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jueves, 15 de agosto de 2019

El Mito de Osiris completo: la lucha entre Seth y Horus por el trono y el descenso de Osiris al inframundo


El Mito de Osiris es uno de los textos más sagrados del Antiguo Egipto. Trata sobre el asesinato y posterior viaje al inframundo del rey Osiris, y la disputa por el trono entre su hermano Seth, el usurpador, y su hijo, Horus, el heredero legítimo. El sistema religioso de la época giraba en torno a este mito, que para los egipcios fue parte fundamental de sus orígenes como cultura y nación, además de cimentar su principal cosmovisión religiosa. También es súmamente importante destacar que este mito tiene una serie de mensajes crípticos y ocultos, los cuales son muy importantes y valiosos. En esta publicación encontrará el Mito de Osiris completo.


             
El Mito comienza presentándonos al señor Osiris, quien fue uno de los dioses designados para regir el planeta desde la partida de Ra. Este acontecimiento también fue narrado en la Tablilla Mesopotámica llamada; "Lista Real Sumeria", cuyo contenido afirma que los dioses Anunnaki bajaron para gobernar a los hombres:

"Después de que el reinado descendiera del cielo, se estableció en Eridug".

Esta Tablilla la puede leer haciendo click en el siguiente enlace:


Osiris originalmente fue llamado "Usur", que significa "Perfecto antes y después de nacer". Osiris fue el benefactor y educador de la nación egipcia, él se encargó de instruir a sus habitantes en todo tipo de ciencia y sabiduría. Osiris trajo consigo los conocimientos sagrados y educó al hombre. Al poco tiempo, se transformó en un gran gobernante, famoso por su bondad, justicia y sabiduría.
    
Cuando Osiris terminó su tarea civilizadora en Egipto, decidió viajar a tierras lejanas para continuar guiando y ayudando al hombre. De esta forma, se fue ganando el respeto y la admiración de otros pueblos, siendo venerado no solo en Egipto sino que también fuera de el. Aquí nuevamente vemos otro paralelismo, ya que en las tablillas mesopotámicas fue Enki quien se encargó de educar y brindarle conocimientos a la humanidad, tal como lo evidencio aquí:




El hermano de Osiris, "Seth", caracterizado por ser un dios conflictivo y malicioso, y que de hecho era conocido por los egipcios como el señor de la ira, de la hostilidad y de la maldad, estaba furioso por el poder y por la influencia de su hermano. 

Cuando Osiris se encontraba fuera de Egipto, su esposa "Isis" se ocupaba de gobernar y de regir la nación, manteniendo una estricta vigilancia en todos los asuntos de su marido. Un día, Seth aprovechó su ausencia para intentar tomar el poder, pero fracasó en el intento debido al buen manejo de Isis.


Osiris llevaba casi 450 años gobernando Egipto, fechas que son similares a las entregadas por la Lista Real Sumeria, en donde los dioses Anunnaki llegaban a regir por cientos y miles de años. De hecho, y por ejemplo; Ra goberó por 1.000 años.

Cuando Osiris cumplió 450 años de gobierno, Seth hace recaer toda su furia sobre él, asesinándolo friamente en un acto despiadado. Posteriormente descuartizó el cadáver de su hermano en muchos pedazos, y los esparció por todo Egipto en señal de victoria, apoderándose del trono. 

Próntamente, los pedazos de Osiris comenzaron a podrirse y a ser devorados por animales salvajes, pero Isis intervino y logró rescatar los restos de su marido, a excepción de su pene, que terminó completamente destrozado. 

Isis, con sus "poderes mágicos", evitó la degradación y corrupción del cuerpo. Estos poderes mágicos son un claro ejemplo de conocimientos en medicina que los antiguos egipcios le atribuyeron a la magia. Más tarde, Isis buscaría ayuda con dos grandes dioses y señores: Thot y Anubis. Thot era el más sabio entre todos los sabios, era conocedor de todos los secretos del universo y fue fundador de antiguas escuelas, por otra parte, Anubis era el rey del inframundo y señor de la muerte. Juntos, estos dioses podrían resucitar a Osiris y traerlo de vuelta a la vida. Sin embargo, las tropas de Seth eran hostigantes, y los atacaban constantemente con tal de impedir la resurrección de Osiris.

Sin embargo, el esfuerzo de Anubis y Thot no fue en vano, estos grandes dioses, con ayuda también de Isis: lograron que Osiris pudiese volver a la vida, ellos lo resucitaron. El problema era que esta resurreción era méramente temporal, y no se prolongaría de nuevo. Así que Isis ideó un plan para recuperar el trono de su esposo. Utilizando sus conocimientos "mágicos", Isis logró construir un pene nuevo, el cual implantó en el cuerpo de Osiris. Isis quería procrear un hijo con Osiris mientras este aún vivía, y así engendrar a un heredero legítimo para el trono. Al tiempo, Isis quedó embarazada, y Osiris se despedía del mundo. Pero Anubis, quien manejaba y controlaba la muerte; no permitiría que Osiris se fuese como un simple mortal, y de hecho, organizó un ritual funerario tan riguroso, que le otorgó a su alma el don de la vida eterna, e incluso le cedió el trono del más allá. Es así como Osiris se transformó en el Rey del Inframundo, llegando a ejercer un rol de juez, decidiendo cuáles almas podrían acceder a los planos superiores y cuáles no. Este relato está encriptado, ya que representa la cosmovisión de los egipcios sobre Karma y lo que sucede después de la muerte, al describir los procesos que atraviesa el alma luego de fallecer, muy similar a lo que explica el hinduismo y la teosofía, lo cual detallo aquí;


(Anubis y Thot, al centro)

Con el pasar del tiempo, Seth se enteraría sobre el embarazo de Isis. Esto le causó un profundo disgusto, ya que consideró que su trono correría peligro si el fruto del vientre de Isis llegaba a nacer. Por lo tanto, Seth envió tropas en la búsqueda de estos dioses, lo que obligó a Isis tener que esconderse y viajar de ciudad en ciudad con tal de proteger a su embarazo. Por estos motivos es que Isis es considerada una madre devota y ejemplar, quien protegió a su hijo a toda costa. Finalmente y pese a todos los obstáculos y adversidades, ella da a luz, escondida entre unos humildes matorrales, naciendo un bebé con el nombre de "Horus", el cual pasó su infancia de forma errante, es decir; recorriendo diferentes pueblos y lugares junto a su madre, entre medio de la pobreza, el exilio y las ancias de venganza.



Para los egipcios, los dioses más importantes fueron Osiris, Isis y Horus, conformando así la sagrada trinidad:



Cuando Horus alcanzó la mayoría de edad, se dispuso a reclamar el trono ante Seth y vengar la muerte de su padre. Para ello, regresó a Egipto y convocó la presencia de la "Enéada". La Enéada era el tribunal de los principales dioses de Egipto, encargados de tomar decisiones importantes y de regir a las naciones. Este tribunal estaba conformado por Atum-Ra, Shu, Tefnut, Nut, Geb, Isis, Osiris, Neftis y Seth. La Enéada es nuevamente otra referencia a los dioses Anunnaki, ya que en los textos mesopotámicos, contínuamente los dioses realizaban concejos y asambleas para tomar decisiones importantes.

Horus se presentó ante la Enéada, implorando justicia por el asesinato de su padre. Todos los dioses de la Enéada quedaron impresionados por la elocuencia y sabiduría de Horus, quien simplemente era un muchacho. Thot (quien también se encontraba presente en esta asamblea), intentó servir como conciliador de la disputa, siempre apoyando a Horus.
"Shu", el gran hijo del Creador "Geb", habló primero:  
-La justicia tendría que prevalecer sobre la fuerza. Seth tenía la fuerza de su lado, pero Horus tiene la justicia. Debemos hacer justicia a Horus diciendo que ocupará el trono de su padre.   
Entonces Thot dijo a la Enéada:  
-Esto es mil veces justo. 
Sin embargo, aquellas palabras no sirvieron de mucho puesto que el líder de la Enéada, el dios "Geb", se encontraba del lado de Seth, y no le gustaron las palabras de su hijo Shu ni de Thot.
"Seth enfurecido, se levanta y proclama: 

-Si existe alguna duda en vuestros corazones sobre quién debe gobernar Egipto, dejad que este mocoso me desafíe en persona. ¡Entonces ya veréis como queda destronado!  
-Todos sabemos que tal cosa no sería justa, debemos estar en contra del traidor –protestó Thot-. ¿Cómo quieres que te demos el trono de Osiris teniendo a su hijo ante nosotros? Él es su legítimo heredero, todos estamos de acuerdo.  
-Yo no –dijo Geb". 
Se produjo un silencio tenso y, después, Shu se lamentó:
-"¿Y qué vamos a hacer ahora?" 
Geb acordó buscar al sabio dios "Banebdyedet", para que hiciera de arbitro entre Seth y Horus: 
-"Te hemos hecho venir para que decidas entre estos dos dioses, y para que de esta forma se acabe la disputa que mantienen sobre Egipto.
Benedbjed sabía que Horus tenía razón, pero a su vez tenía miedo de enojar a Geb y que Seth estuviese en su contra, y por lo tanto no tomó partido, diciendo:
-"Esta cuestión no se puede decidir sin aconsejarnos mejor. Enviemos una carta a Neith, la Divina Madre. 
Entonces la Enéada le dijo a Thot:
-"¡Escríbele una carta a toda prisa! 

-¡En seguida! ¡En seguida! –prometió el escriba de los dioses, y se sentó a escribir una carta a Neith". 

La carta fue enviada, y la diosa respondió con una suya. Thot desenrolló el papiro y leyó la carta en voz alta: 
-"Otorgad el cargo de Osiris a su hijo Horus, y no cometáis esos grandes actos de iniquidad que están fuera de lugar, o yo me irritaré tanto que el cielo chocará contra la tierra. Y que esto le sea dicho al Señor Universal, el Toro de On: 'Dobla a Seth sus posesiones. Concédele a Anat y Astarté, tus dos hijas y sitúa a Horus en el trono de su padre Osiris'. 
Y todos los dioses exclamaron: 
-"¡Esta diosa está en lo cierto!"
Todos excepto Geb, quién estaba muy enfadado y le dijo a Horus con furia: 
-"¿Cómo puede gobernar un dios tan débil como tú? Este cargo es demasiado grande para ti, tú, joven, cuyo aliento todavía huele a leche".
 Shu y Thot insistieron:
 -"¿Cómo podemos dar el trono al tío, cuando el hijo y heredero está aquí, ante nosotros?"
 Benedbjed contestó: 
-"¿Cómo podemos dar el trono a un jovencito, cuando su mayor está aquí, delante de nosotros?"
 El juicio concluyó sin resultados, desatando la furia y angustia de Isis, la cual protestó ante los dioses de la Enéada. Seth agregó: 
-"Yo no me volveré a presentar ante ningún otro tribunal si mi hermana Isis se encuentra presente". 
Los dioses le otorgaron la petición a Seth, por lo cual, el siguiente juicio fue llevado a cabo en una lejana isla, a la que sólo se podía llegar por medio de un navío tripulado por el barquero Nemty. Los dioses dijeron: 
-“Cruzad a la isla que está en medio y juzgadlos allí. Decid a Nemty el barquero, que no transporte a ninguna mujer ni nadie que se parezca a Isis".
Así,  la Enéada (sin Isis), cruzó el mar en dirección a la isla para el próximo juicio. Isis tenía claro que Seth era uno de los dioses más poderosos, y que además tenía el respaldo de los principales dioses, sin embargo, estaba segura de que con un poco de astucia podría vencerle. 

Poco antes de que se realizase el nuevo juicio, Isis tomó la forma de una débil anciana, y se acercó al puerto de Nemty, el barquero, que estaba sentado junto a su navío. Ella se había transformado en una anciana que andaba encorvada, la cual llevaba un anillo de oro en su mano, y le dijo a Nemty: 
-"He venido a ti para que me cruces a la isla que está en medio, pues traigo esta jarra de harina para el joven que se dedica a cuidar el rebaño de la isla, que ya lleva cinco días sin comer".
Él le contestó a la supuesta anciana: 
-"Tengo órdenes, los dioses me dijeron: "No cruces a ninguna mujer". 
Entonces ella le responde: 
-"Tus órdenes fueron de no cruzar a Isis".
-"¿Y qué me darás por cruzarte a la isla que está en medio? respondió".
-"Te daré este pan".
-"¿Qué es para mí tu pan? ¿Crees que voy a cruzarte a la isla que está en medio, cuando se me han dado instrucciones de no cruzar a ninguna mujer?". 
Entonces ella le dijo: 
-"Te daré el anillo con el sello de oro que está en mi mano". 
-"¡Dame el anillo con el sello de oro!, exclamó. Entonces la anciana procedió a entregárselo, y luego fue trasladada a la isla".
Una vez alejada del puerto de Nemty, Isis tomó otra forma, esta vez, el de una hermosa joven forastera, dotada de un cuerpo precioso. Isis quería engañar a Seth y hacerle caer por medio de sus propias palabras. Isis ve a Seth a lo lejos y comienza a llorar para llamar su atención:
-"¿Quién eres, preciosa? –preguntó Seth, quién la deseaba inmensamente-. ¿Y para qué has venido hasta aquí?". 
Isis, en el cuerpo de la joven extranjera responde: 
-"Oh, gran señor, busco a un defensor. Yo era la feliz esposa de un pastor y le di un hijo. Entonces, mi amado marido murió y el chico empezó a cuidar el ganado de su padre. Un día, llegó un extraño y se apoderó de todo nuestro establo; le dijo a mi hijo que se adueñaría de toda la manada, y nos echó. Gran señor, ayúdame y conviértete en el defensor de mi hijo". 
Seth la envolvió en sus brazos:
-"No llores, bonita. Seré el defensor de tu hijo, y le daré una buena paliza a ese extraño. ¡Cómo osa un extraño quitarle las propiedades del padre cuando su hijo todavía vive! 
Entonces la bella forastera se apartó de Seth y estalló en carcajadas, mostrando su verdadera identidad:
-Ahora llorarás tú. Tu propia boca ha hablado. Es tu propio arte el que te ha juzgado ¿Cómo podrás defenderte ahora?".
Seth estaba tan enfadado que lloró lágrimas de rabia, y los demás dioses quisieron saber qué le pasaba al verlo: 
-Esa malvada me ha vuelto a engañar –se quejó Seth y les contó absolutamente todo lo sucedido. Los dioses le respondieron: 
-Observa, Seth, has sido tú mismo quién se ha juzgado, ¿cuál será tu nueva defensa?
Seth se encoleriza y pide que el barquero Nemty fuese castigado por desobedecer las órdenes de los dioses. Su petición fue aceptada, se trajo a Nemty ante los dioses de la Enéada, y como castigo, le cortaron los dedos de los pies. Luego del castigo, Nemty exclama: 
-"A partir de ahora, el oro será una abominación para mi y para mi ciudad".
La Enéada finalmente decide otorgar el trono de Egipto a Horus, y para ello, celebrarían una coronación en lo alto de unas montañas. Pero Seth no se daba por vencido, y mientras observaba la corona recién puesta sobre la cabeza de Horus, exclamó: 

-"Por coronado que esté, no podrá gobernar hasta que no me haya derrotado. ¡Te desafío Horus!". 

Los dioses de la Enéada nuevamente aceptaron su petición, y es aquí es dónde comienza una seguidilla de retos y batallas, las cuales desencadenarían al vencedor del trono de Egipto. 


El primer desafío consistió en una lucha a muerte, en donde ambos dioses debían tomar forma de hipopótamos y pelear en las aguas del río Nilo. Isis comenzó a llorar, temiendo de que el poderoso y experimentado Seth asesinase a su joven Horus. 

Mientras los dioses se preparaban para la lucha, Seth aprovechó un descuido de Horus, lo golpea, lo arroja al suelo, y para demostrar su superioridad intenta violarlo, pero Horus se resiste ante tal humillación y comienza una feroz lucha cuerpo a cuerpo. Isis fue testigo de tal acontecimiento, y en su desesperación, tomó un arpón mágico capaz de asesinar a Seth. Sin embargo, los dioses ya habían tomado forma de hipopotamo, por consiguiente Isis no logró distinguir a ninguno de los dioses. El arpón mágico fue lanzado, pero terminó atravesando a Horus, quien salió apresuradamente de las aguas gritando de dolor:
-"Ven a mí, madre Isis. !Madre! Ordena a tu arpón que salga de mí, yo soy Horus, hijo de Isis".
Entonces Isis emitió un fuerte grito y le ordenó a su arma: 
-"Sal de él, él es Horus, mi hijo. Y el arpón salió de él".
Isis volvió nuevamente a lanzar su arma, y esta vez clavándola en Seth. Con un gran grito de dolor, Seth también escapó de las aguas. Atravesado por el arpón exclamó: 

-"Oh, hermana mía, ¿por qué siempre tienes que ponerte en mi contra? ¿Qué es lo que te he hecho? Soy tu hermano materno, suplícale a tu arma que salga de mi".
Isis sintió compasión y lástima por Seth, ordenándole a su arma letal que se retire del cuerpo. Horus se enfadó con su madre por intervenir y compadecer a Seth. En un ataque desmedido de furia, y con una expresión facial similar a un leopardo enojado, Horus desenvaina su poderoso cuchillo de cobre y le corta la cabeza a su propia madre.

Avergonzado y arrepentido, Horus huyó herido hacia las montañas occidentales, donde se exilió durante un tiempo. Los dioses de la Enéada vieron el cuerpo de Isis decapitado:
-"¿Quién es aquella que se dedica a ir deambulando de un lado para otro sin su cabeza? -Es Isis, Horus le ha cortado la cabeza. Contestó Thot".
Isis fue sometida a la magia de los dioses, logrando salvar su vida y reconstruyendo su cabeza. 

Tiempo después. Seth se encargó de rastrear a Horus en las montañas, y finalmente lo encontró durmiendo debajo de una palmera. 

Seth se acerca sigilosamente y ataca a Horus, iniciando una desgarradora lucha que terminó siendo fatal para ambos dioses. Durante la pelea, Seth consigue arrancarle los ojos a Horus, por su parte, Horus le arrancó los testículos a Seth. Los dioses moribundos y heridos a muerte, terminaron el combate entre gritos de dolor, pero Seth tomó los ojos de Horus y se los llevó consigo.



Seth regresó a la Enéada como si nada, y dijo a los grandes dioses que no había encontrado rastro alguno de su sobrino. Durante la noche, el pobre y ciego Horus gemía de dolor, deambulando sin rumbo. Pasó el tiempo, hasta que Horus fue hallado por Thot y Hathor, ambos le sanaron sus dolores y malestares, pero aún continuaba ciego y sin ojos. 

Thot le fabricó un ojo especial para que pudiese recuperar la vista, este ojo, según los egipcios,  estaba dotado de una increíble sabiduría, la cual le permitía poder acceder a conocimientos sagrados y celestiales. Además era una especie de talismán que lo protegía ante enfermedades, maldiciones y conjuros. El ojo fue implantado en Horus, logrando recuperar la vista de uno de sus ojos, además de ganar todas sus propiedades benéficas. 


Este ojo se llamó "Udyat", y los egipcios, a sabiendas de lo que significaba y de lo que contenía, lo llamaron: "el ojo que todo lo ve", siendo el símbolo más preciado y poderoso de todo Egipto. El ojo de Horus es la representación esotérica de la Glándula Pineal. La Glándula Pineal es una pequeña estructura anatómica ubicada en la parte posterior del diencéfalo, la cual ha sido estudiada, adorada y respetada por prácticamente todas las culturas antiguas del planeta, al ser la puerta de acceso a planos superiores de conocimiento. La glándula pineal alberga el Chakra Ajna o Tercer Ojo, el cual se encarga de la percepción psíquica, de desarrollar el sentido de la intuición y de estimular las capacidades extrasensoriales, siendo de gran utilidad para experimentar viajes astrales y también para meditar. 

Aquí podemos ver al dios Ra con el "tercer ojo" a la altura del entrecejo, justamente donde se encuentra la Glándula Pineal;



Puede leer todo sobre la Glándula Pineal haciendo click en mi anterior publicación:




Luego, Hathor fue corriendo a ver a la Enéada y les dijo: 
-"Seth os ha mentido. Ayer encontró a Horus y le arrancó los ojos, pero yo le he curado y ahora viene hacia aquí". 
Y entonces la Enéada ordenó a Horus y a Seth que compareciesen rápidamente delante del dios Sol, y escucharan su opinión. Como ambos habían actuado mal, Atum-Ra dijo: 
-"Por última vez, dejad ya de pelearos y haced las paces". 
Seth, quien era engañoso y el rey de la mentira, hizo ver que supuestamente deseaba hacer las paces, incluso le ofrece a Horus una estadía en su palacio. Sin embargo, Horus sabía que no podía confiar en la palabra de su tío, y se retira para ver a su madre. Isis perdonó a su hijo de todo corazón, profetizando al mismo tiempo que todos los trucos de Seth se volverían en su contra. Finalmente, lleno de desesperación, Seth solicitó una contienda para competir contra Horus. Delante de la Enéada manifestó: 

-"Construyamos los dos un barco de piedra y hagamos una carrera bajando por el Nilo. Quien gane se llevará la corona de Osiris".

Horus asintió al instante la propuesta, pero, sabiendo que sería imposible construir un barco de piedra, quizo engañar a Seth. Durante la tarde, Horus construyó una barca hecha de madera de pino, pero la recubrió con yeso para que pareciese ser de piedra, finalmente la arrojó al agua a la hora del atardecer.

Seth vio el barco terminado de Horus y pensó que efectivamente estaba hecho de piedra. Se fue a la montaña, cortó un pico de piedras y se construyó para sí mismo una barca de 138 codos. Entonces, embarcaron en sus navíos, en presencia de la Enéada. Pero el barco de Seth se hundió en el agua, desatando risa entre los espectadores (Seth sabía que un barco de piedra se hundiría facilmente, pero al ver el esplendoroso barco de Horus, supuestamente hecho de piedra, también quizo hacer el suyo con este material y no ser menos, llevándose finalmente una amarga sorpresa. El plan de Seth le terminó jugando en su propia contra, como profetizó Isis).

Seth se encolerizó, y lleno de furia, se transformó en un hipopótamo, atacando el barco de Horus y destruyéndolo al instante. Nuevamente comenzó una violenta lucha, pero los dioses de la Enéada intervinieron y la detuvieron. La disputa se extendió durante ochenta años.

Horus se desesperó y viajó al norte para buscar la sabiduría de la diosa Neith, exclamando:

-"Permite que sea juzgado con Seth, porque hace ya ochenta años que estamos ante el tribunal, pero ellos no saben cómo juzgarnos. Él no ha sido declarado justo en mi contra, pero hasta ahora un millar de veces ha sido reconocido mi derecho contra él, día tras día. Pero él no presta atención a lo que la Enéada dice. Me he enfrentado a él en la sala Camino de la Verdad, en la que fui encontrado justo en su contra. Me he enfrentado a él en la Sala de los Cuernos, y fui encontrado justo contra él. Me he enfrentado a él en la Sala del Campo de Juncos, y fui encontrado justo contra él. Me he enfrentado a él en la Sala del Estanque del Campo, y fui encontrado justo contra él. Además la Enéada le ha dicho a Shu, hijo de Ra: 'Horus, hijo de Isis, está en lo cierto en todo lo que ha dicho'”.
Mientras tanto, Shu y Thot convencieron a la Enéada para que se enviase una carta a Osiris, algo que era muy complejo puesto que se encontraba morando en el reino de los muertos, y los egipcios, al igual que los dioses, sabían que no podían molestar a ninguna criatura que haya partido al más allá.

De todos modos, se le comunicó la situación a Osiris, y su respuesta tardó en llegar, ya que tuvo que atravesar por todo el inframundo. Cuando finalmente llega a manos de la Enéada, fue Thot quien se dispuso a leerla. Osiris quería saber por qué habían desposeído a su hijo del trono, diciendo que se indignó ante tal situación, recalcó que los dioses habían olvidado que Osiris fue quien había reinado y fundado las tierras de Egipto, y que el trono le pertenecía a su hijo.

Cuando Thot finalizó la carta, el dios Sol se enfadó con Osiris por haber sido capaz de decirle qué había de hacer y le respondió con otra carta llena de arrogancia. Al cabo de muchos días, otro mensajero cansado regresó con una segunda carta del rey de los Muertos, y Thot la leyó:

-“¡Muy hermoso todo lo que la Enéada ha hecho! Veremos si la justicia desciende desde el más allá, en dónde estoy... Ahora escuchadme: la tierra de los muertos está llena de feroces criaturas que no tienen miedo de ningún dios o diosa. Si les dejo ir por el mundo de los vivos, regresarán con los corazones de todos los que obran mal, y serán todos juzgados por mi. ¿Quién de vosotros es más poderoso que yo? Incluso los más grandes dioses han de venir más tarde a este lugar, como Ptah el Grande lo ha escrito".
El segundo mensaje de Osiris, en pocas palabras, amenazó con soltar a los terribles demonios del inframundo si no se hacía justicia. Los dioses de la Enéada temieron, ellos sabían del poder y de los grandes males que podían desatar los seres del inframundo. Esto los hizo temblar. Además se preocuparon por el hecho de que Osiris los castigue en el inframundo luego de la muerte por no haber hecho justicia, algo que está en contra de los 42 Mandamientos Egipcios.

Los dioses acataron la carta de Osiris, diciendo:
-"Él está en lo cierto, es correcto todo lo que Osiris el Grande en Generosidad, el Señor del Sustento, dice".
Sin embargo, Seth, insistente y malicioso, negaba dejar el trono, exclamando: 
-"Seamos llevados a la Isla en el Medio, para que yo pueda pelear con él".
Los dioses le concedieron una última oportunidad. 

Nuevamente se desencadenó otra feroz batalla, ésta vez fue más grande ya que involucraba a los aliados y tropas de cada uno de los dos bandos. Las tropas de Seth y las tropas de Horus se enfrentaron en la isla de en Medio. Cuando Horus se encontraba tripulando su navío, Seth desató una tormenta arrazadora en medio del mar, más tarde, aprovechó el caos de las aguas para transformarse nuevamente en un letal hipopótamo, y comenzar a atacar el navío de Horus. Horus resiste y toma una de sus armas mágicas en forma de arpones, y logra atravesar el cuerpo de Seth. Hiriéndolo gravemente. 

(Este relieve muestra la victoria de Horus frente a Seth, al cual representaron como un pequeño hipopotamo derrotado, atravesado por el arma de Horus)


Las fuerzas de Seth comenzaban a agotarse rápidamente y sus tropas se vieron desamparadas y desonrientadas ante la caída de su dios, pronto, abandonaron el combate y lo dejaron a merced. Horus salió victorioso de este encuentro, y sus tropas lo aclamaban. Más tarde, se presentó ante la Enéada como victorioso, y fue declarado rey.

Seth fue tomado prisionero, y se le amarró a un poste que lo inmovilizaba completamente, con el cual, fue dispuesto a un jucio ante los dioses de la Enéada. Atum le dijo: 
-"¿Por qué te has resistido a ser juzgado y has usurpado por ti mismo el cargo de Horus?"
 Seth le contestó: 
-"No es así, mi buen señor. Haz que Horus, hijo de Isis, sea convocado, y permite que le sea dado el cargo de su padre Osiris.”
Horus fue llevado a las grandes montañas, en donde se le coronaría con una preciosa corona blanca. Mientras que Seth fue exiliado al desierto. Luego, Horus tomó asiento en el trono de su padre Osiris, y dijeron ante el:
-"Tú eres el buen Rey de Egipto, eres el buen señor de todas las tierras por toda la eternidad". 
Entonces Isis emitió un fuerte grito a su hijo Horus, diciendo: 
-Tú eres el buen Rey, mi corazón se regocija. Alegrarás la tierra con tus bendiciones. Horus se ha alzado soberano. La Enéada está de fiesta, el cielo en júbilo. Tomen guirnaldas al ver a Horus, hijo de Isis alzado como gobernante de Egipto. Los corazones de la Enéada se alegran, la tierra entera se regocija cuando ven a Horus, hijo de Isis, en el cargo de su padre, Osiris"

Así fue como Horus logró vengar la muerte de su padre y ocupar el trono que legítimamente le correspondía. Al igual que Osiris, Horus trajo consigo más sabiduría como regalo a los hombres, entre ellos: los secretos del cielo y de la astronomía, la caza, y la construcción de magníficos templos. También se encargó de unificar Egipto, que se encontraba dividida entre sus partidarios y los de Seth, además, acercó los conocimientos divinos hacía los hombres por medio de la instauración de sumo sacerdotes, y más tarde, faraones, quienes descenderían directamente de Horus para gobernar a los hombres.  

Su reinado duró 300 años, y sólo llega a su fin cuando decide voluntariamente descender al inframundo para acompañar a su padre, el rey de los muertos. Luego de Horus los dioses no gobernaron Egipto, ya que dejó tal cargo quedó dispuesto para sus hijos: los faraones.

Texto Terminado


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