La Diosa Diana es patrona de la naturaleza y del bosque, señora de los animales, de la luna, de la virginidad y de la fertilidad. En los cultos antiguos era apodada "Diana Lucifera", que significa "Diana Portadora de Luz", y era una de las deidades más adoradas y queridas de todo el Mediterráneo.
Ella simboliza arquetípicamente la energía femenina que rige el universo: aquello que en China se conoce como "Yin", por lo tanto, Diana es la personificación y encarnación de la noche, del agua, de lo frío, lo lento, lo suave, lo flexible, lo difuso, lo intuitivo, lo húmedo y lo pasivo, también rige sobre la sexualidad y la pasión, pero siempre polarizada desde el lado femenino, puesto que el universo también se encuentra equilibrado con su contraparte masculina, y allí se encarnan dioses como Cernunnos, Pan o Apolo.
Diana es la patrona y protectora de los bosques y las criaturas salvajes, la gran madre misericordiosa, portadora de luz y guardiana silvestre. Ella es equivalente a Brigid, Hécate y Artemisa, y son la representación arquetípica de la naturaleza y su magia universal. Estas diosas siempre han estado presentes en nuestro planeta, desde los tiempos más remotos de la historia; solo que distinguidas bajo diferentes nombres según cada civilización, por ello es que justamente son deidades "arquetípicas".
En esta publicación revelo las características y significados en torno a esta diosa junto con oraciones y recomendaciones de culto.
El Imperio Romano y las provincias circundantes del Mediterráneo veneraban a la "dueña de los bosques, gran diosa madre y patrona de la fertilidad, las plantas y los animales".
Diana es la gran madre de nuestra naturaleza, es la energía que se esconde en los confines de los bosques, ríos y montañas, es la esencia que le da vida y sostén a nuestro planeta y a cada elemento vivo o inorgánico que existe. Las culturas antiguas entendían que Diana era la encarnación y personificación de la naturaleza misma, por ello fue apodada "Diana Nemorensis" (Diana del Bosque), "montium custos nemoremque virgo" (virgen guardiana de las montañas y Nemi) y "Diva triformis" (diosa de tres formas; el cielo, la tierra, el inframundo), además del ya nombrado "Diana Lucifera", debido a su rol como musa inspiradora, sabia y reveladora, en quienes los humanos depositaban su fe.
En la mayoría de las representaciones artísticas; Diana es retratada como una bella cazadora de ropas holgadas y falda corta, la cual lleva consigo un arco y un carcaj con flechas doradas, algunas veces acompañada por sus ninfas y/o sus perros guardianes, además de ciervos, aves, y, usualmente, la luna o un bosque de fondo; simbolismo ligado a la naturaleza. También se narra que Diana es una diosa pura, casta y virginal, que en determinadas fechas se une con la tierra para dar inicio a la temporada de cosechas y siembras, lo cual influenció al mito alegórico de la Constelación de Virgo; la virgen del pan y el trigo.
El lugar de culto más famoso para Diana era un bosque sagrado junto al lago Nemi, en Aricia, cerca de Roma, lugar que por cierto alberga los registros históricos más antiguos sobre su adoración, los cuales son incluso predecesores a la misma fundación de Roma. La ciudad griega de Éfeso fue otro importante centro de culto para la diosa. Allí, Diana tenía un templo magnífico que fue considerado como una de las siete maravillas del mundo antiguo, y una de las construcciones más gloriosas de la historia, como relatan los antiguos historiadores y filósofos. Dado a su importancia e influencia, Diana tuvo diversos templos y lugares sagrados alrededor del Mediterráneo, los cuales recibían a personas de todas las condiciones, sexos y clases sociales, sin distinción alguna, incluso los esclavos eran bienvenidos a formar parte de los cultos.
Sus adoradores le dedicaron una festividad nacional, "La Nemoralia", una hermosa fiesta de agradecimiento y unión que empezaba un 13 de agosto y terminaba 2 días más tarde. En esta celebración, los fieles prendían velas y antorchas en honor a la diosa, para luego dirigirse al borde del Lago Nemi, también llamado "El Espejo de Diana": aquí, los devotos permitirían que la luz de sus antorchas se uniera con la luz de la luna en la superficie del agua, para finalmente visitar sus templos en un gran acto de peregrinación. Esta actividad representaba el escape del mundo y la unión simbólica con la diosa, además de dar inicio a la temporada de calor. Este festival duraba 3 días por conmemoración a la triple naturaleza de la diosa. La Nemoralia era tan importante que incluso los esclavos no podían ser obligados a trabajar, y se les daba el día libre, al igual que las mujeres, que se podían desligar de cualquier actividad mientras durase el festival. Por otro lado, nadie en toda la nación estaba autorizado para cazar, incluso los perros eran vestidos con flores y honrados, puesto que este animal es un símbolo sagrado para Diana. Todos se unían para darle tributo a la diosa, e incluso pedían deseos en cartas, las cuales posteriormente eran atadas a los árboles o arrojadas a los ríos.
Con la llegada del cristianismo, los poderes eclesiásticos eliminaron todos los cultos de Diana e iniciaron un período sangriento de persecución y censura. Los devotos de Diana, así como de cualquier otro dios antiguo; fueron llamados "herejes" y "paganos", y normalmente se les torturaba y/o ejecutaba si no abandonaban sus religiones. La Nemoralia fue sustituida y reemplazada por una nueva fiesta: la "Asunción de María", de características similares y celebrada en la misma fecha, un 15 de agosto, todo con tal de suprimir el culto a Diana y cristianizar a los "paganos", tal como hicieron con la fiesta católica de "Santa Brígida de Kildare", destinada a suprimir el culto de la diosa Brigid y su festividad nacional, el Imbolc; en donde se celebraba el inicio de la primavera y los ciclos de producción y fertilidad. En la Edad Media la figura de Diana fue nuevamente atacada por la iglesia, continuando su demonización, ya que aún existían pequeños cultos que le adoraban en secreto, e incluso la iglesia dijo que Diana era una de las principales deidades de las brujas (que como hemos analizado anteriormente; eran únicamente mujeres empoderadas y de pensamiento libre, las cuales se dedicaban a estudiar las plantas y las hierbas). Los cristianos también dijeron que Diana era un ente similar a un demonio o a un espíritu maligno.
Oraciones a Diana
La Diosa Diana es honrada cuando amas a sus animales y su tierra. Cada vez que honras a la tierra y a sus animales, honras a Diana. Conéctate con la energía de los árboles y envía tu propia energía curativa a la tierra. Alimenta a los animales y ayuda a los sufrientes. Puedes incluir imágenes de Diana en tu hogar y pensar en ella como la madre universal de la naturaleza. A continuación adjunto oraciones a Diana.
Primera Oración
"Salve y adoración hacia ti, oh gran Diana.
Salve Diosa de la Luna y de la noche.
Tú que has sido desde antes del principio.
Tú que hiciste aparecer todas las cosas.
Dadora y sustentadora de la vida, mi adoración hacia ti.
Salve y adoración hacia ti, oh fuente de toda la iluminación.
Te ruego que me impartas tu iluminación e ilumines mi mente, para que pueda percibir más claramente todas las cosas en las que me esfuerzo.
Ilumina mi alma impartiendo tu esencia de pureza.
Te revelo mi interior, a ti misma, y pide que todo se limpie y purifique por dentro ".
Segunda Oración
Diana de la luna redondeada.
La reina de todos los encantamientos aquí.
El viento está llorando a través de los árboles.
Mientras te invocamos para que aparezcas.
Las preocupaciones del día se fueron.
El reino de la noche te pertenece.
Y nosotros en el amor y el parentesco:
nos unimos con todas las cosas salvajes libremente.
A medida que se mueven los poderes de la magia a nuestro alrededor, ahora que los tiempos se disuelvan y se desvanezcan, aquí en el lugar entre los mundos, que seamos uno con la naturaleza. Tu consorte es el de cuernos,
cuyas siete pipas hacen dulce la música.
Viejos dioses de la vida, el amor y la luz,
¡estén aquí mientras nos encontramos alegremente!
Porque alrededor de vosotros damos vueltas,
y os derramamos el vino.
Invocamos por la antigua tradición.
Por la luna mágica y el hechizo pagano,
por todos los secretos de la noche, los sueños, los deseos
y el misterio.
Nacidos en el rayo de luna de luz plateada.
Ahora podemos escuchar, o podemos ver, o podemos saber dentro del corazón, una muestra de verdadera magia hecha,
Tercera Oración
Diosa Diana, Poderosa con amor y reverencia,
protégeme ahora en mis momentos de necesidad.
Estoy preocupado y lleno de dolor. Te llamo como tu hijo. Lléname de coraje para enfrentar mis miedos y salir victorioso. Madre Diana, protectora de sus hijas,
infunde mi espíritu con propósito y valor.
Cuarta Oración
Oh Diana, esta oración es un reconocimiento,
de que mi alma está completa en tu amor y tu gracia.
En tus generosas manos pongo mi pedido,
sabiendo que solo quieres lo mejor para mi destino.
Con tu arco y flecha me guías,
y enséñame a dar y recibir tu amor.
Limpias mi espíritu de todo veneno emocional y todo juicio, para poder vivir en paz y amor.
Ahora exploro mis relaciones, asumo riesgos y no temo a nada. Fortalezco mi voluntad de perdonarme,
en este mismo momento.
Elijo aceptarme tal como soy, con todos mis sentimientos, esperanzas y sueños, con mi identidad y singularidades.
Acepto mi cuerpo tal como es, en toda su belleza y perfección. El amor que siento por mí mismo es tan fuerte,
que nunca puedo negar u obstruir mi felicidad, mi libertad. Bajo una luna creciente o un cielo azul camino contigo, y en ti confío. En la fuerza de Diana segura, le cantaremos nuestra canción como se canta en un coro de jóvenes y doncellas puras. Cuando un ciervo brillante barrió el cielo, y la persecución de la diosa estaba en lo alto. Pero sea esto como sea, con calma, es solo en la búsqueda de la Verdad, Que el alma alcanzará y poseerá la felicidad más exaltada.
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