En el Budismo existe una antigua tradición denominada "Bodhisattva", en la cual, los adeptos deciden dedicar su vida al desarrollo espiritual, al cultivo de cualidades morales, a la búsqueda de conocimiento, el ascetismo, el autosacrificio y al estudio de las enseñanzas del maestro Gautama Siddhartha Buda, para así lograr alcanzar un estado de iluminación y plenitud denominado "Nirvana", cuando un ser humano trasciende la vida física para detener el ciclo de reencarnación y acceder a una morada de dicha eterna. Sin embargo, los Bodhisattva se comprometen a NO alcanzar la meta del Nirvana al momento de morir, sino que prefieren, en su gran misericordia y compasión, seguir anclados a nuestro plano terrenal después de la muerte, para así poder ayudar a todos los seres humanos en su evolución espiritual; guiándolos, inspirándolos, y brindándoles ayuda para que podamos iluminarnos y trascender. Por ello se les conoce como "Budas Compasivos" o "Budas de la Misericordia".