La Diosa Diana es patrona de la naturaleza y del bosque, señora de los animales, de la luna, de la virginidad y de la fertilidad. En los cultos antiguos era apodada "Diana Lucifera", que significa "Diana Portadora de Luz", y era una de las deidades más adoradas y queridas de todo el Mediterráneo.
Ella simboliza arquetípicamente la energía femenina que rige el universo: aquello que en China se conoce como "Yin", por lo tanto, Diana es la personificación y encarnación de la noche, del agua, de lo frío, lo lento, lo suave, lo flexible, lo difuso, lo intuitivo, lo húmedo y lo pasivo, también rige sobre la sexualidad y la pasión, pero siempre polarizada desde el lado femenino, puesto que el universo también se encuentra equilibrado con su contraparte masculina, y allí se encarnan dioses como Cernunnos, Pan o Apolo.
Diana es la patrona y protectora de los bosques y las criaturas salvajes, la gran madre misericordiosa, portadora de luz y guardiana silvestre. Ella es equivalente a Brigid, Hécate y Artemisa, y son la representación arquetípica de la naturaleza y su magia universal. Estas diosas siempre han estado presentes en nuestro planeta, desde los tiempos más remotos de la historia; solo que distinguidas bajo diferentes nombres según cada civilización, por ello es que justamente son deidades "arquetípicas".
En esta publicación revelo las características y significados en torno a esta diosa junto con oraciones y recomendaciones de culto.