu, hijo de Hanpa, rey de los espíritus malignos del aire que salen violentamente de las montañas, causando muchas desgracias".
Pazuzu tenía la capacidad de castigar a los hombres con abundantes sequías y hambrunas, también los podía atormentar mediante sueños. Pazuzu era un ser sanguinario al que no le importaba la vida ajena, y muchos de sus atributos eran malignos, incluyendo su apariencia grotesca, similar a un reptil alado. Cabe decir que la imagen de Pazuzu también sirvió para dar origen a las gárgolas medievales.

La cultura mesopotámica fue una de las más dominantes e influyentes en la historia, siendo además los padres de toda ciencia, cultura, arte y religión. Es por ello que sus creencias repercutieron en absolutamente todas las culturas predecesoras, y los hebreos no estuvieron ajenos a esta realidad. Prueba de ello, son los plagios y sincretismos que existen en la Biblia (los cuales describo exhaustivamente AQUÍ, en la investigación ya citada anteriormente). 

Pazuzu: 



El color rojo de la piel y los atributos maliciosos de Satanás, también fueron tomados del dios egipcio "Set", quien representaba a las legiones de seres que se opusieron a la luz de Osiris y Horus. En efecto, la imagen de Set representaba la maldad, el odio y la destrucción; Set era un arconte malicioso que odiaba a la humanidad y que solo buscaba hacerse con el trono celestial de su hermano (Nota: Si desea leer esta historia, es decir: "El Mito de Osiris", haga click AQUÍ, y si ya leyó la publicación y quiere conocer su significado oculto, haga click AQUÍ). 

En ningún otro dios egipcio se vio reflejado un elemento destructivo y sin armonía como en Set. El mito de Set como antagonista de Horus es tan antiguo como los Textos de las Pirámides, y la hostilidad entre los dos crece con el tiempo. 

Finalmente en el período helenístico, Seth se ha vuelto casi totalmente malvado. En 1883, el académico Frederic Hall, en su obra "Pedigree of the Devil" resumió que Set era un dios caído convertido en demonio. En 1978, Anthony Mercante, en su obra "Who's Who in Egyptian Mythology", describió ​​a Set de la siguiente manera: 
"Set a veces se representa con cuernos, lo que lo convirtió en la imagen ideal para el diablo en el cristianismo egipcio ".
Además, el color rojo era el color maligno, el tono hostil de las arenas abrasadoras de Egipto y Medio Oriente. Debido a la asociación de Set con el desierto, su color más común fue el rojo.


La cabeza y el cuerpo de cabra o macho cabrío, fueron tomados de diferentes deidades, puesto que la cabra tiene un fuerte simbolismo ocultista y esotérico. Sin embargo, es muy probable que los cristianos se influenciaran principalmente de culturas más próximas, como la griega, de donde tomaron los elementos del dios "Pan" (del cual deriva la palabra "pánico", miedo excesivo). La cosmovisión de Pan tenía un fuerte apego a la cosecha, a los ciclos de fertilidad y la magia creativa de la unión sexual, y muchos cultos en la Edad Media le rendían tributo en alejadas cuevas y montañas. Estas costumbres fueron tomadas por los Caballeros Templarios, quienes posteriormente darían origen al culto de Baphomet. La Iglesia, en su afán de eliminar ambas corrientes y de prohibir estas expresiones "paganas", demonizó a la cabra, a Pan y a Baphomet, copiando los atributos simbólicos de estas deidades y otorgándoselas a "Satanás el Diablo". Como muchos erróneamente creen, Baphomet o el macho cabrío no representa maldad, oscuridad, impureza, "satanismo" ni nada similar, esto fue inventado por la Iglesia en su afán de eliminar sus cultos, incluso el mismo Eliphas Lévi defendió a Baphomet y su significado hermético, el cual no puede ser entendido por un no iniciado (incluso Baphomet está compuesto por diferentes símbolos sagrados).

Pan:


Baphomet:


La imágen de Satán también tomó elementos de una deidad celta llamada Cernunnos:




Y Moloch, el dios de los sacrificios humanos:




Y Humbaba, otro demonio de la religión mesopotámica:




Si ponemos en una licuadora todos los atributos, descripciones y característicias de los dioses y demonios anteriormente nombrados, tendremos como resultado la imagen de Satanás el Diablo. 

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