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domingo, 7 de noviembre de 2021

Significado esotérico de las bestias y criaturas mitológicas de la Antigua Grecia


La religión griega se caracteriza por ser una doctrina espiritual de carácter esotérico, es decir; la mayoría de sus enseñanzas y mensajes se encuentran ocultas bajo alegorías y complejas metáforas filosóficas, las cuales, deben ser descifradas por los iniciados para poder entenderlas en su totalidad, o más bien, de raíz. Esto se hizo para que el conocimiento sagrado no cayera en manos equivocadas ni fuese tergiversado o desvirtuado con el tiempo. 

De hecho, la palabra "esoterismo" viene del griego "esoterikós" (ἐσώτερος), que significa, "oculto", "intimo", "reservado" e "interior". De Grecia nacieron muchas corrientes esotéricas que solo los "eruditos de adentro" podían entender, a diferencia de las religiones "exotéricas", que son simples, literales y sin mayor profundidad filosófica. 

En este sitio web ya hemos estudiado muchos artículos relacionados a la religión griega, ya que prácticamente es un néctar de sabiduría ancestral, y es por ello que en esta oportunidad abordaremos el significado esotérico de sus criaturas y bestias mitológicas.

Anteriormente ya había publicado un articulo hablando sobre el significado esotérico de Pegaso, y a raíz de ello es que hoy adjunto la siguiente publicación sobre más criaturas míticas:




Con respecto a lo que nos ataña el día de hoy, el reiterado protagonismo de diversas criaturas mitológicas a lo largo de las obras e historias griegas, responden exclusivamente a un patrón esotérico y religioso que se utilizó con el fin transmitir enseñanzas místicas. Por ende, antes de que tomemos estas historias como "ficticias" o "mitológicas", debemos, primero que todo; descifrarlas y comprenderlas, ya que nada de esto fue literal. Ocurre exactamente lo mismo con el Hinduismo, religión que por cierto tuvo gran influencia sobre la griega.

El mecanismo que utilizaron los griegos para crear alegorías mistéricas a través de Dioses y criaturas, fueron las mismas que emplearon posteriormente los alquimistas para transmitir y disuadir sus conocimientos del ojo público, ya que ellos usaron, por ejemplo, a varias criaturas míticas, como el Ave Fénix, unicornios, dragones, grifos, leones que devoran un sol, y matraces con diversos animales y criaturas. Esto lo explayé aquí: 


Las brujas medievales y magos siguieron la misma tradición para mantener sus conocimientos fuera del alcance público, creando obras y recetas con elementos extraños que tenían el objetivo de disuadir y despistar a los curiosos. Esto lo muestro aquí:


Ahora, sin mas preámbulos, comencemos.

  • Minotauro (y Teseo)

La palabra "Minotauro" deriva del griego "Μῑνώταυρος", un compuesto del nombre "Minos" (Μίνως), quien era rey de Creta, y el sustantivo "toro" (ταῦρος), por lo tanto, se traduce a nuestro idioma como "Toro de Minos". 

El Rey Minos se jactó de tener el favor de los Dioses, y para demostrárselo a su comunidad y a sus contrincantes; le oró al Señor Poseidón con el fin de que le enviara una señal divina. De igual modo, el rey Minos prometió sacrificar un toro en forma de agradecimiento, como era la costumbre.

Poseidón no ignoró las oraciones de su devoto, así que decidió enviar un precioso toro blanco desde las profundidades del mar. Sin embargo, en ultima instancia, el rey Minos se rehusó a sacrificar al toro de Poseidón, producto de su increíble belleza y envergadura, y por ende, lo reemplazó con otro, pensando que Dios también lo aceptaría... grave error, puesto que Poseidón descubrió la mentira y se irritó al ver que Minos pretendía engañarlo. Así que decide desquitarse con Pasiphaë, la esposa del rey, haciendo que cayera enfermizamente enamorada del toro. En su pasión por la criatura, Pasiphaë hizo que Dédalo, un ingeniero y arquitecto de gran renombre, le creara una estatua ahuecada con forma y apariencia de vaca, para que así, la reina se introdujera dentro y pudiese aparearse con el animal. De dicha unión nace Minotauro, mitad hombre, mitad toro. 

En sus primeros años, la bestia fue criada y cuidada por Pasiphaë y sus sirvientas, pero con el pasar del tiempo el Minotauro fue volviéndose cada vez mas violento, feroz e incontenible, además, era físicamente enorme. Minos decidió que la bestia debía ser desterrada, y para ello le solicitó a Dédalo que construyese una prisión con forma de un laberinto tan elaborado y confuso que nadie pudiese escapar. Generalmente, el Minotauro se alimentaba con seres humanos, especialmente de prisioneros y delincuentes que eran condenados a dicho castigo, pero más tarde, cuando estalló una guerra entre Atenas y Creta, saliendo estos últimos victoriosos, Minos le impuso un cruel tributo a los vencidos, decretando que cada año, Atenas debía enviar 14 jóvenes vírgenes para ser devorados por el Minotauro, en caso contrario el reino de Creta levantaría sus armas nuevamente. 

Atenas cumplió con el pago del tributo, hasta que al tercer año, un joven guerrero ateniense llamado Teseo, se ofreció voluntariamente para ser uno de los jóvenes destinados al sacrificio, todo con el fin de asesinar al minotauro y ponerle fin al cruel tributo. Teseo fue llevado al laberinto junto con el resto de jóvenes atenienses, y tal como tenía previsto, se enfrentó con el Minotauro y lo asesinó, posteriormente, con ayuda de la princesa Ariadna, Teseo logra escapar del laberinto victoriosamente.

Cabe decir que este fue un resumen extremadamente compacto de la historia original, pero es solo para que entremos en contexto.


El Minotauro simboliza la naturaleza animal básica inherente a todos nosotros. La mitad humana del Minotauro no podía contener los deseos animales de su otra mitad. Esto representa la lucha interna con la que los humanos a menudo se enfrentan. En el caso del Minotauro, su mitad inferior triunfó, demostrando que cuando dejamos que esto suceda, sigue la destrucción y la muerte. De igual modo, el Minotauro fue una bestia que nace producto de la arrogancia y la mentira humana, puesto que Minos actuó en contra de los Dioses, fallando su promesa. Por ello podríamos considerar que el Minotauro es también una representación de las consecuencias de nuestros malos actos. 

Lo anterior también se profundiza en:


Esto también se asemeja con un mensaje hindú: cuando los seres humanos se desarrollan internamente y sus almas se purifican, logran acceder a planos superiores tras la muerte, evitando anclarse al plano material. De este modo se acercan a un estado denominado "Mokṣa", que significa "liberación". Sin embargo, cuando una persona vive aferrada al mundo físico y sucumbe a las tentaciones y al pecado, entonces, su alma no obtendrá ningún tipo de recompensa tras la muerte, pudiendo pudiendo incluso reencarnar como un animal o una planta, lo cual es absolutamente negativo para el desarrollo interno. De acuerdo al hinduismo, las almas nobles y puras que logren la liberación ingresan a "Vaikuṇṭha", la morada del Señor Vishnu en la cual gozarán de dicha eterna, y nunca tendrán que volver a reencarnar. Mientras que las almas impuras y malvadas irán a parar temporalmente a diferentes tipos de infiernos, hasta que sus respectivos karmas se vean consumados y limpiados, tras ello, reencarnarán en otra criatura viva que represente su último grado de conciencia en vida, pudiendo ser humanos, animales o plantas, puesto que la elección entre un cuerpo y otro dependerá exclusivamente de ello. Aunque los animales son tratados muy bien en la religión hindú, e incluso, muchos de ellos son sagrados y santos, la reencarnación de humanos en animales se considera inferior, o incluso se ve como un retroceso o especie de castigo, destinada para aquellos que en vida carecieron de cualidades espirituales y éticas, esto también lo recalca el budismo. ¿Qué tiene que ver esto con el Minotauro? La religión griega desarrolló diferentes tipos de filosofías y escuelas, algunas de ellas influenciadas por el pensamiento indio. Los griegos también pregonaron la idea de la reencarnación, a la que llamaron "metempsicosis", y establecieron cultos como el Orfismo y el Pitagorismo, que se centraban casi exclusivamente en la reencarnación de las almas. Ellos afirmaron que las almas crueles eran enviadas al Tártaro, una especie de infierno o lugar inhóspito, mientras que las nobles y puras alcanzaban los Campos Elíseos, un paraíso de paz y abundancia eterna. 

Bajo esta perspectiva, el Minotauro representa la reencarnación de los hombres en especies animales, lo cual se entiende como un retroceso evolutivo en el ámbito de la espiritualidad y el conocimiento, o bien, la fragilidad de la voluntad humana, la cual podría corromperse fácilmente (y por ello es que el Minotauro es mitad hombre y mitad toro). El Minotauro no logró mantener a raya sus instintos e impulsos animales, sucumbiendo a la ira, la violencia y el salvajismo, su lado bestial triunfó, y en consecuencia fue rechazado y posteriormente asesinado. Esto es lo que nos podría esperar si llevamos una vida cruel, materialista e ignorante. 

Mientras que la llegada de Teseo al laberinto representa la iluminación, la claridad y la fuerza purificadora que viene a limpiar y rescatar nuestras almas. De igual modo, el laberinto en el cual vivía esta bestia representa nuestro yo interior, y el Minotauro, simboliza los miedos y pensamientos que debemos descubrir al echar una mirada introspectiva dentro de nosotros mismos. En este sentido, todo el mundo tiene un Minotauro al acecho dentro de su subconsciente laberíntico, y todos necesitamos llamar y descubrir a Teseo, quien representa luz y sabiduría. 


El Minotauro también tiene otro mensaje esotérico, el cual se relaciona con las Eras Astrológicas y la Precesión de los Equinoccios; aquel período de tiempo que corresponde al desplazamiento de 360 grados de arco del eje estacionario de la Tierra, la cual tarda un total de 25.776 años en completar una vuelta en torno a su propio eje de rotación, ya que gira 1° cada 71,6 años. En cada giro, la Tierra va "atravesando" cada una de las 12 constelaciones de la esfera celeste, tardando 2.148 años por cada una de ellas. Producto de este descubrimiento nace la astrología, siendo una de las ciencias más antiguas de la humanidad.  

Actualmente nos encontramos en la era de Piscis, y luego pasaremos a la era de Acuario, luego a Capricornio, Sagitario, y así sucesivamente. 

La siguiente imagen nos muestra la transición entre las eras astrológicas, desde Leo, acontecida en el año 10.000 a.n.e., hasta Virgo, que ocurrirá en el año 14.000:



Muchas religiones nacieron a partir de la observación de los astros y estrellas. 

Por ejemplo, El inicio de la Era de Piscis fue utilizada estratégicamente por las comunidades religiosas de aquel entonces para crear el cristianismo y el mito de Jesús: ellos aprovecharon esta instancia para anunciar la llegada de un mesías, cuyo nacimiento coincidiría justamente con una fecha tan grandiosa como lo es el inicio de una nueva Era, y al mismo tiempo, esto serviría para implantar el cristianismo como una de las religiones predominantes durante el transcurso de la misma, y alejarse, de este modo, del judaísmo, ganando fuerza como religión independiente. 

Es por ello que la tradición dicta que Jesús nació de una virgen el año 1 (o cercano) de nuestra era, fecha que calza con el fin de la Era de Aries y el inicio de la Era de Piscis.  

Todo esto fue explicado con detalle y profundidad en mi publicación anterior:


Debemos entender que en cada era astrológica surgen diferentes religiones y filosofías, las cuales, se influencian en base a su respectiva transición zodiacal. 

Los egipcios por ejemplo nacieron en la era de Tauro, y es por ello que el toro se transformó en un animal sagrado para ellos, elevándose a seres divinos que eran adorados y respetados, como es el caso del Dios Apis. El hinduismo también absorbió influencia astrológica, ya que tanto vacas como toros fueron animales sagrados, y lo son hasta el día de hoy. Muchos pueblos del Levante y Asia Menor también centraron su adoración en la imagen del toro, como los fenicios, cartaginenses, filisteos, sidonios, sirios e israelitas, estos últimos adoraban al becerro. La era astrológica de Tauro llegó a su fin alrededor del año 2.000 a.n.e., dando inicio a la era de Aries, la cabra. Es por ello que las nuevas religiones emergentes rechazaron el culto de los toros para enfocarse en la adoración de las cabras. 

Y esto se pregonó por medio de diferentes anécdotas religiosas. 

Por ejemplo, en la naciente religión persa, el Dios Supremo del Sol, Mitra, se hizo famoso por asesinar toros. De hecho, la imagen de Mitra asesinando a estos animales fue uno de las principales emblemas que promulgó la religión mitraica. En su lugar, el toro fue reemplazado por cabras, producto de su influencia astrológica. Mitra fue incluso conocido como "El buen Pastor" y se le conoció por su gran afinidad con estos animales.  Los judíos también rechazaron al toro, por ejemplo, tenemos lo narrado en el Éxodo, cuando Moisés destruyó a golpes la estatua del becerro que los israelitas estaban adorando en el desierto, y más adelante introdujo el shofar, un instrumento hecho con cuernos de cabra que representó el nacer del judaísmo. Por su parte, los griegos, que incluso son más antiguos que los judíos, también rechazaron la imagen del toro. Recordemos que Zeus fue criado y protegido por la cabra Amaltea, producto del exilio que vivió tras huir de Cronos. Posteriormente, Zeus fue el encargado de pregonar la "cornucopia", que significa "cuerno de la abundancia", transformando a las cabras en sinónimo de prosperidad y buen presagio. 

El relato de Teseo y el Minotauro no hace mas que seguir contribuyendo al rechazo del toro producto de la transición astrológica: y es por ello que Teseo lo asesina, al igual como lo hizo Mitra y Moisés en sus respectivas religiones.

 Es en la era de Aries en donde nace la tauromaquia: el asesinato masivo de toros. Otras importantes figuras griegas también adoptaron el emblema del pastor de ovejas, como Orfeo. 

Repito, todo esto fue profundizado y detallado en la publicación ya citada.

Sobre Teseo: 

Nos encontramos por primera vez con Teseo cuando era un niño, siendo criado únicamente por su madre. Se sabe que el padre del joven era el mismísimo rey Egeo de Atenas, aunque nunca tuvieron relación entre sí. En su adultez, el joven Teseo finalmente decide viajar a Atenas, en donde conoce a su padre y es aceptado como heredero del reino.

El simbolismo padre - hijo se encuentra en mitos e historias de muchos cultos esotéricos. 

El Padre representa el karma acumulado de cada individuo, siendo el resultado de vidas pasadas, energías almacenadas del deseo y la identificación (Prarabdha Karma). El hijo aquí representa el nuevo nacimiento, la encarnación actual del ego que se reencarna. El hijo, como ocurre con todos los jóvenes, al principio no son conscientes de su padre: el karma de la vida futura aún no se ha manifestado completamente en el niño, y la personalidad todavía no se forma en él, pero espera la madurez del futuro a la edad adulta. 

A medida que llega la madurez, cuando el karma de la vida ha tejido la personalidad alrededor de la individualidad, cuando se usa un disfraz sobre el cuerpo, podríamos decir que el Hijo se ha encontrado con el Padre y se erige como heredero del reino (del "yo"). 

El joven Teseo es criado por su madre, quien tiene la obligación de impedirle viajar a Atenas hasta que sea capaz de afrontar un desafío impuesto por su padre. El desafío consistía en levantar una gran piedra, en cuya base se encontraban objetos personales del rey, entre ellos una espada y unas sandalias. Si Teseo lograba levantar la piedra y tomar los objetos; demostraría que no solamente era el hijo legitimo del rey, sino que también era capaz de heredar el trono. 

Su madre le dice: "Debes ponerte las sandalias para seguir los pasos de tu padre, y ceñirte con su espada, para que puedas luchar contra gigantes y dragones, como lo hizo el rey Egeo en su juventud". El joven, al recibir los instrumentos de su padre, está recibiendo en realidad las nobles tendencias acumuladas a lo largo de su vida, como las fortalezas del carácter, las habilidades y los poderes adquiridos a través de todas las encarnaciones pasadas, que ahora salen a la luz. 

En otro nivel, la línea de la historia del padre puede contener un significado simbólico asociado a la astrología y al paso de los ciclos. El ciclo pasado (el Padre) da a luz al nuevo ciclo (el Hijo), pero siempre hay una superposición entre los ciclos. A medida que lo nuevo está siendo "elevado", estableciendo sus huellas para el futuro, lo viejo todavía está en el trono, aún manteniendo el dominio. Se llega a un punto en el que el hijo llega al reino, y de ahí en adelante siempre hay un evento, alguna lucha o prueba, después del cual el nuevo ciclo gana dominio, mientras que el viejo muere. 

En nuestro mito, el hijo, Teseo, asciende al trono después de derrotar al Minotauro, ya que su padre muere a su regreso a Atenas. El nuevo ciclo sigue el curso del viejo, cada ciclo pasa por el mismo terreno que los ciclos pasados, pero siempre con una novedad, una progresión; las estaciones se suceden en su ciclo eterno, pero siempre marchan hacia adelante; los ciclos se mueven como las espirales de un tornillo. 

Teseo se dirige a Atenas, pero no sin aventuras en el camino, y no sin enfrentarse a oponentes, librar batallas y madurar hasta convertirse en un guerrero firme. El hijo debe enfrentarse a una serie de desafíos para pasar de la niñez a la madurez; cada bestia o criminal al que se enfrenta en el mito es una tendencia o hábito kármico que debe superarse si el hijo ha de convertirse en el verdadero heredero del reino. Los hábitos y tendencias que surgen de vidas pasadas "nacen de nuevo" en la nueva vida, tornándose más activos y vitales. 

Al llegar a Atenas, Teseo se enfrenta a un grave desafío, puesto que conspiran en su contra y es enfrentando a la ira de sus primos y la malvada hechicera de su padre, Medea. Uno recuerda al rey Dhṛtarāṣṭra del Bhagavad-gītā, y a Arjuna, que se enfrenta a la ira de los hijos del rey. 

El karma de nuestro pasado, cuando comienza a manifestarse, bien puede vencernos, porque viene con mil tendencias malignas e incontables servidores de nuestra propia naturaleza más oscura. Para que el hijo, la nueva encarnación del Ego, tenga éxito y ascienda al trono, debe superar estos hábitos y tendencias. Si el hijo va a estar listo para enfrentar la verdadera batalla, para entrar en el laberinto conscientemente, erguido y fuerte, y levantarse como vencedor, primero debe vencer todo pecado de su interior.

Hay un evento interesante con respecto a la llegada de Teseo al reino de su padre, que parece estar lleno de significado simbólico: su rivalidad con Medea. La bruja Medea supo desde un comienzo que Teseo era el verdadero hijo del Rey, cosa que él, hasta ese minuto, desconocía. 

Por ello Medea conspira constantemente en contra del joven recién llegado, e intenta convencer al Rey de que lo asesine. 

Así que el rey envió a Teseo a una misión suicida; capturar al Toro de Maratón, un emblema del poder de Creta. Teseo regresó victorioso y sacrificó el toro. 

A medida que sus planes se frustran, debido a la vacilación del Rey y a la astucia de Teseo, Medea termina ideando un plan para envenenar al joven, entregándole una copa con veneno. 

Sin embargo, el rey reconoció que la espada que portaba Teseo era la suya; esa que hace muchos años atrás había dejado como herencia para su hijo debajo de una roca. En ese instante, Egeo golpea la copa envenenada y abraza a Teseo, dándose cuenta también de los engaños de Medea. 

En Medea podemos ver un símbolo de esa fuerza que hace fructificar el karma pasado, aquello que impulsa a los viejos hábitos y tendencias a volverse presentes en la nueva vida, y que puede servir para mantenernos ignorantes, manteniendo el hechizo de māyā (ilusión). Quizás podamos ver en ella el poder del deseo conocido en Oriente como Tanhâ, la "sed de vida" o el Avidya, "ignorancia", y puede haber una relación directa con Némesis. Medea trabaja en dos frentes: primero, para mantener al Rey ignorante de la verdadera identidad de su hijo (manteniendo al Ser atado a una identificación pequeña, mezquina y egoísta con el karma del pasado, lo que proporciona características e identidad personales); y segundo, usa hechizos y veneno para intentar matar la nueva vida, el Ego que ha encarnado y que ahora está tomando la vestidura tejida de sus vidas kármicas pasadas. 

Medea hace todo lo posible para mantener al Rey (la acumulación kármica pasada, el carácter personal inferior) en el poder, buscando vencer al recién llegado, el Ego Superior que está cobrando vida, para negarle el lugar que le corresponde como heredero del Reino.


Habiendo surgido por encima de las conspiraciones, y, tomado su posición como heredero al trono, Teseo se entera de que el rey Minos exige que los atenienses sacrifiquen siete vírgenes y siete jóvenes cada año al Minotauro, y es aquí en donde volvemos al comienzo de la historia Este proceso se había prolongado durante  tres años. Teseo, erguido y asumiendo la posición del héroe, se ofrece como voluntario para convertirse en uno de los siete jóvenes de sacrificio, para así poder encarar y asesinar a la bestia.

El 3 y el 7 poseen significados esotéricos. Podrían referirse a las Siete esferas habitadas por el hombre, los Siete Mundos de nuestra cadena planetaria, aquellos que se profundizan en el hinduismo. Mientras que el par dual de siete varones y siete mujeres (“masculino” y “femenino”) corresponde a la polaridad (espíritu-materia) de cada uno de los planos, sumando 14 en total: Atala, Vitala, Sutala, Talatala, Mahatala, Rasatala, Patala, Bhur, Bhuva, Sva, Mahar, Janas, Tapas, Satya. En otro nivel, podemos ver una pista hacia los siete sentidos y quizás los siete poderes de acción. Puede haber correspondencias simbólicas entre nuestro mito y las historias del Anugita, con sus siete sacerdotes sacrificatorios. También podemos ver una correspondencia con los siete saktis (femenino) y los siete sentidos (masculino), a través de los tres planos, o a través de los tres Upâdhis (vehículos, cuerpos) del Hombre manifestado.  Los sentidos y poderes son "sacrificados" al "mitad hombre, mitad toro", el "ego animal", la "bestia" dentro de nosotros. Primero son encarcelados por el rey Minos y luego "devorados" por la "bestia": nuestros poderes y sentidos se centran únicamente en la vida personal, se ensimisman y pierden sus aplicaciones universales naturales. Y esto ocurre no solo una vez, sino tres veces, una en cada Ronda. También podemos vislumbrar aquí el proceso de manifestación o renacimiento, en el que los poderes / sentidos de siete por siete se llevan primero al cuerpo causal y se expresan en él, luego hacia abajo y hacia el cuerpo astral, luego finalmente hacia abajo y hacia abajo, en el cuerpo físico, resultando en tres Upâdhis, en tres planos, a través de los cuales operan los poderes y los sentidos. 

Y solo después de esto, Teseo, el héroe, entra conscientemente en el laberinto para matar al bestia. En otro nivel, puede haber correspondencia con los siete Rishis y las siete Pléyades: Los Siete Rishis marcan el tiempo y la duración de los eventos en nuestro ciclo de vida septenario. Son tan misteriosos como sus supuestas esposas, las Pléyades. Las Pléyades son las siete estrellas más allá de Tauro que aparecen al comienzo de la primavera. Tienen un significado muy oculto en la filosofía esotérica hindú y están conectados con el sonido y otros principios místicos de la naturaleza. 

Además del simbolismo del Minotauro en sí, también podemos notar un posible significado simbólico para el Rey Minos. Podemos sugerir que Minos puede representar el sentido de "yo", de "mí", o el "egoísmo", el sentido de "mío". Minos es el poseedor del Minotauro, y podemos ver que nuestra naturaleza inferior, nuestra "bestia", nuestro yo medio animal se basa en el sentido de auto-identificación del ego. Nuestro sentido del yo, que debería estar arraigado en una presencia impersonal, la "seidad" o Una Vida, está en cambio aprisionado en un Laberinto de auto-identificaciones, atrapado por un laberinto sinuoso de "yo" y "mío". Los poderes y sentidos son primero aprisionados por este sentido limitante del "yo", la identificación con un solo cuerpo a través del cual todo se experimenta, y luego son devorados por el ego resultante (minotauro), el yo bestial.

Cuando Teseo llega a Creta y es enviado al laberinto-prisión para esperar su encuentro con el Minotauro, la hija del Rey Minos, Ariadne, se enamora de él y decide ayudarlo en su búsqueda. Ella le proporciona dos herramientas que pueden ayudarlo a lograr el éxito: una espada y una bola de hilo. Al considerar el simbolismo del individuo, podemos ver a Ariadna como buddhi (iluminación) y a Teseo como el Ego que se reencarna. Una vez que el Ego emprende el camino, convirtiéndose conscientemente en el héroe y luchando contra su propia naturaleza inferior, buddhi naturalmente "se enamora" de él, y comienza a encenderlo, a iluminarlo y, por lo tanto, a a entregarle las herramientas esenciales para ganar la batalla con la naturaleza inferior. La espada y la cuerda pueden tener muchos significados simbólicos específicos, entre ellos: intuición (la guía de buddhi, la voz de la conciencia, proporcionando dirección en la batalla de la vida así como la cuerda proporciona dirección a Teseo en el Laberinto) y el poder de la verdadera meditación (la espada, cortando las irrealidades de la naturaleza inferior). El hilo también puede verse como el "sûtrâtmâ", el "hilo-alma", el hilo sobre el que se ensartan las perlas de las vivencias, que representan la continuidad de la conciencia a través de todos los cambios, todos los ciclos, una "personalidad" constante que continúa ininterrumpidamente a lo largo de toda la vida.

En otro nivel, podemos ver el proceso de descenso (el "arco descendente") hacia el laberinto, con la cuerda colocada a lo largo del camino (el yo atravesando todos los planos), luego la parte inferior del arco (cuando el minatauro muere , lo personal sacrificado a lo impersonal, lo superior imponiéndose sobre lo inferior), y luego el "arco ascendente" o arco de ascenso, que sigue la cuerda de regreso a la fuente, de regreso a casa, elevándose de nuevo a través de los mismos planos, hacia arriba, a lo largo la cadena de la continuidad, para volver a fusionarse (conscientemente) con el Sí mismo real.


La historia avanza con Teseo regresando a Atenas, pero, antes de su llegada, una aparente confusión en enarbolar la bandera adecuada en su barco hace que su padre crea falsamente que ha sido asesinado. El Rey, incapaz de soportar la idea de la muerte de su hijo, se arroja al mar y se ahoga (por ello el Mar Egeo lleva dicho nombre). 

Podemos ver aquí una conclusión adecuada a lo expuesto. Teseo, tras la derrota del Minotauro, regresa no como príncipe, sino como rey; regresa como el gobernante del Reino del Ser, el Reino de Dios que está dentro. A partir de entonces, Teseo envió a buscar a su querida madre a Atenas y, al seguir su consejo en asuntos de estado, se convirtió en un excelente monarca y fue muy querido por su pueblo. 

  • Cíclopes


Los cíclopes fueron descritos como criaturas gigantescas de un solo ojo, expertos en la forja, la construcción y el combate. La palabra "cíclope" viene etimológicamente de "kïklopos", que significa, "ojo redondo". Los cíclopes son tan antiguos como la mismísima religión griega, y un dato bastante interesante en torno a esto, es que los sabios de la antigüedad los describieron de manera positiva como negativa, y siempre rodeados de eventos particulares.

En su obra Teogonía (700 a.n.e), Hesíodo narra que las primeras generaciones de cíclopes fueron engendradas por Gea y Urano, aunque este último posteriormente los condenó a las profundidades del Tártaro, temiendo a que lo derrocasen. Tras miles de años después, el Titán Cronos fue quien finalmente se alzó para derrocar a Urano, liberando por fin a los cíclopes de su injusta condena. Sin embargo, Cronos se corrompió luego de haber tomado el poder, y decidió que los cíclopes debían volver al Tártaro, junto con los hecatónquiros, que también fueron encerrados por Urano en tiempos anteriores. Luego de esto, en un acto de desesperación y locura, Cronos se comió a todos sus hijos con el fin de que nadie lo derrocase, excepto a Zeus, quien logró sobrevivir a tal vejamen gracias a la ayuda de la Diosa Rea y Gea. Cuando Zeus se transformó en un hombre adulto, completo e ilustrado en todos los oficios, ciencias y saberes, organizó una campaña para poder vengar a sus hermanos, y así terminar con el oscuro reinado de Cronos. Incluso, Zeus mismo desciende al Tártaro para liberar a los hecatónquiros y a los cíclopes, quienes se le unirían en su objetivo de vencer a Cronos. Los cíclopes, en agradecimiento y admiración, fabricaron armas especiales para la guerra, entre ellos se encuentra el tridente de los mares, entregado a Poseidón; el casco de la invisibilidad, entregado a Hades; y finalmente, el poder del rayo, entregado a Zeus. 

En la misma época (700 a.n.e), Homero nos entrega una información totalmente diferente a la de Hesíodo, describiendo en su Odisea a una población de cíclopes inhóspitos, incivilizados y violentos que vivían como salvajes en las montañas, sin leyes, costumbres ni oficios, además, devoraban seres humanos. También nos dice que pese a todo ello, Zeus les seguía otorgando cosechas y bendiciones para subsistir, ya que les tenía un afecto profundo. Esto también lo recalca el poeta Eurípides, quien nos dice que Zeus convirtió en esclavo al Dios Apolo, luego de que éste asesinase a unos cíclopesMas tarde, Calímaco también nos entrega información sobre esta raza, diciendo que los cíclopes fueron herreros que trabajaban para Hefesto, y que fueron responsables de fabricar el arco, las flechas y el carcaj de Artemisa. De igual modo, Virgilio nos dice que si bien algunos cíclopes eran incivilizados y violentos; otros eran cultos y sabios, narrando que fueron los responsables de fabricarle una armadura a Minerva (Artemisa) y un carro de guerra a Marte (Ares), mientras que Nonnus menciona que los cíclopes se unieron al ejército de Dionisio para luchar contra Deriades. 

Como hemos podido notar en este breve resumen, los cíclopes tienen mucha relevancia en los diversos textos y acontecimientos de la religión griega. En algunos se les retrata como seres rechazados pero de buen corazón, quienes no dudan en ayudar a los Dioses en sus causas nobles y que, gracias a sus conocimientos, les fabrican importantes artefactos y armas. Mientras que otros autores nos cuentan que los cíclopes se corrompieron, transformándose en bestias salvajes, iracundas y violentas. Y así las versiones van complementándose unas con otras.

Entonces; ¿qué significado se esconde tras estos relatos? 

Los cíclopes son el reflejo del ser humano común y corriente. Ellos, al igual que nosotros; nacieron directamente desde una fuente divina, pero, debido a la corrupción y confusión del mundo material; se han descarrilado completamente, conformándose con vivir de forma ignorante y salvaje, tal como los ciclopes de que habitaban la isla de la Odisea.

El único ojo de los cíclopes hace referencia a la glándula pineal, una pequeña estructura anatómica ubicada a la altura del entrecejo, en la parte posterior del diencéfalo. Los egipcios la llamaron "Ojo de Horus", y en el hinduismo se conoce como "Chakra Ajna" o Tercer Ojo, el cual se encarga de estimular el desarrollo psíquico, la intuición, la percepción, la clarividencia, y las capacidades extrasensoriales, siendo de gran utilidad para meditar y experimentar viajes astrales. 

Un hombre corrompido, como los cíclopes descritos por Homero, no podrá ser capaz de despertar su naturaleza divina ni espiritual, aferrándose, en consiguiente, a la confusión, la ignorancia y el caos del mundo físico. 


Polifemo por ejemplo ya estaba ciego mucho antes de que Odiseo le arrancara el ojo. Y esto lo podemos profundizar un poco más; Odiseo le miente varias veces al cíclope en su propia cara. 

La primera vez, Polifemo pregunta por la ubicación del barco de Odiseo, y aunque Odiseo tiene 12 barcos atracados en la isla, responde con astucia que Poseidón había destruido su barco y que solo él y sus 12 compañeros lograron sobrevivir. Más tarde, nuevamente, mientras Odiseo se congracia con el cíclope y el monstruo consume vino frenéticamente, Polifemo le pregunta por su nombre, a lo que Odiseo responde:  "Yo me llamo Outis" (Outis significa "Nadie"). 

Cuando la bestia cae borracha, Odiseo y sus hombres lo empiezan a atacar, y es aquí en donde lo dejan ciego tras perforarle su único ojo.

El cíclope comenzó a gritar desesperadamente que "nadie" lo había atacado y que "nadie" le arrancó el ojo. Sus compañeros no acudieron en su ayuda, pensando que se había vuelto loco, que estaba borracho, o que había caído en una maldición. Por lo tanto, podemos concluir que el cíclope nunca tuvo en cuenta la amenaza que Odiseo significó para su vida, precisamente porque ya estaba "ciego" antes de perder el ojo físico. En su opinión, Odiseo no se atrevería a atacarlo porque solo Polifemo era capaz de mover la roca que bloqueaba la entrada de la cueva en la que se encontraban, y por lo tanto, se confió en que los hombres no lo atacarían. Sin embargo, calculó mal, y no pudo ver mas allá de las posibilidades a su alrededor. Una vez que Polifemo pierde el ojo, Odiseo idea una forma para escapar de la cueva sin que el cíclope, que aguarda en la entrada, se diese cuenta. Para ello, los hombres se ataron bajo el vientre de los animales de Polifemo y se taparon con lana.  Temiendo que Odiseo y sus soldados utilizaran a sus animales para huir, el cíclope comienza a palpar el lomo de su ganado. Dicho esto, no se da cuenta de que los hombres estaban aferrados al vientre de los animales, pudiendo pasar desapercibidos entre las piernas de Polifemo. 

La ceguera de la bestia se ilustra aún más lúcidamente, cuando Odiseo, tras huir en barco, le grita su verdadero nombre. En ese instante, Polifemo recordó la profecía de un antiguo sabio llamado Telemo, quien presagió que la bestia sería cegada por alguien cuyo nombre sería Odiseo. Polifemo, mordaz en su arrogancia cegadora, jamás pensó que aquel hombre que naufragó en sus costas sería quien cumpliría la profecía, ya que él esperaba a un héroe más grande y excepcional. 


Pero a diferencia de Tiresias, el profeta ciego que podía ver el futuro, y Demodokos, el cantante ciego pero iluminado que podía ver la verdad, Polifemo nunca pudo ver, ni espiritual ni físicamente. Y solo cuando perdió su ojo, en última instancia, adquirió la  percepción o la retrospectiva de que la profecía sobre su ceguera ya se había cumplido. Los demás compañeros, igual de ciegos y absortos en el pecado, jamas recurrieron en su auxilio, ya que en efecto, tampoco podían ver. 

A pesar de su notorio tamaño, el ojo único de los cíclopes es su característica más definitoria. Cuando el hombre se centra en su desarrollo espiritual y se esfuerza en retornar a su origen, entonces, el cuerpo se transforma en un vehículo apto para la conjunción divina, y allí, el sexto chakra se abre. 

A diferencia de Polifemo y sus compañeros, los cíclopes civilizados gozaban de gran respeto y admiración, además, convivían directamente con los Dioses, brindándoles apoyo en sus diversas tareas y objetivos, e incluso, como mencioné anteriormente, les llegaron a fabricar herramientas increíblemente poderosas, como el tridente de Poseidón, el rayo de Zeus, el casco de la invisibilidad de Hades, la armadura y el arco de Artemisa, el carro de Ares, entre otros. Pero esto solo ocurre cuando se han desarrollado espiritualmente, abriendo, simbólicamente, su único ojo, es decir, la pineal. 

Cuando los cíclopes "ven", pueden dedicarse a las artes y oficios mas rigurosos, y no solo a la armería y la herrería, sino que también a la arquitectura, y la conexión entre los cíclopes y los megalitos dan cuenta de ello. En la antigüedad se construyeron enormes observatorios de piedra para medir el movimiento de los cielos y, al hacerlo, apoyar la agricultura y la navegación. La asociación de los cíclopes con estos observatorios megalíticos de la Edad de Piedra hace que sea razonable concluir que estos gigantes eran expertos en astronomía, arquitectura y la geometría.

La búsqueda de conocimiento y desarrollo espiritual se ha asociado muchas veces con la perdida de los ojos físicos, tal como ocurre con los cíclopes. 

Por ejemplo, en la religión egipcia, el Dios Horus fue cegado por Seth, quien le arrancó los ojos en un enfrentamiento, pero luego, el Señor Thoth, Dios del conocimiento, la magia y la sabiduría, lo sanó fabricándole un ojo especial, el Udyat, el ojo que todo lo ve. 

Con la obtención del Udyat, todos los secretos del universo le fueron revelados a Horus, hecho que le despertó un poder inconmensurable y la capacidad de alcanzar un estado superior de conciencia. Y sí, esta es una alegoría esotérica que los egipcios utilizaron para referirse a la Glándula Pineal o Sexto Chakra, el órgano que despierta nuestro lado interno, sirviendo como puente entre el mundo físico y el espiritual. Y de hecho, el Udyat, del cual ya he publicado artículos en otras oportunidades, tiene la misma forma que la hipófisis, región anatómica en donde reposa la glándula pineal. 


Por otro lado, en la religión nórdica, el Dios Odín sacrificó uno de sus ojos para alcanzar iluminación, después de que Mímir se lo impusiera como signo de voluntad para alcanzar conocimiento. 

Tanto Horus como Odín quedaron tuertos, pero lograron obtener sabiduría y desarrollo espiritual tras haber abierto, simbólicamente, su tercer ojo. Los cíclopes también son un reflejo de esto; los que se desarrollaron estuvieron junto a los Dioses, y los que no, terminaron corrompiéndose con el mundo material.


  • Grifos

Los grifos se describieron como criaturas con cuerpo de león y cabeza de águila, combinación que incluye, lógicamente, su respectivo par de alas. 

En esencia, el Grifo une dos fuerzas naturales en una sola encarnación: el León, que es el Rey de las Bestias, simbolizando fuerza, virilidad y realeza, y el Águila, que es el Rey de los Pájaros, personificando divinidad y sabiduría. 

La mezcla de ambos animales representa el ascenso al poder y al desarrollo interno. Sus tremendas alas aletean majestuosamente mientras se alejan de la tierra, y sus poderosas garras están listas para desgarrar y destrozar al enemigo. Elevarse a tales poderes le permite al grifo observar todo y a todos, un signo de divinidad. Además, se decía metafóricamente que los grifos eran guardianes de grandes tesoros y posesiones invaluables, y que incluso elaboraban sus nidos con oro, por lo que siempre se asociaron a riqueza. Pero ojo, esta no es una riqueza material, sino que espiritual. 


El grifo combina el elemento aire del águila y el elemento tierra del león. Juntos, indican un ser cimentado y espiritualmente ascendido. La capacidad del grifo para volar como un águila lo convirtió en un emblema de inspiración poética y espiritual. Las partes de águila del grifo representaban a los hombres espirituales cuyos pensamientos y aspiraciones se enfocaban en la búsqueda divina, por ello siempre estuvo asociado con magos, ocultistas y alquimistas. Mientras que su mitad león representaba su valor en la arena y en la lucha continua contra el mal y la corrupción. De igual modo, fueron vinculados a los ritos de paso de la vida al mundo de los muertos, y se les asoció con los cultos de Apolo, Némesis, Hades y Dionisio. Y este mensaje también llevó a que el grifo fuese uno de los principales elementos metafóricos utilizados por los alquimistas, representando el final de la fase de "enverdecimiento", cuando el ácido sulfúrico o el ácido nítrico se mezclan con sal común para producir agua regia, un liquido verde capaz de disolver el oro.

  • Arpía


Las Arpías; mitad mujeres, mitad pájaros, son personificaciones de varios aspectos de la tormenta, deidades arcaicas preolímpicas. 

El nombre está asociado con el griego antiguo "ἁρπάζω", que significa "apoderarse" o "secuestrar", ya que los textos narran que las arpías robaban tanto niños como almas. 

Algunos mitos dicen que las arpías alguna vez fueron mujeres hermosas; y en memoria del pasado han conservado los rostros y los senos de las mujeres. Las harpías fueron clasificadas entre los monstruos más peligrosos del inframundo, y se creía que aparecían en tormentas y huracanes, esparciendo un hedor intolerable, como buitres de presa. 

En la religión griega,  se muestra que son las torturadoras de aquellos que merecen un castigo por revelar demasiada información divina, como pasa con Fineo, un vidente ciego maldecido por los Dioses. 

Fineo era capaz de ver el futuro y así, revelarle acontecimientos a la humanidad, y se narra que recibió el don de la profecía por parte del Dios Apolo. También fue quien le dio instrucciones a Frixo, Jason y a los argonautas para poder cumplir sus misiones con éxito, lo cual trajo consigo la furia de los Dioses. Existen diversas versiones sobre cómo Fineo perdió la vista, entre ellas que fue cegado directamente por Zeus producto de revelar conocimiento divino.

Y por las mismas razones fue maldecido por las arpías, quienes robaban o profanaban cualquier alimento que el vidente tuviera. Aquí, las arpías simbolizan una forma de castigo divino, sobre todo la plaga del hambre, y por lo mismo se les conoce como "perras de Zeus".

Esto es bastante similar a lo que ocurre con la historia del Señor Prometeo, quien fue castigado por Zeus tras haberle entregado a la humanidad el fuego prohibido. Mismo relato que se narra en la religión mesopotámica, cuando el Dios Enki le hace entrega a los hombres el conocimiento divino y la revelación del diluvio universal. Todo esto fue profundizado aquí:


Como vemos, el castigo divino forma parte de muchas religiones antiguas, ya que algunos Dioses no querían revelarle conocimiento a los seres humanos.

Como la mayor parte del cuerpo de una Arpía es de pájaro, están asociados con el vuelo y, en un sentido puramente elemental, con el poder de los vientos. Las arpías a menudo se ven como una fuerza de interrupción o retención en los mitos antiguos. Como fuerza disruptiva o destructiva, simbolizan las propiedades peligrosas de los vientos de tormenta. Entonces, la Arpía es en realidad la esencia de los espíritus violentos, la personificación destructiva del viento, y en consiguiente; fantasmas y entidades negativas. Por ello, durante varios siglos, "Arpía" se ha mantenido como un término popular de la jerga utilizado para describir a una mujer particularmente desagradable, cruel o déspota. 


  • Centauros

Los centauros parecen ser bastante paradójicos; notorios por ser salvajes, lujuriosos, bebedores y libertinos excesivamente indulgentes, violentos cuando están intoxicados y delincuentes generalmente incultos, pero al mismo tiempo, hábiles en las artes de la medicina, hierbas, música, tiro con arco, caza, gimnasia y profecía.

Básicamente, son una paradoja entre lo "bestial" y lo "humano", entre la "barbarie" y la "civilización".

La figura del centauro es holística, celebra la unidad y complementariedad de lo humano con naturalezas equinas, fusionando simbólicamente los aspectos físicos y mentales de ambos seres. En el pasado, los humanos estaban profundamente conectados con su sabiduría innata basada en la naturaleza. Al vivir en estrecha conexión con la tierra, la naturaleza, las estaciones y los animales, la supervivencia dependía de prestar atención a los cambios de emoción y energía, tanto en el cuerpo interno como en el entorno externo, tal como todavía lo hacen los caballos y otros animales. De esta manera, la relación humano-caballo es una forma única y poderosa de desarrollo personal. Se siente que parte del poder de interactuar con los caballos es que nuestros cuerpos de alguna manera realmente 'conocen al centauro' y no solo pueden 'vivir esta mezcla', sino que lo anhelan, apuntando a la capacidad del caballo para sintonizarse con el estado interno de los humanos. Ellos ayudan a regular el sistema nervioso y tienen una forma de revelarnos cómo nos presentamos en el mundo, qué está oculto o inconsciente sobre nosotros mismos. Con una mayor conciencia basada en el cuerpo, podemos aprender a hacer esto por nosotros mismos y podemos lograr más de la "libertad" que disfrutan los animales.

Entonces, los centauros han sido durante mucho tiempo un logotipo de la dualidad; algunos eran capaces de transformarse en eruditos de gran conocimiento y sabiduría, mientras que otros disfrutaban de su naturaleza salvaje, a menudo evitando la sociedad, sucumbidos en la violencia y el vicio. Esto es lo mismo que expresaron los cíclopes, quienes podían dedicarse al desarrollo espiritual y las ciencias, o bien, vivir aferrados al placer mundano.

Y por estas razones, el centauro es una representación del chamán en vuelo extático, un símbolo de la capacidad de una persona para 'volar' fuera del cuerpo, como un caballo. Pero también hay un simbolismo adicional que se obtiene debido a la fusión de los dos: algunas personas solo pueden montar a caballo y sus habilidades son temporales, mientras que un centauro tiene esta capacidad de forma permanente, es decir; un humano con acceso permanente al mundo espiritual.

Uno de los centauros más famosos fue Quirón. Existe la posibilidad de que Quirón fuera un ser humano real que a través de dispositivos chamánicos asumió características mitad caballo y mitad humanas. Ciertamente asume el papel que se espera de un buen chamán como sanador y maestro, así como la habilidad de un músico, un hechicero. En la mitología griega, Quirón se consideraba el centauro superlativo entre sus hermanos. Era inteligente, civilizado y amable, y era conocido por su conocimiento y habilidad con la medicina.

Hércules disparó accidentalmente a Quirón con una flecha envenenada por la sangre de Hidra, y en consiguiente, ofreció sacrificar su propia vida por la de Prometeo, quien sufría el castigo de Zeus tras haberle revelado conocimiento a los hombres. Este es otro claro mensaje que nos demuestra que, al igual que los cíclopes, si nos desarrollamos espiritualmente podremos trascender las barreras físicas de māyā para alcanzar la liberación y un estado divino. Quirón sacrificó su vida por la de Prometeo, permitiendo así, que podamos continuar nuestra búsqueda.

Para las personas nacidas entre el 23 de noviembre y el 21 de diciembre, su signo es Sagitario, el centauro. Este zodíaco regido por el fuego mutable tiene altos niveles de energía y mucha capacidad de cambioEn los tiempos de la antigua Mesopotamia, en donde nace originalmente el zodiaco, la constelación de Sagitario era llamada "Pa.Bil.Sag", que significa "Defensor", "Supervisor" o "Soldado", dependiendo del contexto, y era de igual modo retratado como un arquero mitad hombre y mitad caballo. Los sagitarios son personas místicas y filósofas, siempre inquietas y cambiantes, similar a un Géminis. Sin embargo, tenga cuidado de no galopar demasiado rápido para no gastar su energía en algo que puede no resultar útil.

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