Freyja es una de las Deidades más importantes y destacadas del panteón nórdico y escandinavo. Se le describe como una joven súmamente hermosa y de cabellos claros, cuya apariencia bastaba para enamorar a todos los Dioses, hombres y criaturas vivientes, incluyendo enanos y gigantes. Se presenta en gran medida como una Diosa hechicera y sacerdotisa, conocedora de innumerables secretos mágicos (los "seiðr"), como la adivinación y la videncia. También fue patrona de la fertilidad, de las cosechas, de la agricultura, la belleza, el amor y la sexualidad.
Freyja también es la líder y soberana del "Fólkvangr"; el mundo celestial en donde paraban las almas de los soldados muertos en combate, similar al Valhalla (gobernado por Odín). Por ello también se le apodó "Valfreyja", que podría traducirse como "Señora de los caídos en batalla".
Esta hermosa y misericordiosa Deidad fue venerada por todos los pueblos nórdicos, quienes la veían como fuente de prosperidad, abundancia y justicia.
Esta hermosa y misericordiosa Deidad fue venerada por todos los pueblos nórdicos, quienes la veían como fuente de prosperidad, abundancia y justicia.
Venerada por mujeres, hombres, héroes, Dioses y gobernantes por igual; Freyja es la Diosa del amor, la guerra, el sexo, la fertilidad, la muerte, la belleza, la magia y la brujería. Ella supervisa las batallas, puede otorgar o eliminar la fertilidad, se le puede pedir amor y nació conociendo los secretos divinos de la brujería y las Runas. Esto se debe al hecho de que ella es parte de los Vanir, un pueblo que se cree que practica la brujería, teniendo una fuerte conexión con la Tierra. Ella era solicitada para asistencia en el parto y la concepción, también para ayudar con problemas matrimoniales o para otorgar fructificación sobre la tierra y el mar, dado que encarnaba la naturaleza misma, polarizando la energía femenina del universo y la naturaleza (como Brigid en la religión celta o Diana en la religión greco-romana).
Freyja es maestra de una magia llamada Seiðr, que es una forma de chamanismo germánico que rodea la adivinación y altera el destino de las personas, también permite ver el futuro. Ella fue quien le presentó por primera vez este arte mágico a la Dioses y, por extensión, también a los humanos. Dada su experiencia en controlar y manipular los deseos, la salud y la prosperidad de los demás, se transformó en una deidad cuyo conocimiento y poder fueron casi inigualables. Por lo todo lo anterior también fue llamada "Gefn", que en nórdico antiguo significa "dadora" o "generosa".
En los actuales países nórdicos hay muchos lugares que llevan su nombre, incluso es mencionada en el himno oficial de Dinamarca:
En los actuales países nórdicos hay muchos lugares que llevan su nombre, incluso es mencionada en el himno oficial de Dinamarca:
"Hay un país hermoso,
sus bellos bosques de hayas crecen a la orilla del mar Báltico,
Se extiende por valles y colinas.
Su nombre es Vieja Dinamarca, y aquí aún mora Freyja"
Ella es la hija del Señor Njörðr, un Dios del clan Vanir asociado con el mar, la navegación, la pesca, la riqueza y la fertilidad de los cultivos. Si bien la identidad de su madre era en última instancia desconocida, algunos especularon que Freyja era la hija de Nerthus, una antigua deidad germánica conocida por ser patrona de la paz y la prosperidad. Su hermano fue Freyr, Señor de la guerra y la virilidad. Njörðr, Freyja y Freyr formaron la sagrada trinidad nórdica del clan Vanir, y fueron sus 3 principales líderes (los dioses nórdicos se dividen en dos bandos, los Vanir y los Æsir, estos últimos liderados por Odín, Thor y Tyr). Freyja se hizo esposa del Dios Odr, con quien tuvo dos hijas; Hnoss y Gersemi, de quienes se dice que "eran tan bellas que las piedras preciosas reciben sus nombres".
Como dato adicional, el día "viernes" tiene su origen etimológico en honor a los hermanos Freyja y Freyr, ya que viernes en nórdico antiguo es "Freyjudagr", que significa "día de los Frey", de allí deriva la palabra "Freitag" en alemán, "Fredag" en danés y sueco, y "Friday" en inglés.
Uno de los atributos de Freyja era su carruaje tirado por gatos divinos, por lo tanto, estos animales fueron sagrados dentro de la tradición nórdica, al igual que en la egipcia. También se narra que posee un abrigo o capa mágica hecha con plumas de halcón, un collar de oro fabricado por orfebres enanos denominado Brisingamen, y el jabalí de guerra Hildisvíni, que también usaba su hermano, ya sea para luchar en los combates o bien para trasladarse. También contaba con un precioso y magnífico palacio, el Sessrúmnir, que se le otorgó como regalo de los Dioses para que pudiera regir sobre el Fólkvangr.
Los ritos y tradiciones de Freyja fomentaron la práctica mágica, la mediumnidad, el chamanismo y la autonomía femenina como modelo a seguir, comportamiento que el nuevo régimen cristiano en Europa consideraba aborrecible y pecaminoso. Es por ello que Freyja fue denunciada por la iglesia como la "Reina de las Brujas", y las mujeres que la veneraban eran automáticamente tachadas de "brujas" y perseguidas.
Guerra entre los Æsir y los Vanir
El rol y la importancia de Freyja aumentó todavía más cuando detonó esta guerra.
En la religión nórdica, los Dioses se encontraban divididos en dos legiones enemigas: los Æsir, liderados por Odín, Thor y Tyr, y los Vanir, liderados por Njörðr, Freyja y Freyr, como ya se mencionó anteriormente. Ambos bandos protagonizaron largas guerras y conflictos.
El mundo era muy joven en aquel entonces, tanto, que los nórdicos afirman que este fue el primer conflicto bélico en la historia. En un principio ambos bandos vivían en paz, cada uno en su respectivo territorio. El problema erradicó cuando la Diosa-bruja del clan Vanir; Gullveig, se instaló en el Asgard, es decir; en la tierra de los Æsir. Éstos últimos se tomaron tal acto como si fuese una provocación, por lo que persiguieron a Gullveig, la hacieron prisionera, la torturaron, le clavaron decenas de lanzas en todo el cuerpo, y finalmente, la quemaron viva en una hoguera, afuera del salón de Odín. Sin embargo, la Diosa bruja era tan divina y poderosa, que resucitaba inmediatamente de las llamas, elevándose por encima de ellas. Los Dioses del Æsir, furiosos, la volvieron a quemar, pero nuevamente la Diosa resucitaba en el acto. Esto se repitió tres veces en total. Los Dioses anonadados y frustrados tuvieron que liberar a la gran bruja, puesto que ninguno de sus castigos hacia efecto, nisiquiera la tortura ni la muerte por hoguera. Sin embargo, este fue un gran error, ya que Gullveig retornaría a sus tierras para contarle tal episodio a su clan, dando inicio a la guerra. Por su parte, Gullveig recibió el nombre de "Heiðr", que significa "brillante", haciendo referencia a su resurrección por encima de las llamas. En otra versión se dice que los Æsir, comandados por Odín, invadieron Vanahiem (Tierra de los Vanir). No se nombra la causa aparente de tal acción, pero el resto de la historia se mantiene igual.
Los Æsir eran expertos en guerra y combate cuerpo a cuerpo, y los Vanir eran expertos en el uso de magia y hechicería. Debido a esto, los Æsir subestimaron las fuerzas mágicas de sus adversasrios, grave error, ya que los Vanir estaban excelentemente preparados para el combate, y defendieron muy bien su territorio. Ambas legiones se dañaron mutuamente, destruyeron los muros de las tierras enemigas, hubo muerte, caos, y la victoria podía decantar para cualquiera de los dos bandos.
Finalmente, ambas legiones se dieron cuenta de la imposibilidad de derrotar al otro, y viendo todo el caos y toda la destrucción que estaban provocando, decidieron que era momento de establecer una tregua. Para ello, intercambiaron deidades en una especie de acto diplomático. Los Vanahiem enviaron a Asgard a sus mejores hombres; Njörðr, Freyr, y el sabio Kvasir. Por su parte, los Dioses de Asgard respondieron enviando a Mímir, el sabio, y a Hœnir, quien era hermano de Odín. Ambos bandos se comprometieron a propocionarle a los Dioses las mejores condiciones de vida posible, además de un buen estatus en el reino. De hecho, los Vanir convirtieron a Hœnir en su líder, y a Mímir en consejero.
La paz se mantuvo. Sin embargo, con el paso del tiempo los Vanir se dieron cuenta que a sus Dioses no se les entregó la misma posición ni el mismo trato, y tampoco se encontraban satisfechos con el intercambio, al contrario, estaban disgustados puesto que los dioses enviados desde Asgard, no se estaban comportando como los grandes y sabios dioses que supuestamente eran. Un día, los Dioses de Vanahiem tomaron a Mímir y lo decapitaron, luego, envolvieron su cabeza en trapos y se la enviaron a Odín, en señal de guerra. El gran Dios de Asgard se impactó al ver la cabeza de quien fue su amigo y tutor, así que se apresuró, tomó la cabeza, la bañó en diferentes tipos de hierbas y la sometió a hechizos mágicos, todo esto con tal de evitar su descomposición, incluso logró conservarla y retornarle la vida. Al ver Odín que la cabeza de Mímir revivió, decidió no emprender una acción hostil contra los Dioses de Vanahiem, además; no quería que se desatase una nueva guerra. Odín pensó en una nueva estrategia, una que pudiese calmar la furia de los Vanir. Lo primero que hizo fue transformar a Freyr en líder de los Asgard, e invitó también a la Diosa Freyja, concediéndole una posición muy especial en el reino. Los dioses Æsir también les regalaron gigantescos salones para vivir, y poderosos cargos. Los hermanos aceptaron la propuesta.
El clan Æsir admiraba con profundo respeto y veneración a Freyja, ya que la veían como una gran y poderosa hechicera, quien tenía la fama de conocer las artes místicas del seiðr y de la naturaleza. Tan así, que le ofrecieron el Reino de Fólkvangr y el palacio de Sessrúmnir, además de permirle tener control sobre las Valkyrias. También se le otorgó el derecho a reclamar la mitad de las almas de los guerreros más valientes muertos en batalla (la otra mitad pertenecía a Odin), y como tal, los llevaría de regreso con ella para pasar la vida futura en su hogar de descanso y recreación eterna. Freya también fue llamada para consolar a los moribundos y para ayudar a facilitar la transición al más allá, sirviendo como guía y consoladora de viaje. En agradecimiento, Freyja decidió enseñarle a los Æsir las artes mágicas, gesto que fue excelentemente recibido.
Freyja se transformó no solo en el símbolo de paz y unificación entre ambos bandos, sino que también en una deidad súmamente poderosa e influyente.
Freyja como Diosa guía. Adocarión e invocación
Freyja es cálida, amorosa y protectora con su pueblo y sus devotos. Hay muchas razones para pedirle ayuda, pero más que ninguna de ellas es el placer de conocerla y tenerla en nuestras vidas.
Principalmente se le invoca para:
- Solicitar protección ante energías negativas de nuestro hogar y entorno, así como para repeler hechizos y cualquier otro daño espiritual.
- Para conectar y reconectar con nuestro lado femenino y su correspondiente energía (Yin / Shakti). Esto aplica tanto para hombres como para mujeres, ya que todas las criaturas vivas son poseedoras de ambas energías, sea en menor o mayor grado.
- La tradición sugiere recurrir a Freyja en asuntos de amor, o bien para obtener una comprensión más profunda del mismo. También para intereses relacionados a la sexualidad y fertilidad (tanto de las mujeres como de la tierra).
- Freyja es maestra de Seidh y de otras formas de magia intuitiva, por lo que será una excelente patrona si queremos profundizar en los aspectos metafísicos y espirituales de la psique. Además, será muy útil tenerla como guía al momento de estudiar magia, brujería ,wicca, herbolería, alquímia, entre otras artes místicas.
Adoración y tributos
Como he dicho en múltiples ocasiones; a los Dioses no les interesan los bienes materiales ni tampoco la opulencia: ellos quedarán satisfechos con cualquier tipo de tributo, siempre y cuando sea entregado con humildad, respeto y amor. A los Dioses se les puede construir un pequeño altar para entregarles agua, frutas, incienso, hojas, etc., y como dije; siempre serán bien recibidas si las intenciones de la persona son sinceras. Sin embargo, también es cierto que existen algunos objetos que pueden funcionar de mejor manera para canalizar la energía de un Dios en particular. Es distinto un objeto de ofrenda que uno de invocación, aunque en el fondo ambos pueden complementarse entre sí y funcionar correctamente.
En el caso de Freyja, sus objetos predilectos para la construcción de un altar son:
- Alimentos como frutillas/fresas, miel, queso, avena, cerveza artesanal, manzanas, cebada, cerdo, pan, hidromiel, flores comestibles, té, agua
- Cristales, gemas y piedras como el ámbar, el oro y cualquier tipo de joya.
- Imágenes y figuras de animales como gatos, jabalíes, linces, conejos, golondrinas y halcones.
- Runas. Pueden usarse para comunicarse con ella.
- Ofrendas aromáticas como inciensos y perfumes.
- Es tradicional alimentar a los gatos callejeros o salvajes como una manera de darle tributo a Freyja, así como la adopción de uno.
- Como Diosa del amor, disfruta de poemas y canciones, especialmente de composición propia.
Si tiene otros regalos para ella, háblelos y preséntelos amablemente. Freyja será su invitada, así que debe tratarla como tal.
“Llama sagrada, en nombre de Freyja, limpia y bendice este espacio. Destierra todas las malas vibras y voluntades, y hace que todo sea sagrado. En nombre de Freyja, oh llama sagrada, que así sea. ¡Salve, Blotgydja!".
Camina con la vela asegurándote de hacer brillar especialmente las esquinas y todos los espacios oscuros.
Una vez que le haya dado sus ofrendas, dígale por qué la ha llamado, incluso si ha sido por mera curiosidad. Entonces guarda silencio. Pase algún tiempo en silencio interna y externamente, con los ojos cerrados o enfocados en una imagen que le recuerde. Puede sentir su presencia como sentimientos de calidez y amor. Puedes verla o escucharla en tu mente. O puede que no sientas nada. A veces lleva algún tiempo reconocer la presencia de una deidad. Cuando termines, dale las gracias y deja el espacio para terminar el rito.
Oraciones a la Diosa Freyja
Primera Oración:
"Salve la Dama de ámbar.
Salve la Dama de acero.
Salve la dama de la pasión,
Portador de la suerte.
Otorgante de la riqueza.
Eres la envidia de todos los dioses,
El tesoro de los nueve mundos sagrados.
Freya, poderosa y magnífica,
Alabamos tu nombre este Beltane.
Enciende dentro de nosotros:
una conciencia de nuestro propio fuego creativo.
Enciende dentro de nosotros una pasión,
para quemar las sombras pálidas de nuestras vidas
y encontrar integridad en todo lo que hacemos,
en todo lo que soñamos, en todo lo que somos.
Bendícenos, Freyja, Dama de los Vanir,
y te saludaremos siempre.
Segunda Oración
Freya, diosa del oro, inspirame hoy.
Enséñame a caminar a través de mis días con orgullo,
Dale poder y confianza a mi ser.
Diosa de la pasión ardiente,
bendíceme con la idea hasta la médula de mis huesos;
deq ue soy una persona valiosa a los ojos de los dioses,
a los ojos de los antepasados, y de mi mismo.
¿Puedes irradiar esto? Transforma todo lo que encuentro.
Esa es mi oración por este día, oh Diosa grande y poderosa.
Para que pueda reflejar tu presencia a lo largo de mi día.
A cambio, siempre te alabaré.
Y pon el ámbar ante tu imagen,
consignándolo a los fuegos sagrados
que arden cuando el día es más largo.
Salve Freya, brillante Diosa del oro. Te alabo.
Tercera Oración
Salve Freyja, y su carro de gatos.
Salve Freyja con pasión.
Salve Freyja con lujuria de oro.
Salve Freyja en su profunda magia.
Salve Freyja con alas de halcón volando.
Salve Freyja en su brillo y belleza.
Salve Freyja en pasión y poder.
Salve Freyja, la brillante flor de Vanaheim
Sea bienvenida en su santuario.
Sea bienvenida en mi hogar.
Sea bienvenida en mi vida.
Cuarta Oración
Salve Freyja.
Pido protección debajo de tus alas de halcón.
Y de tu escudo de guerra.
Ayúdame a hacer la paz entre mis enemigos.
Dame el coraje para pelear de nuevo.
Porque si muero en la batalla en verdad:
que mis acciones sean dignas de tu elección.
Salve Freyja, Dama de Sessrúmnir.
Ayúdame a establecer mis límites.
Para así honrar los límites de los demás.
Porque como su hogar, cuando está cerrado,
Que mi hospitalidad sea verdad.
Ayúdame a pagar de manera justa.
Y aceptar justamente lo que me corresponde.
Muéstrame tus justos caminos.
Salve Freyja, maestra de Magia y Guardián de Misterios. Enséñame a ver la magia en todas las cosas.
Ayúdame a moverme entre el velo.
Permíteme caminar entre los mundos.
¿Puedo ver tu fragua de sueños?
Por Seidhr rúnico y verdadero como palabras de tu lengua. Diosa de la belleza, cargada de ámbar, amante de Brisingamen. Enciende dentro de mí la chispa creativa.
Ayudame a traer belleza en mis propios actos y todo lo que hago. Que la ferocidad de tus ojos me preste conciencia.
Para que no pueda ver a nadie más que tu cara antes de mi partida.Déjame encender el fuego de tu Voluntad.
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