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domingo, 19 de enero de 2020

ENKI: El Dios Creador y Protector de la humanidad - Crónica Anunnaki


El panteón sumerio de los dioses Anunnaki, refleja el sistema de creencias más antiguo de la humanidad; ya que los primeros registros en torno a esta religión datan del año 6.000 a.C, en la región de Mesopotamia, actual Irak, Siria, Irán, Kuwait y Turquía. El Panteón Sumerio no es solo el sistema de creencias más antiguo de la historia, sino que también es la fuente original de todas las demás religiones que nacerían posteriormente, sobretodo aquellas que se desarrollaron en zonas circundantes, como en Asia Menor, Israel y el Levante Mediterráneo. Los textos sagrados de esta religión nos hablan sobre unos poderosos dioses que llegaron a nuestro planeta desde las estrellas, liderados por "Anu", el "rey de los cielos".

Y uno de los principales dioses que llegó al planeta Tierra, fue "Enki", también llamado "Ea": el príncipe noble del conocimiento celestial, el hacedor, el señor de la sabiduría y la magia, el padre protector y la gran serpiente. Enki fue el encargado de crear a la raza humana, y fue quien se suvlevó contra sus superiores para poder permitir que su creación, es decir, nosotros; seámos libres, dotándonos de conocimiento y conciencia, tal como relatan los antiguos griegos a través del Mito de Prometeo, quien robó el fuego sagrado de los dioses como regalo para la humanidad.

A continuación se presenta una exhaustiva investigación sobre este ancestral y remoto dios mesopotámico, a quien la historia, manejada por los poderes de la oscuridad y el mal, ha intentado borrar.



1. INTRODUCCIÓN
Hablar sobre Enki es remontarnos al origen de los tiempos: a la mismísima semilla de la humanidad, cuando el hombre moderno no era más que un ancestro primitivo.

Su nombre en escritura cuneiforme es: "𒀭𒂗𒆠", y era el hijo menor de Anu; el rey de los cielos, y hermanastro de Enlil; dios de los ejércitos. Anu, Enlil y Enki conformaban la Sagrada Trinidad Sumeria, y son los tres dioses más grandes, importantes y antiguos de todo el panteón mesopotámico.

Enki tuvo muchos templos y capillas en varias ciudades importantes de Mesopotamia, como por ejemplo, en "Ur", "Uruk", "Meluhha", "Dilmún", "Nippur" (donde se narra que él mismo bajó a construir el templo), y "Eridú": su principal lugar de culto y adoración. Eridú es una de las Ciudades Santas más antiguas del planeta, ya que data del año 5400 a. C, y era usado como centro de adoración a Enki.

En casi todos los textos mesopotámicos, se describe a Enki como un dios súmamente amable, benevolente y misericordioso, de hecho, se dice que Enki era la mano amiga que siempre estuvo para ayudar a cualquiera que lo necesitase.

Sus obras jugaron un papel decisivo, teniendo que resolver los problemas más complejos e irresolubles, así como dilemas morales y situaciones de vida o muerte. Muchos dioses y humanos recurrían a Enki ante situaciones difíciles, y confiaban plenamente en su ingenio, astucia, sabiduría, compasión y habilidades innatas. Lamentablemente, los Anunnaki buscaban someter y esclavizar al hombre, pero Enki siempre intervino en nuestra ayuda y socorro.

En la “Tablilla de Gilgamesh” podemos leer una de sus más bellas enseñanzas: “Rechaza el olor a cadáver de la riqueza, y elige vivir,  elige amar, elige subir y volver a dónde fuiste dado”. Su símbolo sagrado era el pez y el cordero:



2. ¿QUÉ NOS DICEN LOS TEXTOS SAGRADOS SOBRE ENKI?
Se nos dice que Enki era un dios generoso, benevolente y protector, compasivo por naturaleza. Famoso por ser el señor de la sabiduría, de la magia, de la creación, del conocimiento celestial y de las ciencias divinas. A menudo se presenta a Enki como el más astuto y sabio de todos los dioses, quien además encuentra soluciones a los problemas más graves e incomprensibles, pudiendo resolver lo que aparentemente está más allá de cualquier capacidad.

Enki tuvo un apego increíble con la humanidad, de hecho, los textos describen que Enki se "encariñó con sus propias creaciones, a quienes veía como hijos", y se encargó personalmente de brindarles conocimiento y sabiduría, apesar de que los otros dioses Anunnaki abogaban por esclavizar a la raza humana. Con el tiempo, Enki llegó a ser considerado un "traidor" por los Anunnaki, debido a que éste intentó liberar a la humanidad de sus cadenas, desatando incluso una férrea rivalidad con su hermano Enlil, quien buscaba someter y destruir al hombre, de hecho fue responsable de un diluvio universal y de una serie de catástrofes y pestes. Enki nos enseña a ver las cualidades en los hombres y en la naturaleza para que podamos juzgar mejor nuestros actos y nuestros destinos. En efecto, Enki es el dios mago, el artífice, el sumo-sacerdote, el hacedor, el filósofo, el místico, el señor de la sabiduría y de todos los conocimientos celestiales, poseedor del verbo creador y de un poder atemporal, el cual se expresaba por medio de su sabiduría, ingenio, humor, bondad, poder creativo y la capacidad de resolver los problemas más complejos. Enki era un dios que organizaba y reorganizaba el mundo, e intentaba hacer del planeta un lugar bueno para los dioses, y al mismo tiempo, para los hombres, teniendo siempre benevolencia y compasión con ellos. 

Enki nunca se niega a ayudar a quien se le acerca, reflejando un altruismo que está al servicio de todos los seres vivos, por ello que también se le considera como el primer "Gran Maestro".

También se nos narra que únicamente le bastaba con mirar a los ojos para penetrar el alma y la mente de cualquier ser vivo, además, Enki;

“conocía el profundo corazón de los dioses Anunnakis”. 

La sabiduría y el dominio de Enki en las más diversas artes, ciencias, conocimientos y oficios, lo convierten en un verdadero erudito o maestro, el cual no dudaba en traspasar estos conocimientos a sus hijos: el hombre, y repito, esto mismo nos transmitieron los griegos a través de Prometo, y más abajo veremos que ambos dioses son exactamente los mismos. Enki era impulsivo y enérgico, alegre pero cauteloso, un buscador de la verdad, maestro de la magia y la sabiduría, una figura mística que dominaba las artes y las ciencias divinas. 

Enki le entregó al hombre las ciencias, los oficios y los conocimientos celestiales, incluso llevaba constantemente a los humanos a su precioso jardín ubicado en la región de Dilmún (el Edén original):

“Una tierra virginal y prístina, donde los leones no mataban, y los lobos no cazaban a los corderos” 

En este lugar, Enki impartía sus enseñanzas a pesar de la oposición de los otros dioses, es por ello que fue tachado como "traidor" y "opositor", sobre todo por parte de su hermano Enlil. En el paraíso de Dilmún, Enki formó al primer sumo-sacerdote y maestro humano: "Adapa", quien se transformó en su mejor amigo, además de ser la principal conexión entre el mundo divino y el mundo terrestre.

Algunos epítetos que los hombres le dieron a Enki en forma de agradecimiento y admiración, fueron:

  • "Señor de la Verdad"
  • "Padre Protector"
  • "El Bondadoso"
  • "Padre Creador"
  • "El Prudente"
  • "El Hacedor"
  • "Gran Serpiente"
  • "Príncipe Noble del Conocimiento Celestial". 


3. LA LLEGADA DE ENKI AL PLANETA TIERRA

Mucho antes de la creación del hombre, cuando los Anunnaki recién habían llegado a nuestro planeta, Anu dividió la Tierra entre sus hijos: a Enlil, el primogénito, le otorgó el derecho y el control sobre toda la superficie, y a su hijo menor, Enki, le otorgó el derecho y el control sobre los mares y abismos. En efecto, Enlil se transformó en el máximo soberano de los dioses, solo por detrás de su padre, de quien era mano derecha, y por consiguiente, tomó control total del planeta: nada acontecía sin su permiso o autorización. Los textos nos dicen que mientras Anu gobernaba el Reino de los Cielos (el planeta natal de los Anunnaki), era Enlil quien gobernaba el planeta, incluso Enki estaba subordinado por Enlil. A pesar de esto, a Enki se le otorgó libertad para poder desplazarse libremente y establecer sus moradas, tanto en la superficie como en los abismos. Esto lo podemos leer en la siguiente tablilla mesopotámica:
“El padre de todos ellos, Anu era su rey; Enlil, el valiente, era su soberano, Ninurta, su encargada, y Ennugi, su capataz. Tras llegar a un acuerdo, los grandes Dioses habían decidido lo que le correspondía a cada uno: Anu subió al Cielo, Enlil tomó el dominio de la Tierra, y el cerrojo que encerraba el mar se le entregó a Enki, el Príncipe”
A menudo, se describe a Enlil como un dios guerrero y estratega, de gran astucia, pero de carácter colérico, violento, belicoso, destructor e iracundo, el hombre le temía.

Algo muy importante que destacar, es que cuando los Anunnaki llegaron al planeta Tierra; descubrieron al hombre primitivo de aquel entonces, el Homo erectus. Este conocimiento se lo transmitieron milenios después al hombre moderno en Sumeria, quienes lo plasmaron y describieron de la siguiente manera:
“La gente de aquellos días no sabía sobre comer pan. Ellos no sabían sobre usar ropa; anduvieron desnudos por toda la Tierra. Como ovejas, comían hierba con la boca y bebían agua de las zanjas”
¿Cómo sabemos que el pasaje anterior hace referencia al Homo erectus? Esta pregunta se responde citando un texto mesopotámico llamado; "Tablilla Real Sumeria", que narra el descenso de los primeros reyes Anunnaki para ayudar a gobernar la Tierra. Los eventos de esta tablilla acontecen en el año  241.200 a.C: época en donde el Homo erectus predominaba en el planeta. 

Los textos también mencionan que Enki estableció una morada bajo tierra, a la cual llamó "Apsu" (𒍪 𒀊): un mundo intraterrestre o subterráneo de grandes dimensiones, dotado con palacios, templos, guardianes, aguas frescas y castas de sabios, como los "Kuliltû" (mujer pez) y los "Kulullû" (hombre pez); deidades bondadosas que posteriormente le entregaron conocimientos al hombre, ayudando a la labor educativa y libertaria de Enki. (Nota: eran llamados "hombres pez" puesto que a los ojos del ser humano, estos seres emergían desde los océanos, ríos y profundidades del Apsu, tal como un pez). Estos "hombres pez" eran considerados como grandes sabios, y junto con Enki, fueron los encargados de educar a la humanidad:



Del Apsu también emanaba el agua de la vida, la cual irrigaba a los asentamientos de Mesopotamia. Es por ello que Enki también fue llamado "Dios de las aguas dulces", y su palacio del Apsu era llamado "Casa del Agua", (muchos templos dedicados a Enki se levantaron cerca de ríos y lagos, además, éstos eran adornados con piscinas, piletas y fuentes de agua dulce, los cuales representaban "agua bendita"). Otro aspecto muy importante y que va unido con lo anterior, es que Enki siempre fue representado con corrientes de agua y peces emanando de su cuerpo, en referencia a su morada en el Apsu.





Cuando se le da a elegir entre servir a la voluntad de los dioses o las necesidades de la gente, Enki siempre elige los intereses humanos, y siempre opta por el camino de la compasión, el perdón y la sabiduría.

La enemistad entre Enki y Enlil provocó la llamada "Guerra de los Dioses", siendo Enki y su legión expulsada del planeta Tierra, Sumeria destruída, y Enlil apoderándose de este planeta (hasta la actualidad), principalmente bajo las religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo, islamismo).


4. Los Igigu y la concepción del hombre esclavo
Los dioses Anunnaki estaban muy interesados en la extracción de minerales preciosos, además, debían trabajar la tierra y desviar los cauces de agua para poder abastecer a las nuevas colonias, una labor bastante pesada, sobretodo en aquel entonces, cuando las condiciones topográficas y geográficas eran completamente diferentes a las que tenemos hoy en día. Es por ello, que desde un principio los dioses Anunnaki decidieron traer a una raza esclava llamada "Igigus", que en lengua sumeria significa "Los de Ojos Penetrantes", aunque algunos académicos lo traducen como; "Los Vigilantes", quienes fueron parte fundamental para la creación del ser humano.





Los Igigu fueron completamente esclavizados por los Anunnaki, ellos debían dedicarse a múltiples y pesadas tareas, como lo podemos atestiguar en los textos mesopotámicos:
“Los Anunnaki celestiales impusieron a los Igigu su prestación de trabajos, Cuando estos dioses hacían de hombres, Tenían que trabajar y estaban atareados: Su tarea era considerable, Su trabajo era pesado, su labor era infinita. Pues los grandes Anunnaki a los Igigu, Imponían una séptuple prestación de trabajos”
“los dioses mayores supervisaban el trabajo, mientras que los dioses menores estaban soportando el trabajo. 
El principal trabajo de los Igigu, era la desviación de los cauces de agua, para así poder llevar este importante suministro a diferentes puntos de Mesopotamia, Medio Oriente y África. Los textos nos dicen que los Igigu fueron los responsables de crear muchos de los ríos y lagos que hoy en día bañan las tierras de Medio Oriente, como por ejemplo, el río Tigris y el río Éufrates. Esta labor costó más de 2.500 años de esclavitud y tragedia:
“Y estos dioses tuvieron que excavar los cursos de agua Y abrir los canales que vivifican la tierra Los Igigu tuvieron que excavar los cursos de agua Y abrir los canales que vivifican la tierra. Así, ellos abrieron el curso del Tigris, Y después, el del Éufrates Durante cien años se entregaron a la tarea. Durante quinientos años se entregaron a la tarea. Durante novecientos años se entregaron a la tarea. Durante mil años se entregaron a la tarea. Después de haber acumulado  todas las montañas, hicieron el recuento de los años trabajados, después de haber organizado el gran pantano meridional, hicieron el recuento de los años trabajados: Durante dos mil quinientos años y más, habían ellos, día y noche, ¡Soportado esta pesada carga!”.
El texto nos afirma que los Igigu llevaron más de 2.500 años trabajando en la creación y desviación de canales y cauces de agua alrededor del planeta, para así poder abastecer a los pueblos y lograr trabajar la tierra. Gracias a los Igigu es que existen los ríos Tigris y Éufrates, resultado de múltiples excavaciones y desviaciones hechos por esta raza esclava. Esto no fue una tarea sencilla, el establecer el cauce y las corrientes de estos ríos fue dificultoso y agotador.

La tablilla “Bilingüe sumerio-acadio” también nos da referencias de que los Igigu se dedicaron a crear estos ríos: 
“…para preparar el sistema de irrigación: establecieron los cursos del Tigris y del Éufrates”. 
Al igual que la tablilla “Enki y Ninmah”: 
“los dioses mayores supervisaban el trabajo, mientras que los dioses menores estaban soportando el trabajo. Los dioses estaban cavando los canales y acumulando el sedimento”
La tablilla de “Enki y Ninhursag” nos muestra también que los Igigu se dedicaron al trabajo minero, y es que los Anunnaki establecieron muchos yacimientos alrededor del planeta con el fin de extraer estos valiosos e importantes minerales:
“Haré que la Tierra de Tukriš embarque para ti oro, y también lapislázuli de Harali. Haré que la Tierra de Magan ofrezca su fuerte y robusto cobre, sus diorita y piedras” 

“Que los barcos magilum de Meluḫa transporten oro y plata y los traigan a Nibiru para Enlil”
Más de 2.500 años de esclavitud, los Igigu trabajan en las aguas y en las minas sin parar, también realizaban otras labores como construcción y servidumbre. Esta raza no soportó más la carga, y un día cualquiera, y sin que los Anunnaki tuvieran la más mínima sospecha; los Igigu se revelaron ante sus amos, cancelaron todo tipo de trabajo, destruyeron sus herramientas, quemaron sus máquinas y se organizaron para dirigirse violentamente al palacio "E.kur"; la principal morada de Enlil. El texto mesopotámico describe la revolución Igigu de la siguiente manera: 
“Ellos, entonces, comenzaron a despotricar y a quejarse, Lamentándose de sus labores de excavación: ¡Vayamos a ver al encargado, nuestro jefe, para que nos libre de nuestra pesada tarea! Al valiente soberano de los dioses, venid, vayamos y saquemos de su casa a Enlil, el valiente, el soberano de los dioses, venid, vayamos y saquémoslo de su casa! Añadamos hostilidad y combate, y los dioses escucharan nuestras súplicas”. Y los Igigu quemaron sus herramientas, arrojaron sus artefactos al fuego, y a las llamas sus capazos. Después se agruparon y marcharon ante la puerta del palacio de Enlil el valiente. Era de noche, en mitad de la vigilia y sin que Enlil lo supiera; se acercaron a su palacio. De noche, en mitad de la vigilia, y a espaldas del dios, ¡se rodeó el E.kur! Pero Kalkal, observó lo que sucedía e intentó que se marcharan: Él maneja el cerrojo y vigila la puerta. Después, Kalkal, despierta a Nuska, Mientras se escuchaba el alboroto de los Igigu. Nuska despierta a su señor Enlil, y lo saca de su sueño: ¡Tu palacio está rodeado, mi Señor! ¡El combate se ha extendido hasta tu puerta! ¡Tu palacio está rodeado, oh Enlil! ¡El combate se ha extendido hasta tu puerta!”
La reacción de Enlil fue exterminar a todos los Igigu, pero fue persuadido por su paje real de evitar esta tragedia:
"Entonces, Enlil ordenó que se preparen las armas, Después abrió la boca y se dirigió a Nuska, su paje: ¡Nuska, levanta una barricada ante mi puerta! ¡Toma tus armas y ponte a mis órdenes! ¡Nuska levantó una barricada ante la puerta, Tomó sus armas y se puso a las órdenes de Enlil! Después, ella abrió la boca y se dirigió a Enlil el valiente: ¡Mi Señor, tu rostro está verdoso! ¡Oh Enlil, tu rostro está verdoso! Son tus propios hijos, mejor envía a buscar a Anu para que descienda, Y que también se traiga a Enki ante ti”
El texto anterior nos cuenta que los Igigu se dirigieron violentamente a protestar a las afueras del palacio de Enlil, incluso lo rodearon ferozmente en medio de la noche. Los guardias reales del E.kur, liderados por Kalkal, se percataron de la situación, llegando así la noticia a los oídos de Enlil quien fue despertado abruptamente de su sueño. Enlil despertó y ordenó que sus fuerzas se preparasen para el combate, sin embargo, cierto remordimiento e insistencia de Nuska le convenció de que esta acción sea descartada, recomendándole que la solución sería armar un concilio para debatir y buscar una solución diplomática al conflicto. Nuska le dijo que se reuniera con Anu, y que Enki también estuviera presente. Cuando esto sucedió, los Anunnakis invitaron a los principales representantes Igigu a una asamblea o concilio, en dónde también asistió Ninhursag y el paje real de Enlil: Nuska, Kalkal y Ennugi, portador del trono. Al estar todos reunidos en asamblea, los Igigu se dirigen ante los Anunnaki y les reclaman: 
“Hemos puesto todo nuestro esfuerzo en esta excavación, El trabajo excesivo nos ha matado. Nuestra carga era demasiado pesada, el trabajo era infinito. Esta es la razón que nos ha llevado a quejarnos contra Enlil”
 Luego de escuchar las súplicas y quejidos de los Igigu, no fue Anu ni Enlil ni ningún otro Anunnaki quien tomó la palabra más que Enki, quien comprendió la triste agonía de la raza Igigu al tener que soportar milenios de esclavitud. El joven príncipe, caracterizado por su bondad y benevolencia, propuso la idea de liberar a los Igigu, siempre y cuando fuesen reemplazados o sustituidos por otra raza: 
“Enki, habiendo abierto la boca, Se dirige a los dioses, sus hermanos: ¿Por qué los culpamos? ¡Su tarea era pesada, su labor es infinita! Cada día su grito de auxilio era cosa seria. Pero existe un remedio para esta situación: Dado que Belet-ili (-Ninhursag-), la Matriz, está aquí, Que fabrique un prototipo de hombre: ¡Será él quien cargue con el yugo de los dioses Quién cargue con el yugo de los Igigu. Será el Hombre quien cargue con el trabajo!
Entonces, los otros Anunnakis presentes en la asamblea se dirigen a ella: 
“Interpelando, entonces a la diosa, ellos preguntaron, a la sabia mujer entre los dioses, también llamada Mammi: ¿Serás tú la matriz que produzca a los hombres? ¡Pues bien! Fabrica el prototipo humano, que él cargue con nuestro yugo ¡que él cargue con el yugo impuesto por Enlil! ¡Que el hombre asuma el trabajo asignado a los Igigu! 


5. La Creación de la Humanidad
Es así como la creación de la humanidad se llevaría a cabo. Enki propuso crear una raza esclava para suplantar a los Igigu, que ya habían soportado más de 2.500 años de duros trabajos. Enki sugirió que fuese Belet-ili (Ninhursag), quien liderase este proyecto, sin embargo, ella misma solicitó la ayuda de Enki:
"Pero Belet-ili, habiendo abierto la boca, replica a los grandes dioses: ¡No puedo hacerlo sola; necesitaré la ayuda de Enki, para que así la operación sea exitosa. Solo él puede purificarlo todo. Que él me entregue la arcilla y yo lo llevaré a cabo. Enki, entonces, aceptó la propuesta y abrió la boca, dirigiéndose a los grandes dioses: El primero, el séptimo o el decimoquinto día del mes, Decreto que se lleve a cabo una purificación con baño. Entonces, se inmolará un dios, Antes de que los dioses sean purificados mediante la inmersión. Con su carne y su sangre, Nintu (-Ninhursag-) mezclará la arcilla: De este modo, el dios y el hombre estarán asociados, Reunidos en la arcilla, gracias a la carne del dios habrá en el Hombre un alma, que lo presentará siempre vivo después de su Muerte. ¡Esta alma estará allí para guardarlo del olvido! Y los grandes Anunnaki que asignan los destinos, Al unísono todos respondieron: ¡De acuerdo!”.

La creación del hombre fue la decisión unánime que se dio a luz en la asamblea para resolver el conflicto de los Igigu. La ayuda de Enki era necesaria e indispensable para Ninhursag. La creación del humano se realizó específicamente en la ciudad Nippur, en la cual los sumerios describieron que existía una “fábrica de carne”, que no era más que un laboratorio:

"Y los grandes dioses, allí presentes, los Anunnaki, que asignan los destinos, respondieron en coro a Enlil: “¡En la Fábrica de carne de Nippur!, Vamos a inmolar dos (¿…?) divinos allá, Y de su sangre nacerán los hombres!".

Cabe destacar algo muy importante. El texto nombra la palabra “arcilla”. ¿Es acaso que el hombre fue creado realmente de la arcilla? Por supuesto que no, la arcilla fue el término empleado por los primeros humanos para describir aquellos procesos tecnológicos de creación que no comprendían. Los sumerios y otros pueblos antiguos fabricaban su arte con arcilla y barro, ellos podían crear figuras moldeándola, por lo que resulta obvio que la creación del humano por medio de este material es una simple metáfora, una asociación, una explicación sencilla para describir que el hombre fue creado y moldeado por estos seres superiores mediante complejos procedimientos. Son decenas las culturas que afirman la creación del hombre mediante el uso de arcilla o barro, sin embargo, esto es sólo una metáfora y asociación, no es literal. El proceso creativo fue arduo y complejo, como lo veremos a continuación.  También es curioso señalar que la palabra “arcilla” es un término antiguo relacionado con el útero, lugar en donde los dioses implantaron su ADN mediante una fórmula genética.


Una vez reunidos en el laboratorio de Nippur, comenzaron los preparativos para la creación. Enki y Ninhursag proceden a realizar una extracción de sus propios genes, con el objetivo de hacerlos compatibles con el genoma del Homo erectus, para así fusionarlos en el útero (arcilla) y obtener una raza evolucionada y adaptada totalmente.

Lo anterior no es más que un proceso de gametogénesis artificial en donde se ensamblaron ADNs diferentes y se implantaron en un útero mediante una inseminación artificial:
“Con su carne y con su sangre, Nintu mezcló la arcilla, Para que se uniese el dios y el hombre, reunidos en la arcilla”
El fragmento anterior es muy interesante, lo explicaré de la siguiente forma para que se entienda de una manera más clara: “Los diferentes ADNs, Nintu los introdujo en el útero, para que se uniese el dios y el Homo erectus bajo un mismo genoma, dentro del útero”. Los textos aclaran que la inseminación artificial fue llevada a cabo en el útero de mujeres Anunnaki, que fueron llamadas “Las Matrices”. Estas candidatas recibirían los gametos para quedar embarazadas. Sin embargo, los primeros resultados de este experimento eran negativos, las fórmulas genéticas no permitieron obtener individuos sanos, sino que hombres enfermos producto a un padecimiento genético; en la tablilla “Enki y Ninmah”, se describió que los primeros humanos presentaban graves defectos, tales como:
“pies inválidos”, “pies rotos”, “piernas paralizadas”, “dificultad en articular las manos”, “seres que no podían retener la orina”, “estériles”, “mujeres que no podían dar a luz”, “hermafroditas”, “dificultades para respirar”, incluso un “idiota”. 
También se nombra que algunos hombres poseían enfermedades muy complejas en los huesos: 
“columnas vertebrales débiles, cabezas dislocadas, caderas débiles y pies temblorosos”. 
El Popol Vuh de los mayas también describe que los dioses creadores fracasaron en sus primeros intentos de crear al hombre, al igual que los Aztecas, quienes cuentan que el ser humano, creado a partir del barro: no duró mucho tiempo con vida hasta después de varios intentos. 

Evidentemente todos estas deformaciones y defectos congénitos se debieron a procedimientos fallidos de manipulación genética. 

Enki y Ninhursag no lograban hallar la compatibilidad entre el genoma del Homo erectus con el de ellos, dando como resultado a seres llenos de enfermedades y mutaciones de toda clase: hombres totalmente enfermos, con órganos y articulaciones defectuosas y disfuncionales, anomalías en el ADN que desencadenaban trastornos genéticos muy graves. Es increíble como en aquellos años, los sumerios ya hablaban de inseminación artificial, gametogénesis, enfermedades producidas por mutaciones genéticas etc. Luego de varios intentos, Enki logra finalmente hallar la fórmula genética para permitir que el hombre naciera sano, vigoroso y con capacidad reproductiva. 

Tras un procedimiento genético, Enki descubre que debía ensamblar artificialmente los cromosomas 2 y 3 del Homo erectus, reduciendo los pares cromosómicos de 24 a 23:
“Habiendo sido reunidas Las Matrices, Enki amasa la arcilla ante la mirada de Ninhursag, Quien repite la fórmula que Enki, sentado ante ella, le dictaba”. 
La “fórmula” de la que habla el texto es el ensamblaje correcto de ambos ADNs, es decir: el procedimiento genético o las instrucciones que se debían llevar a cabo, y que Enki le enseñaba a Ninhursag. Ellos “amasaban”, o más bien “manipulaban” esta fórmula para poder ser inseminada en el útero (arcilla) de las mujeres candidatas (matrices). Esto hizo al hombre ser creado a imagen y semejanza: 
“Ninhursag fijará en él la imagen de los dioses” 
Enki se regocijó al saber que el hombre tendrá un alma que lo conectaría con el lado divino e infinito del universo, ese fue su regalo: 
“Gracias a la carne del dios, hubo también en el hombre un alma, que lo presentaría siempre vivo después de la muerte. Esta alma estaba allí, para guardarlo del olvido” 
Enki y Ninhursag analizaron el transcurso del embarazo de las matrices y al ver que era bueno, le contaron la noticia a los Anunnaki: 
“Después de que Enki también hubiese amasado la arcilla, Llamó a los Anunnaki, los grandes dioses, Y a los Igigu, convertidos ahora, ellos también, en grandes dioses, y escupieron sobre la arcilla. Después, Mammi abrió la boca y se dirige a los grandes dioses: ¡El trabajo que me habían encargado, Ya lo he realizado! Habéis inmolado a ese dios con su alma, y yo los he librado de sus pesadas tareas, imponiendo los trabajos al Hombre. Cuando ustedes concedan a los Hombres el rumor de la pululación ¡Yo soltaré vuestra cadena y seréis libres! Una vez que ellos oyeron este discurso corrieron a abrazarle los pies: Hasta ahora, decían, te llamábamos Mammi: Pero a partir de este momento, tu nombre será Belet-kala-ili. Instructora de la reproducción de los hombres”. 
Belet-kala-ili significa: “Señora de Todos los Dioses”, este fue el nombre otorgado por los Anunnakis a Ninhursag. 

Lo que Enki “amasaba” era en realidad un procedimiento de modificación genética y ensamblaje cromosómico que  sería introducido en el útero de las matrices, para así quedar embarazadas mediante una inseminación artificial, esto fue lo que realmente trataron de explicar los mesopotámicos y las culturas antiguas. Los indios Hopi de Estados Unidos también relataron acontecimientos de inseminaciones artificiales, ya que sus dioses “eran capaces de engendrar niños en las mujeres sin mediar contacto sexual”. En pocas palabras, Enki y Ninhursag tomaron el material genético proporcionado por los Anunnaki y lo ensamblaron con el genoma del Homo erectus, para unirlo en la arcilla (útero) de aquellas diosas Anunnakis que funcionarían como Matrices. 

El texto continúa, habla sobre la llegada del décimo mes, en donde se daría la concepción de esta raza hibrida, que llegaría al mundo mediante una cesárea, esto está más que claro:
“Ninhursag se detuvo, ella contaba los meses de embarazo, Hasta que en la sala de los destinos, llegaba el décimo mes Llegado el décimo mes, ella desenvainó un filo y descubrió algo bajo el vientre ¡Su rostro brillaba de alegría! Después se cubrió la cabeza. Cortaba los cordones umbilicales. De las catorce matrices reunidas por la sabia experta: Siete produjeron machos y siete hembras”. 
El hombre nace producto de una cesárea realizada por Ninhursag, la cual “desenvainó un filo” sobre las Matrices y descubrió algo bajo el vientre. Es interesante ver todos estos términos médicos descritos de maneras arcaicas por los primeros pueblos. Ninhursag procede a cortar los cordones umbilicales, resultando 7 hombres y 7 mujeres. 

Los antiguos griegos también describieron este mismo acontecimiento, ¿por qué? porque precisamente, Prometeo es Enki. Los griegos nos dicen que Prometeo creó al hombre del barro con ayuda de la diosa Atenea, tal cual como Enki lo hizo con Ninhursag, inclusive aquí hay una imagen de este proceso:


El texto continúa, esta vez indicándonos las funciones que realizarían los humanos: 
“Ellos delimitarán los campos, de una vez por todas. Pondrán en funcionamiento el sistema de irrigación para regarlo todo, y hacer surgir así, todo tipo de plantas. Ellos delimitarán los campos y apilarán las gavillas. Así, ellos cultivaran los campos de los Anunnaki, Ampliando las riquezas del país”

La tablilla “La canción de la Azada”, es la continuación al relato de la creación, el texto nos proporciona otros importantes detalles como por ejemplo el nombre escogido por los dioses para esta nueva raza, los: 
“saĝ gig-ga”,  
Que en sumerio significa “Cabezas negras”. Los saĝ gig-ga o cabezas negras fueron presentados ante Enlil, quién terminó aprobando el resultado. Enlil los tomó y les impuso el trabajo de forma inmediata, sin embargo, esto se detuvo, primero había que modificarlos para que pudiesen reproducirse (ya que eran híbridos). Ninhursag se encargó de esto, luego, el humano tomó los trabajos de los Igigu. Todo esto lo leemos aquí:
“Enlil miró con aprobación a su gente de cabezas negras. Ahora el dios Anunnaki se acercó a ellos, e hizo que le obedecieran. Los Anunnaki calmaron a Enlil con una oración, porque él,  fue exigente con las personas de cabeza negra.  Ninhursag, la dama que había dado a luz,  ahora estableció la reproducción humana. El líder del cielo y de la tierra, el señor Enlil, nombró a las personas importantes y valiosas y los reclutó para mantener a los dioses”
Los indios Hopi también relatan que los primeros humanos carecían la capacidad de reproducirse, hasta que los dioses le otorgaron ese don. 

El apodo “cabezas negras” está presente en todos los textos posteriores a los relatos creación. Este fue el nombre otorgado por los Anunnaki a los seres humanos. Ejemplos: 
“Dirígete inmediatamente a las personas de cabeza negra”  
“La humanidad fue preservada y la gente de cabeza negra se levantó”  
“¿Quién hizo que los cabeza negra se hicieran tan numerosos?” 
En otros textos, los dioses se refieren a los humanos simplemente como "negros", por ejemplo:
“Se dirigió a los negros”  
“la admiración y la aclamación de los negros”  
“que lleva a los negros a la justicia” 
“mi señor, padre de los negros”

6. Después de la creación, era pre-diluviana, Adapa 
Adapa

La nueva  raza de hombres llamada “Cabezas negras”, o en sumerio: saĝ gig-ga, comenzó a ser utilizada bajo las órdenes de Enlil en los diversos trabajos que antes correspondían a los Igigu, es decir: trabajos topográficos relacionados a la excavación, conducción y desviación de las aguas de los ríos, trabajos mineros para la obtención de oro, cobre, lapislázuli, dioritas, plata y otros minerales. Las tablillas también mencionan que los cabezas negras comenzaron a dedicarse a la agricultura, es curioso señalar que de acuerdo a autoridades científicas como R.J. Braidwood y B. Howela, la agricultura nace en los países de Oriente Próximo, sobretodo en áreas dentro de Irak, tal como afirman los textos mesopotámicos. Los hombres también se dedicaron a la ganadería, a la música y a la construcción de edificios y templos, algo totalmente desconcertante puesto que en aquel momento la ciencia cataloga al hombre  como un cazador  primitivo y oportunista, pero aun así existen ruinas de metrópolis muy antiguas y restos de humano moderno que resultan ser completamente desconcertantes: “Dejen que vengan y construyan ciudades y lugares de culto, que yo me refresque en su sombra, y  que pongan los ladrillos para las ciudades de culto en lugares puros” Durante ésta época pre-diluviana los Anunnaki trasladaban grupos de humanos para formar sus colonias en diferentes regiones del planeta, con el fin de usarlos como peones en diferentes trabajos. Enki los instruyó y guio para esto, entregándoles todos los conocimientos matemáticos y astronómicos necesarios, también hizo que los Anunnaki colaborasen con su tecnología para construir, cortar y mover los grandes bloques de piedra para así lograr construir edificaciones, como palacios, yacimientos mineros, pirámides, sistemas de irrigación, incluso estructuras en donde los dioses pudiesen descender desde sus naves espaciales a la tierra (Los sumerios llamaron a las naves y transportes aéreos como “Botes de cielo”, en la India se llamaron “Vimanas”, en América los nativos lo llamaron “patuwvotas”, que significa “Escudos voladores”. Egipto, América y Asia se encuentran repletos de representaciones de naves o “ancient ufo”).


Durante la era pre-diluviana surgen las primeras religiones. El concepto de religión fue creado por los Anunnaki, ellos se presentaron ante sus creaciones como seres todopoderosos y divinos a los cuales se les debía rendir culto y devoción, el humano, a sabiendas de que estos seres los habían creado y que tenían la capacidad de “volar” y “destruir”, implementaron la religión como sistema de adoración. Además la tecnología Anunnaki permitía que el proceso de envejecimiento fuese paulatino y totalmente controlado, y su metabolismo seguía funcionando a como estaba sujeto en Nibiru, esto les ayudó a crear la fama de ser dioses inmortales. Así fue como surgieron los lugares sagrados y los templos de culto, en donde se les adoró por miles de años. Cada ciudad tenía su entidad suprema y algunos humanos eran escogidos para ser instruidos en los conocimientos sagrados y servir de comunicadores entre dioses y hombres, transformándose así en sacerdotes. Otro aspecto que quiero recalcar, fue el hecho de que nuestros ancestros siempre le asignaran atributos a los dioses con referencia a eventos climáticos: “dios del viento”, “dios de la lluvia”, “el que hace salir el sol”, “dios de la agricultura”, “dios del mar”, “dios de las cosechas”, “el que hace llover”, “el que pone las nubes” etc. Estos atributos eran reales, los Anunnaki implementaron sistemas para controlar y regular el clima por medio de satélites de electroplata y oro que emitían frecuencias magnéticas para regular diversos aspectos climáticos, por ejemplo: la cantidad de agua, la formación de nubes, lluvia o períodos secos. Lógicamente el diluvio universal también fue ejecutado por estos artefactos de control climático. Este hecho significó que nuestros ancestros pensaran que sus dioses controlaban el sol y el clima, y es por esta razón que le atribuyeron tales apodos, nada jamás fue literal en los textos antiguos.

Algunos humanos llegaron a ser vistos como hijos por los dioses, como es el caso de Enki con “Adapa” (A-da-ab-e). Adapa fue uno de los primeros “Homo sapiens” creados por Enki, era un hombre ejemplar, que ejercía como sacerdote y que también aprendió los oficios de la pesca y la elaboración de pan. Enki dotó a Adapa con sabiduría y secretos ancestrales, siendo Adapa uno de los hombres más sabios de toda la Tierra, esto lo podemos encontrar en la “Tablilla de Adapa”, que milenios después los griegos también plasmarían en sus textos sagrados a través del "Mito de la Caja de Pandora". La tablilla cuenta que Enki, le advierte a Adapa que Anu es un ser malicioso y engañador, y que nunca debiese aceptar un regalo o comida de su parte, porque probablemente tenía otras intenciones. Adjunto un extracto del texto:
“El te ofrecerá pan de muerte, así que no debes comer. Te traerá agua de muerte, así que no debes beber. Pero si te tiene una prenda, póntela. Si te ofrece aceite; úngete. No debes descuidar las instrucciones que te he dado; Sigue las palabras que te dije”
Un día, Anu quería ver a Adapa, debido a que éste le faltó el respeto al Viento Sur, que es un grupo de Anunnakis dirigido por Enlil, quienes constantemente hostigaban y molestaban a los hombres de Enki. Adapa es ascendido al "reino de los cielos” para ser enjuiciado por Anu. Adapa sin embargo recordó el sabio consejo de Enki; no aceptar regalos, comida, y obviamente tampoco hacerlo enfadar. El rey Anu estaba frente a Adapa, y le pregunta: 
“Adapa, ¿Por qué has maldecido al Viento Sur?” Adapa responde: “El Viento Sur hizo una tormenta en el mar y hundieron mi barco a propósito, en mi furia, los maldije”. 
Anu se ríe, respondiéndole con otra incómoda pregunta que no iba al caso, mostrándose evidentemente disgustado por el hecho de que Enki le dio al hombre los conocimientos divinos:
"¿Por qué Enki le dio a conocer a la miserable humanidad el camino del Cielo y la Tierra?"
¡Tráiganle el pan de la vida eterna y déjenlo comer! Le trajeron el pan de la vida eterna, pero él no comió. Ellos le trajeron el agua de la vida eterna, pero él no bebió. Le buscaron una prenda y se la puso. Le trajeron aceite, y él se ungió a sí mismo. Anu lo miró y se rio de él. Ven Adapa, ¿por qué no comiste? ¿Por qué no bebiste? ¿No quisiste ser inmortal? ¡Ay de estos hombres! 
Adapa responde: 
"Enki mi señor me dijo: “¡No debes comer ni beber".
 Anu se enfada y le dice a sus súbditos: 
¡Tómenlo y envíelo de vuelta a la Tierra! 
Anu planeaba asesinar a Adapa con la falsa promesa de tener vida eterna. Los griegos también interpretaron este hecho, pero cuestionándose qué hubiera sucedido si Adapa aceptase la comida de Anu. Es así como nace “El mito de la caja de Pandora”, el equivalente griego para la Tablilla de Adapa:
“Prometeo, advirtió a su fiel amigo, Epimeteo: "nunca aceptes ningún obsequio de Zeus, el terrible. Nunca. Al contrario, devuélvele el obsequio a quien te lo haya dado. Tenlo siempre en cuenta. Pero Zeus es astuto. Le encarga a Pandora, una de las mujeres más hermosas de la creación, que llevase consigo un obsequio para Epimeteo. Él, completamente atraído por la belleza y encanto de la mujer, olvidó el consejo de su señor Prometeo, y aceptó el regalo. Cuando la caja se abrió, todos los males descendieron a la humanidad, pues en la caja de Pandora, estaban encerradas todas las calamidades que azotarían al hombre”.

Efectivamente el relato griego nos muestra a un Zeus enojado y furioso con la humanidad, furioso con Prometeo (Enki) por permitir que el hombre accediera al conocimiento divino. También es importante mencionar que Enlil es Zeus, así como otros dioses circundantes, veámos. Los romanos adoraban a Baal, y le rendían homenaje en el Templo de Júpiter, como arrojan las evidencias históricas. Pero esto no es coincidencia, ya que Baal ("Señor") fue uno de los principales dioses de Asia Menor, cuya etimología y atributos son muy similares a los de Enlil, por ende, los académicos no dudan en identificar a Baal con Enlil. Enlil a su vez es identificado como "El", el dios cananeo y principal deidad de muchos de pueblos, precursor de Moloch, el dios de Ugarit. Por si fuera poco, Enlil es también, y como hemos visto anteriormente, identificado como el dios "Yahvé" (Jehová) el dios hebreo, y Yahvé precisamente es también identificado con "El" y "Señor" (aunque los fanáticos religiosos lo nieguen), por lo tanto, Enlil es la raíz semítica de todos los dioses supremos, pero esto no termina aquí, ya que el equivalente griego para Enlil, es Zeus, y el equivalente romano de Zeus, es ¡Júpiter! Esto quiere decir que Enlil fue adorado en diferentes pueblos del planeta, bajo diferentes nombres. Enlil utilizó la religión para dominar y controlar a la humanidad. Enki por lejos era la deidad más venerada y admirada en todo el Planeta, fue el único Anunnaki quien mostró un verdadero interés en el ser humano, transformándose en un padre protector y bondadoso. Enki es sin dudas un ser espectacular; un maestro de luz que sobresalía del resto por su amor incondicional y por sus grandes habilidades espirituales. Enki también fue custodio de las "Tablas del Destino" (𒁾𒉆𒋻𒊏), que estaban dotadas con el poder celestial de los sabios y antiguos Anunnaki. Estas tablas tenían un poder inconmensurable, conferían todos los secretos del universo y permitían el dominio total de las cosas, además de predecir acontecimientos del futuro, siendo uno de los objetos sagrados más preciados. Estas Tablas fueron dadas por Anu a Enlil, pero era Enki quien las custodiaba, ¿quién más que Enki podría ser el guardián idóneo de un objeto tan importante y valioso como este, cuyo mal uso podría traer caos y destrucción? El problema fue que Enki quizo iluminar al hombre con un poco de este conocimiento: "el fruto prohibido", lo cual encolerizó a Enlil, tomando una actitud cada vez más hostil hacia su hermano, sobretodo cuando la humanidad estaba notoriamente en su contra, adorando a Enki. Esto molestó también a los otros dioses, quienes no toleraban la idea de que los hombres, una raza esclava, llegasen a ser tan grandes como ellos.






7. LA FURIA DE ENLIL: EL DILUVIO UNIVERSAL

Enlil despreciaba al hombre: a él no le interesaba el bienestar de la humanidad, de hecho era muy habitual que Enlil castigase a los pueblos humanos con grandes plagas, hambrunas, catástrofes y enfermedades, incluso envió el diluvio universal con tal de destruirnos, pero siempre Enki intervino y estuvo de nuestra parte. A continuación adjunto el relato sobre las intenciones de Enlil en querer exterminar a la humanidad. Primero que todo, el dios inició una asamblea con los principales dioses, en donde propuso el envío de plagas y sequías, para así hacer una dolorosa y generalizada extinción. Enlil dijo: 

“Cortadle los víveres y que escaseen las plantas alimenticias. Que Adad reduzca las lluvias a la nada, y que las tierras no produzcan frutos, que el viento cálido llegue a tostar el suelo, que las nubes se amontonen pero sin derramar las más mínima gota. Que los campos disminuyan su producción. Que Nisaba cierre su pecho y que no disfruten más de alegría: ¡que queden reducidos a humo!”

La Tierra fue castigada con hambruna, sequías, pestes y malas cosechas. Los suelos estaban totalmente secos, áridos, y los animales desnutridos. Atrahasis, quien era otro humano amigo y devoto de Enki, le pregunta a su dios cuánto tiempo duraría este tormento. La relación de Atrahasis con Enki era muy estrecha, incluso la tablilla afirma que él 

“podía conversar con su dios, quien gustosamente respondía a su llamado”,
Esta es claramente la inspiración del relato de Abraham con Yahvé.

“Había, sin embargo, cierto individuo; Atrahasis, devoto de Enki, muy hábil, que podía conversar con su dios, quien gustosamente respondía a su llamado. Atrahasis entonces, abre la boca y se dirigió a su señor: ¿Cuánto tiempo va a durar esta epidemia? ¿Por cuánto tiempo padeceremos esta peste? Por favor, haz que cesen las enfermedades, fiebres, epidemias y pestes "
Enki descendió a la Tierra para aconsejar a los hombres, ya que se encontraba furioso ante la decisión de Enlil. Enki dijo que la humanidad no debía adorar más a los dioses Anunnaki, ya que eran seres tiranos que no los escucharían ni ayudarían: 
“Enki abrió la boca y se dirigió a su servidor: Convoca en tu casa a los ancianos y diles: ¡Ancianos, escúchenme! Ordenen que los heraldos públicos proclamen con gran estrépito por todo el país: ¡Que no rindan más honores a los dioses! ¡Que no imploren más a las diosas! Sólo honren a Adad, sólo a él llévenle los platos cocinados, y verán que él aceptará gustoso sus ofrendas. Y luego, confuso por culpa de tantos presentes; suspenderá su acción maléfica. Se construye entonces, un santuario dedicado a Adad. Y se ordena a los heraldos públicos que proclamen con estrépito por todo el país”. … Adad aceptó gustoso las ofrendas, Y confuso por la culpa de tantos presentes: Suspendió su acción maléfica, Por la mañana hizo que lloviznase, Y por las noches, a escondidas: condensó el rocío De tal modo que los campos, en secreto: Comenzaron a recuperar la producción. Así se puso fin a la sequía y la hambruna". 
Podemos ver que Enki fue sigiloso y astuto, sabía que el punto débil de los Anunnakis era el ego, y ordenarle a la humanidad que adorasen solamente a Adad, y que edificaran templos en su honor, haría que este dios dejase de atormentar al hombre, quien se sintió alagado, y por consiguiente: arrepentido y confuso. Según podemos influir, Adad fue encomendado por Enlil para desatar el caos y las pestes debido a que era uno de los Anunnakis que mejor manejaba la tecnología de control climático, como los satélites de electroplata y oro que emitían frecuencias magnéticas. Enki no recurría a la violencia para solucionar sus conflictos, era una deidad sumamente inteligente que “conocía el profundo corazón de los Anunnakis”. Es por ello que prefería trabajar en secreto, tratando de buscar el punto débil de sus rivales. Es así como Adad terminó abortando la misión encargada por Enlil, permitiendo incluso que las cosechas abundasen, modificando el clima de las regiones para que sean abundantes y fructíferos. A partir de este momento, Adad sería llamado: “El que hace crecer las plantas, o el que las destruye”, haciendo alusión a su función de dios protector-destructor. Los templos en su honor se levantaron en Acadia y Babilonia, incluso el pueblo Hitita creó estatuas con tal de complacer a este Anunnaki. Enlil no se encontraba en el planeta para ver lo que acontecía. Él se confió en que las plagas iban a cumplir con los efectos esperados, no como la vez anterior (Nota: antes de esta plaga,  Enlil ya había enviado otra como castigo a la Tierra, la cual fue cesada gracias a la astucia de Enki, pero Enlil nunca lo supo). Cuando Enlil retorna a la Tierra, se irrita y encoleriza al ver que los hombres eran fructíferos y abundantes. Enlil decide despojar a Adad de su cargo y enviarlo de regreso al ”cielo”, para que rinda cuentas ante Anu. Irritado por la ineficiencia de Adad, esta vez sería él mismo quien tomase el control de las plagas y epidemias. Confiado en su tecnología, Enlil envió un potente golpe contra la humanidad, inclusive, mucho más potente que la plaga anterior. El mundo estaba llegando a su fin, los ríos se secaron, las tierras se transformaron en carbón, la vegetación murió, la hambruna era intensa y las sequías empeoraban: 
“Ya no nacía nada del seno de la tierra. Las plantas ya no nacían. Ya no se veía a nadie. Las praderas de hierba se secaban ¡Las llanuras se cubrían de Salitre! Y la hambruna era intensa. Todos estaban alterados por causa de la inanición. Era como si las caras estuviesen cubiertas de malta, a punto de tomar un color plomizo. Los rostros parecían marchitos. Todos caminaban fatigados por las calles” 
Los siguientes 30 párrafos de la tablilla han sido destruidos por el paso del tiempo, haciendo que los versos sean ilegibles. Sin embargo, por lo que acontece más tarde, podemos influir que Enki no resistió ver como sus creaciones morían y perecían  ante sus ojos, sentía impotencia. Por lo que decidió intervenir directamente en ayuda del hombre, repartiendo alimento y todo tipo de provisiones para la subsistencia de sus hijos. Lamentablemente fue descubierto por los Anunnaki, y es lo que Enlil le reprocha en los párrafos siguientes: 
“Lleno de cólera, Enlil dijo: ¡Los grandes Anunnakis, habíamos aceptado unánimemente este compromiso! Anu y Adad se fueron a los cielos, Y yo ¡YO!, vigilaría la tierra. Todo bien, hasta que tú interviniste: Para liberar a los hombres soltando sus cadenas, permitiéndoles una rica producción”
Pero Enki no actuó solo, fue ayudado por los miembros de su legión, los cuales también fueron descubiertos. Enlil se dirige a su paje real para que los cómplices de Enki sean traídos ante él:
“Y Enlil, habiendo abierto una vez más la boca, se dirige a Nuska, su paje: “¡Que sean traídos aquí los otros cómplices, y que sean presentados ante mí!  Se les hizo entrar, y entonces, dirigiéndose a ellos, Enlil el valiente, les dijo: “Todos nosotros, los grandes Anunnaki, aceptamos unánimemente este compromiso: ¡Anu y Adad se fueron a los cielos, Y yo ¡YO!, vigilaría la tierra hasta que ustedes intervinieron, para liberar a los hombres, soltando sus cadenas y permitirles una rica producción” 
Nuevamente hay párrafos perdidos. Es lamentable que un texto tan ancestral, valioso e histórico como éste presente tantas lagunas debido al paso del tiempo. El texto perdido probablemente trataba sobre Enlil recriminando a Enki y a sus cómplices por haber interferido en sus planes, que hasta el momento habían sido en vano. Cuando el texto logra recuperarse, se lee que Enlil, frustrado por el fracaso de sus planes anteriores, decide enviar un diluvio universal, confiándole nuevamente la tarea a Adad. Enlil se dirige a Enki y a sus cómplices (cuyos nombres no fueron revelados por los escritores), y les dice: 
“¡Basta, no alimenten más a los hombres! No les proporcionéis más grano!” 
Enki se ríe de las palabras de Enlil: 
“Pero, en su rincón, y en plena asamblea de los dioses, a Enki le entró la risa” 
Enlil, enfurecido y lleno de cólera ante semejante falta de respeto, decreta el diluvio universal. Todos los dioses presentes en la asamblea lo aprobaron. Este hecho también fue detallado en la tablilla: “Epopeya de Gilgamesh”: 
“Sus corazones impulsaron a los grandes dioses a suscitar el diluvio. Estaban Anu el padre, el valiente Enlil, su consejero. Ninurta, su asistente, y Ennuge su irrigador. También Enki estaba presente con ellos” 
La idea del diluvio desató la ira y desesperación de Enki, el cual reclama ante los grandes Anunnaki: 
“Yo creé al hombre para liberarlos a ustedes de las pesadas cargas, Imponiéndoles el labor a los hombres. Ustedes le concedieron el rumor de la pululación, e incluso le concebimos un alma. ¿¡Y ahora están todos reunidos para ordenar su eliminación!? ¿Acaso están decidiendo retornarlo a la nada? 
Los Anunnaki interrumpen a Enki y le dicen: 
“¡Haremos que prestes juramento, Enki el príncipe!” 
Enki reprocha: 
“Y Enki, abriendo de nuevo la boca, se dirige a los dioses, sus hermanos: ¿Por qué quieren que me ate a un juramento? ¿Acaso no puedo yo estirar la mano para mis criaturas? Y ese diluvio del cual están hablando ¿Qué es? Lo desconozco. ¿Soy yo quién lo tiene que producir? 
Le responden: 
“¡No!, esa es tarea de Enlil, él será quien tome la decisión y dé las órdenes” 
La decisión fue tomada: 
“Los dioses entonces, tomaron su decisión final”. 
(Nota: como podemos ver, la tecnología que se emplearía para ocasionar el diluvio universal fue ocultada y desarrollada a espaldas de Enki, ya que éste lo desconocía por completo. Nuevamente vemos que los Anunnaki no confiaban ni consideraban a Enki). La “Tablilla de Ziusudra” también nos muestra a un Enki furioso y angustiado por la decisión de los Anunnakis en enviar un diluvio universal, y les advierte que tarde o temprano los rescataría y ayudaría nuevamente a surgir: 
“Me opongo a la aniquilación de mis hombres. Yo restableceré a mis criaturas. Yo volveré a instalar a la población en su hogar: para que ellos reconstruyan sus ciudades. Yo les volveré a regalar abrigo; para que ellos reconstruyan el enladrillado, para que ellos, nuevamente, erijan los lugares santos. Cada uno en su sagrado emplazamiento. Yo les volveré a suministrar agua pura. ¡La tierra estará de nuevo irrigada, y la prosperidad se reinstaurará!” 
A pesar de sus quejas, los Anunnaki aprobaron el diluvio: 
“Ésta es la decisión final, La palabra de la asamblea convocada por Enlil, Ésta es la decisión pronunciada por Anu, Enlil y Ninhursag” 
Los Anunnaki se restringen por medio asambleas y consejo de sabios para cuando necesiten tomar decisiones importantes. A pesar de que Enki y sus compañeros se oponían al diluvio, la gran mayoría, liderada por Enlil y Anu, se encontraba de acuerdo, incluso la misma Ninhursag lo aprobó. Todos los Anunnakis fueron indiferentes y déspotas. En la antigua Mesopotamia existieron 3 tablillas, o digámoslo de otra forma: 3 “libros” que abarcaron el diluvio universal, cada uno de estos textos cuenta una historia acontecida durante el cataclismo. Los sumerios narraron la historia de “Ziusudra”, los babilónicos la de “Utnapishtim”, y los acadios la historia de “Atrahasis”. Las 3 tablillas relatan como Enki intervino en ayuda del hombre, incluso brindan información complementaria. (Nota: El relato bíblico sobre el diluvio y Noé son textos falsos, plagiados y profanados, que fueron escritos por altos mandos de Israel para censurar nuestra verdadera historia y así fomentar el judaísmo. El relato mesopotámico NADA tiene que ver con el hebreo, este último, escrito casi 2 milenios después). Incluso Ninhursag, la madre creadora, estaba de acuerdo en exterminar a la humanidad. Los textos mesopotámicos nos muestran a un Enki afligido y desesperado ante la inminente destrucción. Para poder ayudar a sus hijos, Enki ideó un plan de comunicación, ya que al parecer la Tierra fue cerrada y se impidió todo tipo de acceso. Los hombres desconocían por completo que se acercaba un diluvio, y Enki escogió a sus hombres de confianza, a quienes catalogaba como sabios, justos y humildes, para informarles y dejarles la tarea de predicar entre los hombres, y así, salvar a cuantos quisieran oír su mensaje. Uno de los escogidos por Enki, fue Ziusudra. El gran Dios: 
“habló por medio de las paredes de su casa”: “¡Ven y párate al lado de la pared izquierda, que yo te voy a hablar! Quiero que entiendas algo, escucha mi consejo ¡Escucha mis palabras! ¡Presta atención a mis instrucciones! El Diluvio va a aniquilar las aglomeraciones humanas. Y a inundar su capital para destruir la raza humana: Así se ha decidido. ¡Es una Decisión irrevocable y ratificada por la asamblea! Anu y Enlil han dado las órdenes para que el reino de los hombres sea destruido. Y no se sabe sobre ninguna orden de Anu y Enlil que haya sido destruida alguna vez” 
Los siguientes párrafos están destruidos e ilegibles, pero lo más probable, al igual que en el resto de las tablillas sobre el diluvio: Enki le dio instrucciones a Ziusudra para sobrevivir y hacer frente al diluvio. Indicándole que debía que construir un gran barco y abastecerlo con comida, animales y con todos aquellos que quisieran oír su mensaje. Otro de los escogidos por Enki fue su fiel amigo: Atrahasis. Mientras Atrahasis dormía, Enki le envió un sueño premonitorio para advertirle del exterminio venidero. Atrahasis sin comprender la situación, le pide a Enki que por favor le explique el sueño. Así, Enki le relata personalmente lo acontecido (mediante telepatía o viaje astral) y le da indicaciones para construir un tipo de navío que le ayudaría a sobrevivir, diciéndole: 
“Dices que quieres comprender este sueño, ¡Pues bien, recuerda exactamente el mensaje que aquí te entrego!: ¡Escúchame bien! Recuerda todo lo que te voy a decir: Derriba tu casa para construirte un barco Abandona tus bienes para salvar tu vida. El barco que tienes que construir [fragmentos rotos] …Debe estar cerrado por todos lados Téchalo, para que el sol no vea su interior. Y su equipación deberá ser sólida, y su calafateado grueso y resistente” 
La cultura Mapuche también narra la lucha entre 2 deidades enemigas, que eventualmente estarían representando a Enki y Enlil: TrenTren vilu, amigo y protector de los hombres, y CaiCai vilu, su destructor y enemigo. Los relatos son muy similares a los mesopotámicos. El pueblo mapuche cuenta que fueron advertidos por la serpiente amiga sobre un diluvio que exterminaría a la humanidad, tal cual como sucedió con Enki en Mesopotamia. La tablilla: “Epopeya de Gilgamesh” también describe la construcción de un navío, Enki le dijo a Utnapishtim: 
“Demuele tu casa, construye una nave, Renuncia a las posesiones para salvar tu vida. Desiste de tus bienes y mantén el alma viva. A bordo de la nave lleva la simiente de todas las cosas vivas. El barco que construirás, sus dimensiones habrá que medir; igual será su amplitud y su longitud. Como el Apsu lo techarás” 
La tablilla llamada “CBS 13532” indica que el navío llevaría por nombre: 
“Salva Vidas”. 
Días antes de la catástrofe, todo parecía normal, y Atrahasis se dirigía a su pueblo, que era devoto de Enlil: 
“Mi dios ya no está de acuerdo con el de ustedes, ¡Enki y Enlil están enfadados¡ Ello me obliga a abandonar esta ciudad, pues yo seré fiel a Enki” 
Atrahasis hizo un llamado a todos aquellos que quisieran escuchar a Enki. Sin embargo, temerosos y desconfiados, los hombres no lo escucharon: 
“Sólo algunos pocos artesanos escucharon la llamada”. 
Esto se repite en la narración mapuche, en donde muy pocos escucharon a la serpiente amiga. 

La construcción: 
“Se animaron entre sí para construir con rapidez la embarcación, Los hombres mayores transportaban cuadernas de madera. Los pequeños llevaban betún de los pantanos. Los más pobres llevaban el equipamiento. Los madereros clavaban los tablones Con el betún se impermeabilizo la embarcación por dentro y por fuera, Al quinto día la embarcación estaba terminada” 
En la "Tablilla de Gilgamesh" se menciona que la cubierta del barco tendría 120 codos (55 metros) y que sus paredes se alzarían directamente al cielo, cubriéndolo totalmente para que no pueda entrar ni una gota de agua. Además, contaba con “casco”, “escaleras” y “pasadizos” Enki abasteció con alimentos el navío, el cual también fue cargado con: “oro”, “plata”, “animales puros” y “animales gordos”, “pájaros”, “rebaños”, “bichos de las estepas”, “la familia de Atrahasis”, “sus parientes” “las esposas de sus hijos” y “cualquiera que desee ir a la morada del señor Enki”. En Kenia, el escogido fue “Tumbanoit”, un hombre justo y de buen corazón. En Hawaii, zona muy dañada debido a la destrucción de Mu, Enki decidió salvar a “Nu'u”, dándole instrucciones para construir una gran embarcación, en la India aconteció exactamente lo mismo, cuando un dios con forma de Pez le indicó al hombre que debía construir un navío para sobrevivir al diluvio. Y así vamos encontrando relatos similares en todas las culturas antiguas del planeta, , incluso en Papua Nueva Guinea se menciona que los “dioses lagarto” enviaron el diluvio universal para destruir al ser humano. ¿Por qué Enki no rescató directamente al hombre interviniendo en su ayuda en lugar de hacerlos construir navíos o guiarlos hacia zonas seguras? La razón es sencilla, los altos dioses ya habían autorizado el diluvio universal y la decisión era un hecho unánime. El mismo Enki lo dijo en los relatos antiguos. A pesar de que él y su legión querían evitar esta catástrofe, simplemente no podían; tenían millones de otros Anunnaki en contra. El hecho de que Enki eligiera grupos de humanos alrededor de todo el mundo y les ordenara construir barcas y guiarlos era un hecho de neta traición: esto lo hizo de manera secreta, a las espaldas de los dioses superiores, la tablilla de Gilgamesh nos los dice: 
“[Enki dijo:] Quiero revelarte algo que no se ha explicado antes, es un secreto de los dioses”. 
Las decisiones que se tomaban en las asambleas Anunnaki eran muy estrictas, dando a entender que tenían un carácter jurídico bastante serio como para llegar e intervenir a tontas y a ciegas. Además, peligraba su propia vida, y Enki era muy astuto para ejercer una acción llevada a cabo por sus impulsos y desesperación. Después de todo lo que había acontecido anteriormente, Enlil jamás pensó que Enki volvería nuevamente a desafiar su autoridad, desobedeciendo la orden no interferir en el diluvio universal. Es así como vemos el mismo relato en todas partes del mundo: aquel dios serpiente que vino a alertar a la humanidad sobre un diluvio venidero enviado por la furia de otros dioses, dándoles instrucciones para construir un navío o para dirigirse a zonas seguras, tanto en montañas altas, como en pasajes subterráneos. Si pudiésemos nombrar los relatos de un diluvio universal, prácticamente tendría que enlistar a todos los pueblos antiguos que han existido. No estamos hablando de un mito, estamos hablando de un hecho catastrófico que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, en donde más de 600 culturas remotas lo atestiguan. El diluvio universal ocurrió hace aproximadamente 12.000-10.000 años a.C. llevándose consigo gran parte de las civilizaciones existentes anteriormente, incluyendo la Atlántida. Es por esto que encontramos estructuras, arte y ruinas con miles y miles de años de antigüedad, pero no sabemos quiénes fueron sus constructores, ya que muchas no lograron sobrevivir al diluvio. No sabemos oficialmente quien habitó la cueva de los Tallos y otras bases subterráneas en Turquía, Marruecos y Estados Unidos hace más de 200.000 años, del mismo modo Göbekli Tepe tiene más de 12.000 años de antigüedad, al igual que las pirámides sumergidas en las costas de Cuba. Dwarka, otra ciudad hundida, se encuentra ubicada en la India y tiene 32.000 años, sorprendentemente en África se encuentran esparcidas ruinas de lo que fue una metrópolis con 200.000 años de antigüedad. El Camino Bimini, bajo las aguas de las Bahamas, es un vestigio de la Atlántida, y posee 15.000 años de antigüedad. El diluvio arrasó con varias civilizaciones antiguas, como la ciudad de Jericó (10.000 a.C), en California hay cráneos y evidencia de Homo sapiens de 130.000 años, en México hay sembradíos y polen de maíz que sobrepasan los 80.000 años, y así muchos vestigios de civilizaciones remotas que nadie sabe quiénes fueron. En Japón también hay ruinas de metrópolis y pirámides bajo las aguas por sobre los 10.000 años. Y supuestamente el hombre inteligente y moderno se asienta hace 5.000 años a.C. en Sumeria, pero aun así tenemos complejas ruinas con una antigüedad mayor. Eso rebasa a la ciencia oficial, la cual descarta y se niega a investigar estos remotos pueblos, que evidentemente se trató de antiguos saĝ-gi-ga que desde Mesopotamia fueron trasladados hacia diferentes regiones, hace alrededor de 400.000 años. El relato bíblico no es más que un plagio tardío en donde se modificaron los hechos y los personajes. No es un relato de fiar ya que fue escrito milenios después, por las mismas personas que escribieron las falsedades y plagios profanados del génesis, guiados por la mano de Anu y Enlil, en su intento de crear un sistema opresor, tirano y genocida que borre nuestra verdadera historia: El judaísmo. 

Con respecto al inicio del Diluvio, la tablilla de Atrahasis nos lo cuenta así: 
“El clima cambió de aspecto. La tempestad golpeaba la tierra. Nadie veía ya a nadie. Nadie resultaba discernible entre esta carnicería. El diluvio mugía como un toro. El viento aullaba. Las tinieblas eran profundas. El sol había desaparecido. Las personas morían como moscas”. 
Tablilla de Ziusudra: 
“Todas las tempestades y los vientos se desencadenaron” “El diluvio barrió la tierra por siete días y siete noches” “Los golpes de viento y la tempestad se precipitaban, mientras el Diluvio se tragaba la capital”.

Actitud de los dioses después del diluvio: algunos Anunnaki abandonaron la Tierra indiferentes mientras el diluvio se desarrollaba, entre ellos Anu y Enlil, que se dirigieron al Reino de los Cielos. Otros dioses, abordaron sus naves o "botes del cielo", y se quedaron orbitando la Tierra, observando desde cerca la terrible catástrofe, entre ellos Enki, Ninhursag, y muchos Igigu, que también se sumaron al sentimiento de pena y profunda tristeza. Las naves se quedaron sin alimento, las provisiones se agotaron, aún así, estos seres permanecieron en ellas, frustrados observando cómo los hombres “morían como moscas”. Se  sentían deprimidos y aterrorizados frente a tal acontecimiento. 

Enki estaba furioso y dolido, mientras que Ninhursag, estalla en llantos, arrepintiéndose profundamente  de haber sido cómplice de tal decisión: 
“El estruendo del diluvio, asustaba incluso a los dioses. Enki había perdido la razón, al ver cómo eran arrancados sus hijos; ante sus ojos ¡Ante sus ojos! Ninhursag, la gran señora, ponía de manifiesto el horror en sus labios. Mientras los otros Anunnaki, los grandes dioses, estaban débiles debido al hambre y la sed” La culpa y tristeza cae sobre Ninhursag: Ante este espectáculo, la diosa estalla en sollozos, diciendo: ¡Que desaparezca este día!, gritaba ¡Y que se vaya a las tinieblas! Pero, ¿Cómo yo, en la asamblea de los dioses, he podido estar de acuerdo con esto, con aquel discurso tan hábil de Enlil? Convierto en vano mis palabras Yo en persona he escuchado la llamada de socorro de los hombres ¡Mi progenie! Sin que yo haya podido hacer nada han ido cayendo como moscas, ¿Cómo voy a seguir quedándome aquí?, ahogando mis gritos en este lugar de luto. Voy a subir al cielo para no permanecer aquí más tiempo, en este funesto lugar. Allí arriba se ha trasladado Anu, nuestro jefe, y los dioses que han escuchado su llamada después de haber decidido de manera desconsiderada el diluvio ¡Y haber condenado a los humanos a esta hecatombe!
Ninhursag continúa lamentándose:
“Los hombres han llenado el mar, Igual que se llena el río de pequeñas moscas. ¡Como trozos de madera, helos aquí: amontonados sobre la playa! Como trozos de madera arrojados, helos aquí: apilados sobre la orilla Al verlos, yo derramaba lágrimas Ahora, ya acabé de lamentarme” “El llanto calmó su corazón, … Y los dioses junto con ella: se lamentaban por la tierra” 

El diluvio se prolongó por siete días y siete noches: 
“Durante siete días y siete noches: prosiguió la tormenta, la batiente lluvia, y el Diluvio Allí, todo fue abatido”
(Nota: los 7 días y 7 noches son un patrón que también se repite en otras culturas) 

Tablilla de Ziusudra: 
"Todos los vientos del mal, todos los vientos tormentosos se reunieron en uno y con ellos, el Diluvio se extendió por las ciudades de las cestas de media fanega, durante siete días y siete noches". 
Luego, la tormenta comenzó a apaciguar: 
“Después de que la inundación había barrido el país, después de que el malvado viento había arrojado el gran bote sobre las grandes aguas, salió el sol, extendiendo la luz sobre el cielo y la tierra”. 
Después de los 7 días, las tormentas apaciguaron y el sol resplandecía, todo finalmente se había tranquilizado. Aquellos que lograron protegerse dentro de un gran navío, abrieron una especie de escotilla para mirar al exterior, viendo que todo estaba inundado, y es entonces cuando deciden liberar a unas aves para ver si existía tierra firme, según la Tablilla de Gilgamesh: 
“Pasaron seis días. Cuando llegó el séptimo día hice salir una paloma, la liberé. La paloma marchó y volvió agotada, porque no le era visible un lugar en el que posarse. Al día siguiente liberé a una golondrina. La golondrina marchó y volvió. Volvió agotada porque no le era visible un lugar en el que posarse. Después saqué un cuervo, lo liberé. El cuervo voló por los mares, vio la bajada de las aguas, las tierras, comió y no necesito regresar a mi” 
Los sobrevivientes Hopi narran lo mismo: 
“Enviaron pájaros de muchos tipos, uno tras otro, para volar sobre las aguas y encontrar tierra. Sin embargo, todos regresaron agotados, sin haber hallado señales de tierra”. 
Pero finalmente, el cuervo de Utnapishtim logró hallar tierra firme, encontró comida, descanso, y no tuvo la necesidad de volver al navío. A continuación, los hombres decidieron hacer un banquete, pero no para ellos, si no que en honor a los dioses Anunnaki, que descubrieron los navíos sobrevivientes y se acercaron. Primero, los hombres sacrificaron a los bueyes y ovejas más bellas, luego cocinaron pasteles de cebada y medias lunas. Los dioses aceptaron este generoso acto, y complacidos por aquel bondadoso y amable banquete, sintieron piedad. Aún así, el hombre tenía miedo, ellos querían que todos los dioses disfrutasen de su comida, a excepción de Enlil: 
“Dioses de mi costa , Dioses de mi cielo , vengan y disfruten de este sacrificio que he preparado para ustedes, pero no dejen que Enlil disfrute de esto también , ya que él fue el que ahogó a mis parientes” 
Hasta el momento todo iba bien, hasta que Enlil se entera de la situación y ve los barcos sobrevivientes, por lo que se enfurece y encoleriza como nunca: 
“Pero, cuando Enlil el valiente vio el barco, se encolerizó con todos, también, con los Igigu, y exclama: ¡Todos nosotros, los grandes Anunnaki, habíamos decidido en conjunto prestar un juramento! Entonces, ¿Por qué los seres vivos han escapado de la destrucción? ¿Cómo han sobrevivido a la carnicería? “¿¡Cómo se atreven los hombres a seguir vivos?!” 
Enlil estaba lleno de furia, y las sospechas  y las miradas comienzan a recaer sobre Enki. 

Anu sospecha de Enki: 
“Anu entonces, abrió la boca, y se dirige a Enlil el valiente: ¿Quién además de Enki habrá podido hacer esto? Yo, por mi parte, no le he revelado nuestro propósito a nadie” 
Enki se declara responsable: 
“Pero Enki abrió la boca, Y se dirige a los grandes dioses: ¡Sí! ¡Yo lo hice en contra de la voluntad de todos ustedes! Yo salvé a los humanos” “¿Cómo te atreves a ahogar a tanta gente pequeña? ¿Por qué no matar a quien te ofendió y ahogar solo al pecador? 
Enlil se enfurece mientras los otros Anunnaki tratan de calmarlo: 
“¡Cálmate! Enlil, Tú decidirás la pena al culpable, La cual deberá ser infligida a cualquiera que haya desobedecido a tus órdenes”
Lamentablemente no sabemos cuáles son esas penas y la continuación del relato puesto que los fragmentos están rotos, imposibilitando todo tipo de lectura. Los textos también mencionan que el navío o “salva vidas” quedó atorado en lo alto de una zona inaccesible del “Monte Nimush”, actualmente conocido como "Montaña Pir Omar Gudrun", de 2743 metros de altura (9000 pies), ubicada en el sector de Sulaymaniyah, Irak: 
"Nuestro barco se atascó en las alturas del monte Nimush, que sostuvo el casco por más de 1 semana" 
En la biblia se menciona que el arca de Noé quedó atrapada en el Monte Ararat (Turquía), también se menciona que el diluvio duró 7 días y 7 noches, y que llevaron consigo toda clase de animales, comida y personas de bien. Luego Noé soltó 3 aves para buscar tierra firme. Finalmente se realiza un sacrificio en honor a Dios. ¿Es acaso que los 2 textos están hablando de lo mismo? NO. El relato bíblico es un plagio descarado y tardío, que se encargó de recolectar los detalles de los textos mesopotámicos para modificarlos y crear una historia totalmente nueva y alejada de los textos originales. Todo con tal de fomentar e impulsar el sistema judío: la religión profana de Anu y Enlil.

Enki logró que la semilla de la humanidad permaneciera con vida, y solo sobrevivieron las castas de hombres con las cuales se comunicó, y prueba de ello hay en todo el mundo. 

8. Enki - Prometeo - Lucifer

El nombre Prometeo viene del griego “Προμηθεύς”, formado del prefijo “πρό” (pro=antes) y “μῆτις” (mitis=sabiduría), por lo que su traducción es "El que piensa con anticipación" o “El Prudente”. Enki era el dios de la sabiduría, también conocido como “El Prudente”. Prometeo pasaba la mayor parte de su tiempo en la Tierra con los hombres, para enseñarles y ayudarlos a progresar. Enki hacia lo mismo en su precioso Jardín y en cada región que visitaba. Enki creó al ser humano a partir de la arcilla con ayuda de Ninhursag, Prometeo creó al ser humano a partir del barro con ayuda de Atenea. Enki le advirtió a Adapa los peligros de confiar en Anu, Prometeo hizo exactamente lo mismo con Epimeteo. Enki le reveló los secretos divinos al ser humano, para poder liberarlos, Prometeo robó el fuego divino de los dioses como regalo a la humanidad. Entre otras paralelismos innegables. Esto ocurre porque los griegos quisieron transmitir las historias mesopotámicas a través de un panteón propio, Enki es Prometeo, la misma entidad. Y Prometeo era conocido como el "Portador de Luz" y el "Portador del Fuego". Mismos términos que sirvieron para ejemplificar el trayecto de Venus con el mito de Fósforo. ¿Quién es conocido mundialmente por ser el "Portador de Luz"? Lucifer, de hecho, Lucifer significa Portador de Luz en latin... lux: luz, fer: llevar, portar.


Lucifer es el portador de luz, ¿Qué luz? El Fuego sagrado de los dioses al cual los humanos no podían acceder, y que fue robado por Prometeo en muestra de su amor y compromiso con la humanidad. La luz de Lucifer es el Fuego de Prometeo, que a su vez deriva del fruto prohibido o Árbol de los Me en Mesopotamia, que Enki le transmitía a los hombres en su jardín de Dilmún. Los cristianos romanos crearon el nombre de Lucifer para presentar a Enki-Prometeo como el enemigo de dios, manchando su imagen y borrando su verdadera historia. De hecho, Lucifer según los cristianos es el rey de los demonios y señor de los infiernos, y a menudo se le describe como un ser grotesco y horripilante, súmamente malévolo. Pero no hay bases teológicas para afirmar esto, al contrario, tenemos decenas de relatos más antiguos que prueban la verdadera identidad de Lucifer como un ser de luz, bondadoso y protector, por algo fue llamado anteriormente Prometeo, quien deriva de Enki.









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