Los vestigios más antiguos de prácticas chamánicas se remontan a la época del Paleolítico (el más antiguo de los períodos prehistóricos), por lo tanto, el Chamanismo es completamente anterior a cualquier religión organizada del mundo, y es innegable que se ha desarrollado en un sinnúmero de culturas y tribus a lo largo de la historia, contando actualmente con millones de practicantes.
El objetivo del Chamanismo es alterar los estados de conciencia para así poder percibir el mundo de los espíritus, logrando captar diferentes energías, entidades y manifestaciones, las cuales; sencillamente no podrían ser concebidas por medio de los cinco sentidos del ser humano. El Chamanismo se enfoca en establecer una comunicación con los antepasados, solicitar apoyo y guía de espíritus benefactores, saber acontecimientos o presagios del futuro, sanar dolencias y experimentar episodios extracorpóreos. Dentro de este contexto, son los "chamanes" quienes cumplen un rol fundamental dentro de esta religión, ya que son los encargados de realizar rituales y ceremonias que permitan establecer una comunicación entre el mundo de los espíritus y el nuestro.
En esta publicación analizaremos las principales características de esta tradición milenaria.